DANGEROUS DESIRE- Sterek

21- Nesecidad

~Stiles~

Simplemente odiaba las mañanas, esa horrible sensación de saber que tenías que levantarte pese a la comodidad. Esa era mi sensación en ese momento.

Aún no sonaba la alarma, pero temía que lo hiciera pronto, justo cuando me dieran ganas de volver a dormir. Respecto a la noche anterior...recordar mucho no era, pero gracias a la leve sensación de mi boca seca y dolor de cabeza sabía que se había pasado.

¿Cómo llegué a casa?

Tampoco tenía idea, pero estaba seguro que Derek tenía algo que ver. Después le daría las gracias por traerme sano y salvo.

¡Espera un momento!

Si anoche estuve en una fiesta y ni siquiera sabía cómo llegué, eso quería decir que tampoco había cargado mi celular... además... ¿Por qué tenía zapatos?

Moví mi mano hasta el cajón del buró para buscar mi teléfono, golpeando la pantalla, pero no se encendía. No tenía batería y esa era la razón de por qué la alarma no sonaba.

Vaya fastidio.

Tuve que terminar levantándome para conectarlo.
Esperé unos segundos a que encendiera.

Las seis de la mañana.

No era tarde. Pero no tenía ganas de levantarme por completo.

¿Qué tanto mal me haría faltar un día?

—¡Stiles! ¿No te levantaras? —mi padre se asomó por la puerta. Sus palabras fueron como la detonación de una gran bomba entrando por mi cabeza.

¡Oh dios!, era horrible.

—No me siento muy bien...

Volvía a tirarme a la cama para taparme hasta la cabeza.

—Apestas a alcohol —diablos lo había notado.
—No estoy molesto...solo tómatelo con medida, nada de excesos y si... hay algo más, usa pro....

Sabía a donde llevaba todo esto. Lo corte de inmediato.

—¡Papá!, si, ¡ya entendí! Sólo fue una salida con amigos.
—¿Qué amigos? —A sí que mi padre sabía perfectamente que todas esas anécdotas que le contaba para que estuviera tranquilo eran falsas, bueno después de todo era el Sheriff de Beacon Hills y mi padre por supuesto.
—Un amigo.
—Stiles —me nombro en modo acusador.
—Bueno, Derek Hale. Pero fue mi idea —Ni siquiera sabia porque estaba justificándome para protegerlo. Algo me hacía saber que mi padre no estaba nada contento de que me juntara con él.
—Solo no te involucres mucho, él tiene un expediente...
—Si, lo sé. Se le acusó de asesinato, tiene una vida misteriosa y "Peligro" tatuado en su rostro —respondí con un toque ligero de humor. Mi padre no se sorprendió por mis palabras, más su cara de asombro seguía en él. Él estaba absorto por que supiera sobre ello.
—¿Estuviste leyendo mis documentos? —asentí.
—Eso es... algo nuevo, llegué a pensar que no te interesaba nada que tuviera que ver con casos de la policía.
—Últimamente creo que me está interesando —me rendí a levantarme de la cama, podría no asistir a clases, pero tendría que levantarme.
—Claro que, yo los veo desde otro ángulo.
—Siento que si pregunto más puede llegar a ser perturbador así que, suerte con eso hijo —se despidió saliendo de la habitación.

Se había puesto contento al saber que comenzaban a interesarme sus casos. Como él lo diaria "El negocio familiar"

—Sabia elección —talle mis ojos para meterme directo a la ducha.

Me quite la ropa de mala gana, baje mis pantalones y estos se quedaron atorados en mis zapatos al intentar sacarlo. Maldito Derek, ni siquiera se había molestado por eso.