Usame a mí

85 11 3
                                    

Esa noche me renuní con aquellos tres, habían planeado una cena y al mandarme el recado con Patrick no había manera de negarme
- Gracias, estuvo delicioso -Añadí
- Me alegra, es mi obra maestra -Comentó Patrick con orgullo
- Es lo único que sabe cocinar - Arremetió Thomas, Patrick lo miró con desprecio
- ¿Como van tus citas? -Preguntó Louis
- Bien... No me quejo
- Sabemos lo que hace Antonio, es horrible -Añadió Thomas con voz aspera
- Es un idiota, ¿Quien puede preferir a esa mujer sobre Ann? -Replicó Patrick indignado
- Recuerda que Ann tiene amnesia, no es la misma que conocemos -Contestó Louis
- ¿Es tanta... la diferencia? -Pregunté desanimada
- Mucha -Respondió Thomas de inmediato
- ¡Eso es grosero! -Regañó Patrick
- Ella quiere una respuesta sincera, no vamos a mentirle otra vez -Replicó Louis -Tú sabes bien que la Ann que conocemos es más madura, dulce e inteligente
- ...supongo que soy poco o nada en comparación
- ¡Eso no es cierto! -Se apresuró Patrick -¡No los escuches!
- No hemos dicho nada de eso, pero debe saber que creció mucho emocionalmente y que debería seguir esforzándose en recuperarlo -Intervino Thomas
- Disculpa, no conseguí otra manera de decirlo... Parece que cualquiera sonaría fría -Se disculpó Louis
- Está bien -Sonreí sin ganas
- ¡Traeré algo de helado! Puede que podamos jugar algún videojuego luego... -Comentó Patrick al dirigirse a la cocina
- Idiota, como puede proponer algo así después de esta conversación -Se quejó Thomas
-No me molesta -Sonreí divertida -Mi teléfono vibró enérgicamente llamando la atención de todos, lo tomé y leí sin ganas el mensaje
- ¿Algo importante? -Preguntó Louis
- No realmente, desde hace unas semanas me molestan con esto -Regresé el teléfono a la mesa -Me gustaría que todo fuese más sencillo
Me apoyé en el sofá justo cuando aquella hermosa melodía empezó a sonar, todos prestábamos atención de forma hipnótica, no pasaron muchas notas hasta que la melodía calló para una repetición
- No escucho el error -Comenté irritada
- Sigue prácticando esa serenata, es igual a cuando se la dió por primera vez -Comentó Louis
- ¿Ustedes la conocen? -Patrick echó una carcajada
- Claro, se la compusiste cuando estábamos en el campamento -Colocó las porciones de helado en la mesa - Fue una tortura, se la pasaba siempre practicándola, claro que antes era un completo desastre comparado a ahora
- En realidad se obsesionó con eso, cuando se mudó con nosotros a la mansión no dejaba de tocarla -Louis cerró los ojos desanimado
- Pero él sigue tocando todas las noches, hace un tiempo, antes del accidente de Ann, no practicaba tan a menudo -Miré a Patrick con sorpresa
- Es verdad, él me dijo que lo hacia para ayudarme a recordar -Louis suspiró
- Eso explica su insistencia
- Pero... Ahora sale con esa mujer... Puede que lo haga sólo para molestarme, tal vez piense que podría ayudarme a recordar -Todos me miraron sorprendidos
- ¿No crees que es algo rebuscado? -Preguntó Louis
- No le veo otra explicación a seguir prácticando mientras sale con esa mujer -Me puse de pie -Lo siento Patrick, tomaré el helado después
- ¿Eh? ¿Por qué? ¿A donde vas? - Ignorándolo inconscientemente, me dirigí al departamento de Antonio

Debo explicarle lo que pasó hoy, que es un malentendido, debo hablarle...

A mi mente volvió el rostro de Will, mi mano se paralizó antes de tocar la puerta, estaba aterrada. William había sido claro, estaba consciente de su preocupación pero... ¿Era necesario amenazarme de esa manera?

¿Qué hago?

- ¿Te quedarás allí parada? -Preguntó Antonio desde el interior, no había notado el silencio que había acontecido -Pasa
-... -Abrí la puerta con inseguridad - ¿Como sabias que era yo? -Antonio ya guardaba el violín
- Vi la sombra debajo de la puerta, sólo una persona se quedaría de pie frente  ella sin tocar -Enrojecí
- ...lo de esta tarde, fue un malentendido
- No me importa -Replicó con sequedad
- ¡Pero debes saberlo! Nel me había llevado allí para animarme, yo no tenía intenciones de contratar a ese sujeto, en realidad dijo que eso frente a ti seguramente porque tu novia se lo pidió -Mostró una sonrisa incrédula
- ¿Piensas que creeré eso? Tienes derecho a hacer lo que quieras con tu vida, yo estoy haciendolo
- ¡Te digo la verdad!
- El mundo no gira a tu alrededor, si inventarás algo debes buscar una mejor historia -Lo miré llena de furia
- Te crees muy frío, ¿Verdad? Si... si la otra Ann te hablara le creerías sin dudar
- Posiblemente
- ¡Ademas estás con esa mujer a propósito también!
- Ya te dije que el mundo no gira a tu alrededor -Tomé el cuello de su camisa y lo miré directamente a los ojos, el parecía bastante sorprendido por mi expresión
- Dime a la cara que no lo haces por mí
- ¿Qué cambiaría si lo hiciera?
- Si piensas que algo tan tonto ayudará... Usame... A mí
- ¿Qué...? -Me miró confundido
- Sólo una vez... Pasemos la noche juntos, una vez... Dame una oportunidad -Ya no controlaba mis lágrimas -Puede que... se sienta igual a lo que quieres -Volvió a mirarme con expresión fría
- No puedes con todo esto
- ¡Claro que sí! ¡Solo dejame...! -Sin esperar a que terminara, me acorraló contra la pared más cercana tomando mis manos y cerrandome el camino con su cuerpo, lo miré aterrada - ¿Q-qué...q-qué...?
- Si deseas algo debes estar preparada para recibirlo -Replicó con voz fría a la vez que acariciaba mis senos con su mano libre, aguanté la respiración por momentos
- Esto es... muy repentino, podríamos ir más lento -Pegó si frente a la mía y me apuñaló con aquellos ojos negros
- ¿Qué te asusta tanto? -Acercó sus labios a los míos pero... Extrañamente se detuvo antes de besarme, mordiendo su labio inferior -Tch -Su expresión parecía molesta, dirigió entonces su boca a mi cuello para empezar a succionarlo
- ¡N-no hagas eso! -Aunque me negara, no podía moverme, su amarre no era realmente efectivo, lo que me mantenía congelada era el pánico del momento. Sin pensar, lanzaba gemidos ahogados al aire
- Sigues siendo suave... -Susurraba con voz serena mientras se aventuraba debajo de mi blusa, ahora lloraba por la vergüenza del momento
- ¡No! ¡Si lo harás hazlo sobre... sobre la ropa! -Ignorandome, empezó a masajear mis senos desnudos con sus ágiles manos, el contacto con la piel era demasiado
- Estas sudando... -Dejó mis senos dejándome respirar aliviada por unos escasos segundos
- ¡¿Qu-qué estas tocando!? -Ahora introducía su mano libre por debajo de mi falda, masajeando mi zona sobre las pantis. Me estremecí terriblemente -No...yo soy muy sensible....
- ¿Por qué te niegas tanto? Es lo que querías hacer -Su serena voz no anticipaba su siguiente movida
Lancé un pequeño grito al sentir en mi interior un par de sus dedos, jadeaba por la excitación, estaba en mi límite, sólo me había toqueteado un poco y ya sentía los espasmos del orgasmo. Jadee agotada, miré con ojos llorosos a Antonio quien no había cambiado de ninguna manera su expresión. Me soltó con suavidad dejando que me apoyara completamente sobre su cuerpo
- Yo... Lo siento... Puedo reponerme en un momento - Me cargó en brazos y me llevó a mi departamento, mi mente estaba casi en blanco. Por primera vez experimentaba una sensación como esa
- No hay manera de que funcione -Añadió secamente
- ¿Por qué... Por qué no me dejas...?
- No me atraes de ninguna manera
- ...¿Por qué...? ¿Qué estoy... haciendo mal? -Volví a llorar
- Te lo había dicho, no puedo fingir que eres la misma -A medida se alejaba mi vista se difuminó al perder la consciencia









Amor destrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora