Cuando un nuevo mundo inicia, tú te verás obligada a enfrentarte a los nuevos retos que el oscuro Apocalipsis te ofrezca y sobrevivir sin importar lo que pase. Lágrimas, desesperación, peligro, amistades e enemistades y lo que uno menos desea: Tener...
Me dirigo hacia afuera del comedor, al estar en el pasillo busco por todas partes una espalda ancha y un rostro realmente hermoso.
—¿Me buscabas?—detengo mis movimientos.
—¡Oppa!—corro a abrazarlo.
—¿Oppa?—él ríe entre mis brazos.
—Así se decía en mis tiempos—contesté y él volvió a reír—Ya sabes.. antes de que este nuevo mundo empiece. En realidad, a mí tampoco me gusta decirlo pero quería hacerlo por una vez en mi vida ahora que todo esto parece una novela.
Logro sacarle una risa.
—Bueno..—suspiro alejándome de él—¿Para que tu repentina visita? ¿Y por qué no me visitaste ayer?—pregunto un poco resentida, sólo un poco. Entiendo que debe tener harto trabajo, al igual que nosotros.
Jin da un pequeño suspiro, lo cual de pronto me hace mirarlo con curiosidad, se nota preocupado acerca de algo. Es más notorio al segundo que decide mostrarme una media sonrisa. Estoy a punto de preguntarle si se encontraba bien pero guardo mis palabras, ya que como predije, su respuesta iba a ser..
—Cosas del trabajo, prometo visitarte más a menudo—suspiro pero confío en sus palabras. Estoy segura de que si Jin me necesitara, me daría un aviso.
—Bueno, ¿por qué me buscabas?—pregunto volviendo al tema.
—Mi madre me envió a buscarte, dice que quiere hablar contigo—frunzo mi ceño.
—¿Para qué?
Realmente me parece extraño.
—Tiene que ver con el plan de mañana así que presta mucha atención ¿Si?—me responde y de pronto me siento más confundida que antes.
¿Que tenía que ver yo con el plan de mañana? ¿Y por qué exactamente yo?
—Buenos días Jin—levanto mi mirada al escuchar otra voz. Me encuentro con la bella sonrisa de Yeri, su compañera de trabajo.
Wow.. Sí es muy hermosa..
Noto como Jin se pone más erguido al instante.
—¿Qué tal Yeri? Te pusiste algo nuevo hoy porque te ves mas hermosa que ayer. Aunque siempre lo estás.
Mi cara literalmente es así:
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Yeri no podía estar más rojita cómo tomate, Jin mirándola dulcemente y yo de mal tercio.
—Ahm.. creo que ya me voy—Jin reacciona entonces.
—Oh sí, vamos.
—No no—pero lo detengo—Puedo llegar sola—además, tal vez Yeri te necesite más que yo.
