Labyrinth: Fragmentos [FanFic]

14. El misterio de la conexión

-Si Sarah se enterara que Alice está aquí y no solo eso, que su sobrina está enamorada de Jareth perdería la cabeza, y lo mejor de todo, que el laberinto le responde a...

El silencio que se provocaba en el momento en que Hoggle interrumpía su frase provocaba curiosidad en Sir Didymus, sobre todo porque el rostro del enano reflejaba una gran sorpresa como si hubiera resuelto un misterio, después de todo, no estaba tan lejos de la realidad esto.

-¿Hoggle? Amigo mío, ¿estás bien?-Cuestionaba el can un tanto preocupado.

-Creo que acabo de resolver una gran pregunta Didymus, pero para corroborarlo... Necesitamos encontrar a Alice.

-No te preocupes mi amigo, déjanos ese trabajo a Ambrosius y a mí-Al terminar esta frase, el primero de esto comenzaría a olfatear el suelo y comenzar a caminar a prisa siguiendo el rastro de la chica.

Hoggle apresurado les seguiría el paso mientras en su cabeza no dejaba de darle vueltas a esa idea... ¿Y si el laberinto ahora era controlado por Alice? Eso tendría mucho sentido por qué este no le había supuesto un obstáculo a la chica a su llegada. Parte del misterio estaba siendo descubierto pero para estar seguro tenía que verlo con sus propios ojos.

A la par que todo esto ocurría, en el salón del trono Jareth frotaba sus ojos mientras la esfera con parte del amuleto ya forjado flotaba frente a él. Aquella mirada que Alice le había dado antes de que él se marchara no podía sacársela de la cabeza, pues era una mirada que le suplicaba hasta cierto punto que no la regresara a su casa.

-Maldita sea...-Susurraba el rey al abrir sus ojos y mirar la esfera, el artefacto que guardaba en su interior era la pieza clave para su plan de vengarse contra Sarah, pero igualmente era la clave para probablemente lastimar a Alice, algo que no deseaba.

-¡Su majestad!-Llama un goblin entrando a la sala del trono.

-Dije que iba a estar ocupado y que no me interrumpieran-Mencionaba Jareth al colocarse de pie y colocar su mano debajo de la esfera para que este se elevara de nuevo saliendo del alcance de los goblins.

-Lo siento su majestad pero solo venía a confirmarle que las invitaciones fueron entregadas en su totalidad, inclusive muchos confirmaron en su momento-Al decir esto, el goblin le extendía un papel con varios nombres a Jareth.

El rey tomaba la nota para leer con detalle cada nombre y al soltar un ligero suspiro miraría de nuevo el amuleto de reojo, esto para disimular y no exhibirse frente al goblin.

-¿En serio debe irse?-Mencionaba un poco curioso aquella pequeña criatura.

-¿Disculpa?-Era lo único que contestaba Jareth ante tal pregunta que el goblin hacía.

-Pregunto porque desde que ella llegó, el grifo ha dejado de fastidiarnos, inclusive... Usted se ha visto más activo, su majestad.

Ante tales palabras, Jareth arqueaba una ceja manteniendo un gesto serio. El pequeño goblin no necesitaba de palabras para entender que esa era la señal y se retirara antes de que el rey tomara represarías contra él por haber dicho semejante cosa en su presencia; ni lento ni perezoso, el goblin apresuraba sus pasos hasta salir de la sala del trono dejando solamente a Jareth en ese lugar, quien lanzaba un suspiro de fastidio mientras lanzaba la lista de invitados hacía el suelo.

Se acercaba de nuevo a su trono conforme el cristal descendía hasta estar a la altura de los ojos del mago. Se cruzaría de brazos al resoplar un poco, por primera vez en su vida, Jareth estaba reconsiderando sus planes por un gran detalle... Su corazón comenzaba a sentirse encantado por Alice, y saber que este sentimiento, a diferencia con Sarah, podía ser correspondido por las múltiples señales que Alice le había demostrado.