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- Detesto ir al Capitolio .- Dice Lilie enfurruñada.- No aguanto vivir con esa gente que lo tiene todo.

- Al menos no tienes que ir cada semana.- Me levanto para ir a dormir un poco después de pasar toda la noche despierto.- Deberías descansar, estos días van a ser muy agitados.

La Gira de Lilie estuvo bien, tuvo un grato acogimiento en la mayoría de los distritos pero nada será igual como la calurosa y exagerada bienvenida que le darán al llegar al Capitolio. Los primeros rayos de sol ya se puede ver detrás de las montañas que están cubriendo a esta gran ciudad y el tren empieza a bajar su velocidad a medida que nos adentramos más a las calles.

- Jay querido, ya llegamos.

- Si, dame un segundo Aylen.- me pongo algo mas "presentable" para complacer a mi escolta y salgo hacia el auto que nos espera para llevarnos al centro de entrenamiento.

Las calles del Capitolio están llenas de gente que su única preocupación parece ser lo que comerán esta noche, desde que conozco más a Lilie puedo darme cuenta que el Distrito 2 no es un paraíso comparado con los otros distritos, los mineros también sufren e incluso mueren de hambre y eso me ha hecho ver diferente al Capitolio.

El auto curva y finalmente nos deja en la entrada de un escenario en donde somos recibidos por muchas cámaras aunque todas se enfocan en Lilie y ella pone una sonrisa que si no la conociera, podría decir que es auténtica.

- ¿Tan rápido pase de moda? .- Susurro a Aura y suelta una pequeña risa.

El día avanza y Lilie se presenta en diferentes partes de la ciudad dando el mismo discurso de agradecimiento con el Capitolio. Cuando ya esta a punto de oscurecer finalmente nos dirigimos hacia nuestros alojamientos en el Centro de entrenamiento.

- Estoy muerta, solo quiero llegar a dormir.

- Pues esta noche no será, porque tenemos el banquete con el presidente.

Lilie finge que llora y nos reímos juntos, desde que tengo a alguien que entiende perfectamente lo que pase todo esto de ser mentor se ha vuelto más fácil.

Después de pasar todo el banquete comiendo y recordar lo divertido que fue ver a Lilie bailando y posando para las fotos que le pedían todas las personas de la fiesta, es hora de regresar al centro y dormir porque mañana regresamos al Distrito 2 así que nos despedimos de todos los asistentes que aun no están ebrios y subimos a los autos que nos llevarán.

- Cuando ganaste, todas las familias de la mina estallaron de felicidad.- Comenta Lilie sin quitar los ojos de la ventana del auto.- Llegarían mas provisiones y podríamos comer mas.

Jamás me puse a pensar en eso, es increíble como en el mismo distrito la desigualdad sea tan palpable, por un lado están las familias de Agentes de la Paz que lo tienen todo y por otro la gente que trabaja en las minas que no saben si comerán en la noche.

- Imagina lo felices que se sintieron cuando ganaste tú, alguien de las minas que sabe lo que están pasando e incluso los ayuda.

Lilie sonríe y parece por un instante que esta llorando. Nos quedamos en silencio hasta que el auto se detiene y nos bajamos frente al centro, del auto de atrás se baja todo el equipo de preparación y Aylen.

- Es hora de que vayan a dormir, mañana regresaran a primera hora a su distrito.

El viaje de regreso es rápido, nos demoramos menos de tres horas y para la mitad del día ya estamos en casa, regresar a mi distrito siempre es un alivio, poder estar con mi familia y sobre todo estar lejos de la superficialidad del Capitolio es algo relajante.

- Buenos días señor Petsch .- El padre de Lilie es un hombre joven que ahora que viven junto a mi lo veo casi todo el tiempo.

- Hola J ¿Cómo estas? ¿Quieres pasar a ver a Lilie?, creo que ya despertó

- No es necesario, mas tarde creo que vendrá a una pequeña reunión que haré con mis amigos en mi casa.

La gente en el distrito parece mas contenta desde que tenemos dos ganadores consecutivos, Enobaria no paro de felicitarme cuando se entero que tuve un ganador en mi primer año de mentor, este años Lilie será junto a mi mentora hasta que gane alguien más.

- ¡Entren! .- Grito desde la cocina cuando la puerta suena

- Demonios, cada día es peor .- Es mi mejor amiga Allison.- Cada vez nos exigen más en la Academia.

La Academia de los agentes de la Paz es en donde se forman todos los aspirantes que esperan ser aceptados para este cargo, es la mejor profesión a la que se puede llegar en cualquiera de los distritos aunque solo la gente del Dos puede acceder a ella.

- Tienes suerte de no haber entrado .- Comenta Max mientras cierra la puerta

- Claro, solo tuve que sobrevivir a unos Juegos del Hambre.- Nadie responde así que añado.- Igual, ya mismo saldrán de ahí e irán a...

- Yo al Distrito 12 y Max al 11 .- Termina Allison molesta.- Son los peores Distritos.

Siempre los nuevos agentes son enviados a los distritos más pobres y van ascendiendo hasta llegar al Capitolio, mi abuelo es el actual General de los Agentes y el que se encarga de los distritos interiores. Nos sentamos en la mesa junto a la chimenea esperando a que llegue Lilie mientras conversamos de los rangos de los Agentes.

- Recuerdas que siempre me pareció raro la situación del Distrito 13.- Susurra Alisson y sin esperar respuesta añade.- Hoy escuche a un agente que cuidaba los escombros decir que aún habitaban personas ahí.

- ¿Qué? .- Digo un poco confundido .- Eso es imposible.

- Eso fue lo que escuche a un amigo de mi papa que vigilaba los límites del 13, jamás se les permitía entrar mas allá, por la supuesta radiación .- Toma un momento para organizar sus ideas .- Me parece que tu abuelo también sabe que hay gente viviendo allí.

- No seria raro que lo sepa, pero dudo que haya gente .-Me incorporo un poco.- ¿Qué ganaría el Capitolio escondiendo esa información?

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora