Padre.

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En el libro anterior hable sobre mi madre, pero no toque nada sobre mi padre, lo único en lo que lo mencione fue en la separación y en el capítulo de Uriel. Así que ahora le toca tener un poco de protagonismo.

Después de la separación él se quedó con la casa, la casa comenzó a decaer, no le daba mantenimiento y se había vuelto en un monumento de basura, si bien antes tenía problemas con el alcohol ahora eran más graves, cuando nos mudamos él siempre nos ayudó con mover las cosas de casa tras casa, a pesar de lo que había pasado siempre estuvo apoyando a mi madre, no de la forma correcta, pero casi siempre estaba ahí. Cuando mi madre regreso a la casa con mi hermano, tía y abuela él se fue a vivir con sus padres. Mi madre se encargó de realzar la casa.

Mi padre era la única persona aparte de mi primo a la que yo más quería, me prometió incontables veces que dejaría de tomar y por más de que dejaba de hablarle durante semanas o incluso meses lo seguía haciendo, fue hasta que me dé cuenta que jamás cambiaría así que solo le dije "Eres mi padre y te quiero, sigue tomando, yo no moriré, solo me quedare sin padre". Realmente me seguía doliendo que siguiera con ese vicio, pero esperaba que si al darse cuenta que se estaba quedando solo haría lo imposible para alejarse de su alcoholismo, pero nunca dejo de hacerlo.

Cuando paso lo de Armando, cuando se enteró, nunca fue a aclarar las cosas, a apoyarme, solamente desapareció, no fue a casa hasta que las cosas se habrían calmado, me dejo solo. Un niño de 14 años enfrentándose solo a lo que más quería en ese entonces. Wow. Ahora que escribo esto puedo ver como realmente siempre he estado solo.

Pero padre, incluso después de eso te seguí queriendo, seguí amándote incluso con los problemas que tenías, y lamento lo que paso aquella noche. En la noche de la separación. Ahora soy más grande y soy capaz de entenderte, de entender por qué tu alcoholismo y por qué reaccionaste de aquella manera esa noche. Me costó un poco ver las cosas como eran, pero una infidelidad nunca se perdona. Mi madre había estado viéndose con otra persona...

Cuando me entere de aquello me quede perplejo, o sea que toda mi vida había sido una mentira, ni siquiera eran capaces de haberlo hablado con sus hijos. Y peor aún, me entere después de que mi madre me juzgara como una blasfemia por mis gustos. Madre no era tan santa después de todo.

Si puedo decir algo es que soy celoso a Dios. Tal vez eso me lleve directo al infierno si es que llegara a existir. Pero como es que algo que probablemente sea una absoluta mentira de control de masas puede más que el amor de tu hijo...

En parte me alegro por mi padre, pudo dejar de lado sus problemas gracias a su "fe" al todo poderoso, esa cosa pudo más que yo. Al inicio me enfado bastante, pero entendí que fuera como fuera que lo haya afrontado, pudo superar algo que yo no.

Citando a Dama G "Dios es la mejor cura placebo del mundo y yo no puedo encontrarla"


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