01. UNA PROPOSICIÓN

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CAPÍTULO UNO
UNA PROPOSICIÓN.
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ELLIE CAMINABA LIBREMENTE por los jardines del castillo cuando notó la presencia de los Merodeadores sentados junto al lado debajo de árbol

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ELLIE CAMINABA LIBREMENTE por los jardines del castillo cuando notó la presencia de los Merodeadores sentados junto al lado debajo de árbol. Remus, su hermano mayor, estaba leyendo un libro. James estaba jugando con una snitch, Sirius estaba disfrutando de un cigarrillo y Peter estaba mirando las nubes en el cielo.

—Miren, pero si es mi chica favorita de la escuela.—Sirius habló cuando notó la presencia de Ellie y sonrió.

—Sé quién es tu chica favorita, pero no te preocupes, no le diré a nadie.—bromeó ella, sentándose junto a ellos en el césped.—¿Qué están haciendo?

—Adivina.—Remus dijo, cerrando el libro que leía.

—Están pensando en su próxima aventura durante la luna llena.—Ellie sonrió.—A la que también me gustaría ir, pero no puedo porque mi hermano es demasiado molesto y no me deja ayudarlo.

—Tu hermano no es molesto por no querer que termines lastimada.—él respondió.

—Sigo pensando que mi hermano es molesto.

—No me importa.—Remus rodó los ojos.—Estábamos escuchando las ideas de James para pedirle a Lily que saliera con él.

—Ella ya dijo que no saldrá conmigo.—James habló y Ellie se giró para encontrarse con la mirada del chico.

Ellie siempre supo de las discusiones entre los dos, debido a la insistencia del chico de pedirle a la pelirroja que saliera con él. Incluso la Hufflepuff estaba cansada de los numerosos fallidos intentos de conquistarla de James.

—Pero ella lo hará.—James siguió. Claramente no le importaban las palabras de la chica.—Tengo un plan.

—¿Qué plan?

—Un plan en el que necesitaré ayuda de alguien.

—Ya sabes que estamos aquí para ayudarte, amigo.—Sirius sugirió.

—¿Del señor bipolar/dramático?—Ellie rió mientras Sirius rodaba los ojos.

—En realidad, necesito ayuda de una chica.—James habló y miró a Ellie.—Y tú eres una chica.

—Que buena observación.—Ellie se cruzó de brazos, haciendo reír a los otros chicos.

—En serio, necesito tu ayuda.

—¿Por qué?

—Necesito saber cómo funciona la mente de una chica y tú debes saberlo.

—No.—ella contestó.—Quiero decir, no te voy a ayudar. Ya he dejado en claro que no quiero tener nada que ver con tus propuestas aburridas.

James asintió, agarró la snitch dorada y la dejó volar en el aire. El sonido de las alas de la bolita irritó a Ellie, y esto se mostró en su rostro.

—Se realista, James.—Remus habló.—Lily no está interesada en ti.

—Me voy a casar con ella.

—Si, y yo me voy a casar con Snape.—Ellie rodó los ojos.

—Hablo en serio.—bufó.—Nuestros hijos serán hermosos e inteligentes.

—¿Sabes? hace tiempo que he querido regalarte unas pocas sesiones de terapia. Son gratis.—murmuró la Hufflepuff.

—Oh, vamos. ¿Qué te cuesta ayudarme?—suplicó James.—Todo el mundo tiene un precio.

—Ahora si me interesa esto.—Ellie dijo, frotándose las manos.—¿Qué te cuesta dejar de jugar un segundo?—ella se quejó, tomando la snitch en sus manos.

—¡Cuidado!

La joven sostuvo la snitch dorada en sus manos; sentía que las pequeñas alas le hacían cosquillas.

—Puedo darte mucho chocolate.—James le sonrió.

—No es suficiente.

—¿No es suficiente?—Remus preguntó, indignado por la respuesta de su hermana.

—Dependiendo de en qué necesites ayuda, no es suficiente.—Ellie se corrigió.—¿Qué quieres que haga?

—Necesito ayuda para invitarla al baile de navidad.—dijo.—Necesito que le digas cosas buenas de mi.

—¿Sólo eso?—Ellie frunció el ceño.

—¿Eso fue un si?—preguntó James.

—¿Alguien escuchó un si salir de mi boca?—preguntó la chica de forma sarcástica.—Lo pensaré.

James esbozó una vaga sonrisa y abrió la mano para que Ellie le devolviera la snitch. Ella lo hizo y luego se levantó del césped, dándole palmaditas a su uniforme para quitarle las hojas pegadas y la tierra de encima.

—Te juro que no te arrepentirás de ayudarme.

—Todavía no te he dado mi respuesta.

—Piénsalo.—James puso su mejor mirada suplicante.—Puedo ayudarte con lo que quieras.

La chica posó su mochila en su hombro y sin dejar de mirar los ojos caramelos de James, ella soltó un pequeña risa y se despidió de los chicos para caminar hacia su siguiente clase del día.

—Tu hermana es hermosa.—comentó Sirius.

—¡¿Qué?!—Remus exclamó, mirando a Sirius con los ojos muy abiertos.

—Dije que tu hermana es hermosa.—repitió, sin importarle la mirada de desaprobación en el rostro de su amigo.—No te enojes conmigo.

—¿Parezco enojado?—Remus se cruzó de brazos.

—Si.—respondió Peter.

—Muy enojado.—agregó James.

—No es una niña, no tienes porqué estar enojado.

—Sigue siendo mi hermana.

—Pero no decides por ella, así que no está bien que estés enojado.—Sirius insistió con una sonrisa.—Y para que sepas, ya la he besado.

Las mejillas de Remus pasaron de tener un color pálido a un rojo brillante. Cerró los ojos, esperando internamente a que esa historia solo haya sido una mentira que él inventó.

—Corre.—James le dijo a Sirius riendo.

—Si yo fuera tú, estaría más enojado con él conmigo.—Sirius señaló a James, quién lo miró con confusión.—Cada vez más cercano a Ellie...

—No soy como tú.—James dijo al captar la indirecta.—Solo tengo ojos para Lily Evans.

—No eres como yo... aún. Veamos después, cuando hayas cambiado de opinión.—susurró Sirius a su mejor amigo, recibiendo otra mirada de desaprobación de Remus.—Tú no escuchaste nada.

—Lo escuché y estoy tratando de no matarte.

—Solo dije la verdad.

Se miraron el uno al otro durante unos minutos; provocando que Sirius riera. Remus rodó los ojos ante eso y volvió a abrir su libro mientras los demás disfrutaban del día soleado.


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falling ━ james potter. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora