Epílogo

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Habían pasado siete años desde el sacrificio de Leopoldo, su recuerdo quedó junto al cuerpo policíaco de la urbe, y aunque no fuera algo impresionante, una modesta placa adornaba la entrada del recinto:

"En memoria de aquellos que dieron sus vidas en la 'Madrugada de los Lamentos' en 2017, cumpliendo su eterno deber con los ciudadanos". 

Natalia investigaba acerca de nuevos casos de devoradores, pero solo llegaba a leyendas vagas como una que decía que habían caído de la luna, pero nada era concluyente.

A todo esto la mirada del Santo Oficio, los parapsicólogos franceses y los agentes rumanos caía sobre un proyecto secreto que traía entre manos la ONU. 

La Tierra simplemente mantenía su relativa tranquilidad, si bien las guerras no eran ajenas junto a otros problemas, pero por lo menos no eran sometidos por el actuar de enemigos de otros mundos.

María asistía a la graduación de su vástago, recién terminaba la educación primaria y ambos rebosaban de felicidad. Fueron a celebrar junto a compañeros del niño en un restaurante elegante de la ciudad, uno de los primeros que visitó la investigadora tras mudarse.

Con el sueldo que obtenía como periodista de casos policiacos le bastaba, tanto que no extrañó mucho su anterior empleo. Todos disfrutaban de la velada hasta que los empleados subieron el audio al televisor:

—Ciudadanos de todo el mundo, hoy el comité de las Naciones Unidas ha aprobado la creación de la Alianza por la Tierra, organismo encargado en la defensa planetaria, dado que hemos hecho contacto con una especie extraterrestre con comportamiento hostil, pedimos sobre todo mantener la calma, ya tenemos un plan para evitar una conquista —expresó con nerviosismo un hombre algo viejo.

En la pantalla del aparato se veían imágenes de archivo de ciertos individuos, destacaban un joven y una chica que emanaban un aura luminosa, resultaba algo risible pero Hortensia sólo recordó a su compañero caído, mientras todos los clientes, incluido su retoño, estaban asustados por la noticia; ella mientras tanto, se inundó en los recuerdos de su antigua vida.

Extrapolando, la noticia se difundió por todo el mundo, la violencia en las calles aumentó, y para empeorar las cosas había humanos de grandes capacidades dispuestos a tomar justicia por mano propia. La espora de los vengadores urbanos se expandía por el aire, cubriendo sus rostros iban a tomar cartas en el asunto.

Los alienígenas tan sólo eran una de las muchas amenazas del variado universo, hasta dentro del planeta, en muchos de sus rincones existían situaciones perturbantes. La esperanza de la humanidad estaba de nuevo en manos de los que llamaban fenómenos.

Una nueva era empezaba, grandes guerras nacerían mientras el tiempo avanzara, y no se tenía certeza de que el universo fuera a durar por siempre.

Y con respecto a las afirmaciones de los supuestos herejes sobre el abandono del Creador, es algo de lo que nadie tiene certeza, y era mejor jamás tenerla, quién sabe cómo es la lucha de poder entre los panteones de deidades...

Las Ventanas a la MenteOù les histoires vivent. Découvrez maintenant