━━ ⦗ falling! ⦘
❝ ayudar a un
amigo siempre
es un buen negocio. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
en otro año escolar, la chica de
hufflepuff fue sorprendida por una
desesperada súplica...
━━━━━━━━━━━━ CAPÍTULO TREINTA Y UNO JAMES, LA REINA DEL DRAMA. ━━━━━━━━━━━━
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EL CANTO ARMÓNICO DE LOS PÁJAROS y la suave luz del sol fueron las dos primeras cosas que el cerebro de la joven Hufflepuff logró registrar la mañana después de la fiesta en la sala común de Gryffindor. Cuando la realidad llenó sus sentidos, la mañana ya no parecía tan normal.
Un dolor insoportable llegó a la cabeza de la chica mientras se sentaba en la cama, apoyando las manos en las mantas y almohadas. Todavía era temprano y no había nadie despierto en el dormitorio que compartía con sus compañeras de casa, especialmente con lo que pasó la noche anterior.
La fiesta en la sala común de Gryffindor trajo resaca para casi todos los estudiantes del castillo, y para mala suerte de la Hufflepuff, la resaca llegó con una decepción como bonificación.
Todavía no podía creer que James hubiera robado sus cartas durante el verano. Ellie Lupin odiaba sospechar de las personas, pero también odiaba que alguien le ocultara la verdad, lo que ponía en riesgo su confianza.
—¿Ya despertaste?
Desorientada y exhausta, los ojos de la joven se lanzaron al encuentro de su mejor amiga. Agatha estaba acostada con las mantas hasta los hombros, aparentemente fatigada después de la celebración de anoche. Se estiró y bostezó al mismo tiempo.
—Ya no tengo sueño.
—Por otro lado, yo quiero dormir hasta el fin del año escolar.—Agatha comentó.—Parece que alguien me atropelló e incluso prendió fuego a mi cuerpo.
—¿Cuánto bebiste ayer?
—Un poco demasiado.
—Se nota.
La rubia se levantó de la cama y conjuró un poco de agua en un vaso con la ayuda de su varita. Extendió una mano con una pastilla y la otra con el líquido hacia Agatha. Su amiga frunció el ceño.
—Me lo agradecerás.
—¿Tiene mal sabor?
—Si, pero es mucho mejor que sentir todo el día que tu cuerpo fue atropellado y prendido fuego.—insistió y Agatha tomó la medicina y luego el agua.
—Esto es genial.—Agatha bostezó.—Me acabas de envenenar.
—No seas tonta.—la rubia dijo, sofocando una risa.—Así es como funciona.
Después de absorber la desagradable medicina, Agatha se acomodó debajo de las mantas y se durmió en menos de cinco minutos. Ellie intentó volver a dormir, pero ni siquiera podía hacerlo con la ayuda de una pastilla para ayudarla a dormir.
