DANGEROUS DESIRE- Sterek

8- Inconscientemente lo hice

~Derek~

—Debería irme y dejarte dormir —Me levante del suelo. La situación se había vuelto un poco tensa.

Stiles se había quedado sin habla. Frunció el ceño.

—Entonces ¿no me lo dirás? —indago nuevamente en el tema.
—¿Enserio tienes tantas ganas de saber mi nombre?
— No realmente... No me considero una persona curiosa, pero he de confesar que tengo la pica de saber. Y es una sensación nueva —admitió viéndose confundió.

Esa misma era la naturaleza de Stiles. El chico curioso, metido en los casos de su padre los cuales le gusta investigar. Seguía habiendo una pisca de mi Stiles en este Stiles.

Espera... lo había llamado "MI" Stiles. Bueno me refería al Stiles de mi realidad.

—Entonces averígualo, si tanto quieres saber —sabía que aquello podía causar problemas. No quería que se involucrara con nada del mundo sobrenatural y al pedirle que investigara sobre mí, podría estarlo arrastrando, pero ¡Solo es un nombre!, ¿Que tanto podía costar eso?

El Stiles que mucho antes de conocerlo, ya sabía quién era, su secreto, y ahora tenía curiosidad de saberlo nuevamente.

—Eso no es justo —se quejó.
—Tampoco es justo que no me quieras decir quiénes fueron los que te atacaron.
—¿Así?, ¿Y qué harás cuando des con ellos?, desgarrarles la garganta con tus dientes—Bromeo, pero aquello sonaba tan razonable. Claro que Stiles no sabía que era capaz de hacer eso.

Solo alcé los hombros en señal de no saber.

Tenía que regresar, si tardaba más de la cuenta Peter o incluso la manada podía impacientarse y salir. Me di media vuelta para salir por donde vine.

—¡Hey, amargado! —me llamo y en un giro rápido le dedique una mirada con las cejas encarnadas hacia abajo. No lo fulminaba, sólo me había sorprendido aquel calificativo
—¿Qué?, no se tu nombre. Debo de llamarte de algún modo mientras lo averiguo.

Y yo que pensaba que estaba siendo amable...

Amargado hasta la sepultura.

—Scott, ¿crees que tu madre pueda guardar un secreto? — Pregunte al adormilado chico.
—¿Algo relacionado con lo sobrenatural? —bostezo para después tallarse los ojos.

La alarma aún no había sonado, pero estaba seguro que estaba a punto de hacerlo.

—No realmente sólo... no debe avisar a nadie.
—Pues dime de qué se trata y se lo comentare.
—Quiero que atienda al chico...
—Tu protegido —termino Scott por mí.
—No es mi protegido —definitivamente no iba a decir eso.

Scott me miro incrédulo con una mirada de intención.

—Si te gusta sólo dilo, ninguno de nosotros tendría problema —juro que casi se cae mi mandíbula al escuchar eso.
—¡No me gusta!, ¡Dios Scott! —sacudí mi cabeza. Estaba hablado de Stiles, uno más de la manada. El chico que estaba enamorado hasta el tuétano de Lydia Martín.

Si debía admitir que tenía cierto apego al chico y una necesidad de protegerlo, pero yo figuraba que sería igual con cualquier otro de la manda. Nunca lo había visto de manera romántica. Éramos solo compañeros de joda, por decir algo.

Después de aquella charla con Scott él siguió durmiendo sus últimos cinco minutos. Aproveche ese tiempo para dedicarme a escribir.

Esta vez narré cuando fui rejuvenecido, los pocos días que estuve de ese modo y el momento que conviví con Stiles y el padre de Scott.

Había estado narrando varios sucesos de mi vida sin orden alguno, solo lo que me apetecía narrar o ameritaba la situación.

Sin olvidar el hecho que las memorias falsas volvían invadiendo mi mente, queriendo borrar mis recuerdos.