¹POWER: ron weasley.

VI. ORGULLO SLYTHERIN

      —Bien. Solo encuéntranos allí, entonces—, respondió Theo, dándole una pequeña caricia sobre la cabeza antes de salir de la Sala Común, Greengrass y Zabini lo siguieron. Una vez que Nova se aseguró que se habían ido, sacó la carta que había obtenido de Weasley la noche anterior.

      Nott, encuéntranos en Hog's Head mañana. Y recuerda no decirle a nadie a dónde vas.

      Nova rodó los ojos. Como si fuera lo suficientemente estúpida como para decirle a alguien que estaba yendo en contra de su Padre, y con Harry Potter encima. Se encargó de prender fuego la carta, arrojándola a la fogata.

      El aire estaba ligeramente frío cuando salió del castillo, pero no era insoportable. Notó que las hojas de los árboles comenzaban a caer, dando la impresión que otoño estaba acercándose. Paró y le dio su permiso a Filch cuando él estiró su mano hacia ella.

      —Luce falsa—, habló Filch con un tono infeliz.

      —Dejaste ir a mi mellizo y él tiene la misma firma—, respondió Nova con un tono agitado. Filch pareció encontrarle lógica a su argumento, por lo que la dejó seguir dedicándole una mirada. Ella simplemente rodó los ojos, caminando hacia la entrada de Hogwarts y marchando en dirección a Hogsmade.

      Cuando Nova llegó a Hog's Head, su nariz se arrugó en disgusto. Colgando del cartel sobre la puerta había una cabeza cuya sangre caía hasta manchar la ropa blanca. Nova no estaba impresionada. Al abrir la puerta y entrar, el primer pensamiento que albergó su mente fue lo mucho que su Padre odiaría Hog's Head. Estaba cubierto del techo al suelo en lo que lucía tierra seca, pequeñas partículas de polvo se esparcía cada vez que daba un paso. El lugar era oscuro, nada de luz lograba traspasar las ventanas sucias.

      —Buen lugar para reunirse, Granger—, murmuró Nova para sí misma. Notó al grupo en el fondo del pub, justo cuando Fred Weasley habló.

      —Hola. ¿Podríamos tener... veinticinco cervezas de mantequilla, por favor?

      Cuando el hombre lo miró molesto, Nova suspiró —. Que sean veintiséis.

      Estaba segura que nunca había visto tantos ojos sobre ella. Todos en el grupo se giraron para ver a la Slytherin, varias bocas abriéndose ante su aparición. Los únicos que parecían estar felices porque había aparecido eran Potter y Granger. Incluso Weasley lucía aprehendido, como si estuviera arrepentido de su decisión de invitarla a la reunión secreta.

      — ¿Qué diablos hace ella aquí?—, preguntó Terry Boot, un chico de Ravenclaw de un año menos que ella. Había una frialdad en su voz que Nova estaba segura reservaba para los Slytherins.

      — ¿Quién invitó a la Slytherin?—, agregó Ernie Macmillan. Nova le envió una mirada tan fría que él se recostó en su asiento para poner distancia entre ellos.

      —Yo lo hice—, respondió Potter, mirando a Ernie y Terry —. Invité a Nott y, si no les gusta, no tienen por qué quedarse—, sus ojos esmeralda viajaron para encontrarse con los de Nova, quien le dio un corto asentimiento y se sentó al lado de Neville Longbottom. Él se acercó a Dean, y tembló cuando ella cruzó las piernas.

      El hombre del bar apareció de vuelta con varias bebidas, y Nova le deslizó un par de monedas antes de tomar un trago. Una vez que el líquido golpeó su garganta, la mirada irritada de su rostro se suavizó. Mientras la mayoría de los chicos de Hogwarts amaban los dulces del carrito del Hogwarts Express o de Honeydukes, Nova no creía que había algo mejor que la cerveza de mantequilla.

      Una vez que todo el grupo estaba sentado, Nova se inclinó en su silla y esperó a que Granger hablara.

      —Eh—, comenzó Hermione, su voz aguda. Nova quería reír. En su mundo, estar nervioso no era una opción. Siempre la entretenía ver cuando otras personas lo estaban —. Bueno... uhm, hola.