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Despierto un poco cansado, solo desperté un par de veces, lo que significa que ya voy mejorando, me levanto de la cama me voy a bañar ya cuando salgo me pongo un pantalon negro y un buzo gris salgo de mi habitación y me voy a la cocina, no hay nadie a excepción de un avox que esta junto a la mesa, el desayuno ya me esta esperando así que lo como a toda prisa.

Ayer me quede con los dos nombres de los chicos del doce en mi cabeza hasta que me quede dormido, no se que dire para que su familia se sienta bien al verme, no creo que eso sea posible, el asesino de sus hijos ira a su distrito a hablar con ellos, que situación mas incómoda.

Donner... Así era el apellido de esa chica, me queda vagando por la mente por un rato, recuerdo haberlo oído en algún lado y este tenia relación con el distrito al que estoy yendo.

Hola Jay.- Dice Aylen sacándome de mis pensamientos.- ¿Estás listo para hoy? En unos minutos llegaremos.

-Si, me aprendí las tarjetas, muchas gracias Aylen.

Enobaria y  Aura se unen a la cena, me voy hacia la habitación del final en donde alguna vez durmió Lia ahora esta llena de esculturas de hierro, por que al fin y al cabo, necesitaba un talento y el que elegí se veía fácil.

La habitación tiene una linda vista posterior de los paisajes que recorre el tren, la forma en la que este anda es casi imperceptible, el paisaje es tan hermoso, es un bosque lleno de grandes pinos que cubren los rayos solares y un río los atraviesa estoy tan distraído viendo el paisaje que casi al final del río me parece ver un par de personas, pero solo fue un vistazo fugaz, así que no creo que sea posible.

El bosque se acaba justo cuando pasamos una valla de cables con electricidad el paisaje da un cambio drástico y parece que esa valla no solo limita al bosque con el distrito sino también de lo hermoso con lo desastroso.

El distrito doce no se parece en nada al distrito dos, la gente camina con un gran desgano, los niños que juegan por el camino son demasiado delgados que parecería que están a punto de quebrarse, las calles recubiertas de lodo están rodeadas por casas de madera vieja y mal construidas, el tren sigue avanzando hasta que entra en la estación y mi vista queda obstruida por la pared.

Bajo del tren junto con mi equipo, allí me encuentro con las cámaras así que pongo una sonrisa y sigo a los agentes de la paz hasta la entrada principal de lo que parece ser el edificio de justicia, entro y se confirma mi hipótesis, este edificio tiene la misma infraestructura que el del distrito dos, lo único que cambia son los muebles y la entrada.

-Un placer conocerlo señor Ruess.- El alcalde me saluda con un tono de voz que denota un poco de desprecio.- En una hora estaremos listos para que pueda dirigirse al pueblo.

-¡Esta bien!.- Me limito a decir mientras este se aleja sin mirar atrás.

La hora pasa demasiado lento, estuvimos conversando acerca de lo que paso estos meses, de lo que fue mi cumpleaños, de la maravillosa vida en el Capitolio de Aylen y Aura y de la nueva cirugía que Enobaria piensa para sus dientes, pero se nota la impaciencia de todos por salir de este lugar.

La hora llega a su fin cuando se oye al alcalde pronunciar un pequeño discurso de bienvenida hacia mi, las puertas se abren lo que es señal suficiente de que debo salir, el edificio esta ubicado frente a la plaza de la ciudad en donde hay unas diez mil personas reunidas todas frente a mi, el centro de este distrito se asemeja mucho a la parte pobre de mi distrito, la parte de los mineros.

El alcalde me sede el micrófono y veo bien a toda la gente del distrito reunida, la mayoría tienen el pelo negro y ojos grises a excepción de unas cien personas que tienen el pelo rubio y ojos azules incluidos la familia de Nelly que esta en una tarima frente a la mía.

-Bu...Buenas tardes gente del distrito doce.- Digo un poco inseguro.- Estoy aquí no solo para dar un pequeño discurso en honor a sus tributos caídos ya que tal vez no soy la mejor persona para hacerlo, debido a que yo fui quien puso fin a su vida.- Eso no estaba en las tarjetas de Aylen así que me limitaré a decir lo que me aprendí .- Debemos dar gracias al Capitolio por cobijarnos bajo sus piadosas alas y darnos el sustento diario y la protección que necesitamos para vivir, y como parte de ellos debemos proveerles de los mejores materiales, vengo de un distrito de mineros al igual que ustedes, se lo difícil que seria la vida sin el capitolio es por ellos que me permitire a agradecer a todos ustedes por hacer grande al capitolio y a ¡PANEM!

La gente solo se limita a aplaudir con desanimo por lo que me bajo del escenario y voy hacia el edificio de justicia, todo esto es muy raro, ver la cara de desaprobación de las personas de todo este distrito, solo quiero salir de aquí y terminar con esta gira de una vez por todas.

El tren avanza de forma muy rápida entre los árboles, pero estos a medida que avanzamos son reemplazados por campos de cultivos de varias plantas, debe ser el distrito 11

Por estos seis ultimos dias recorrimos la mayoria de distritos, la gira en los distritos pobres como son el 12, 11, 10 y 9 es muy similar, en cada distrito doy unas palabras y veo como la gente me mira, algunos con desánimo, otros con indiferencia, pero la mayoría me mira con desprecio, como si les hubiera quitado algo por lo que vivir, tal vez lo hice, pero ellos en mi lugar hubieran hecho lo mismo, así que no me siento culpable.

Por otro lado la apreciacion de la gente del 9, 8, 7, 6 y 5 es menos brusca, por lo que me atreveria a pensar que entre mas pobres sean los distritos más resengimiento tienen, no solo hacia mi, sino hacia el capitolio y la idea general de los juegos.

Acabamos de salir del distrito 5, mañana empezara la verdadera diversión de la gira, mañana me toca dar el discurso en el 4 y el 3 para terminar en dos dias en el 1 y asi completar la lista de profesionales que maté en mi estadia en los juegos y llegar por fin al Capitolio.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora