◟⁵²◝

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Eun Bi abrió suavemente la puerta, tratando fallidamente de limpiar sus mejillas antes de que la mayor pudiera verla llorar.

Su recuperación no sería nada rápida ni sencilla, años de traumas no se compensaban con ir a terapia un par de veces, ni comiendo todo lo que no había comido desde los ocho años.

Al girarse hacia la cama de Eun Ha, se encontró con la curiosa mirada de ésta sobre ella.

—Buenos días, linda —la saludó, tratando de sonar lo más calmada posible, lo que solo la hizo mostrar una expresión preocupada, y se sentó lentamente en la cama, a su lado—. Tranquila, estoy bien.

La menor llevo ambas manos a la de Jung, la cual permanecía completamente inmóvil, al igual que una de sus piernas, y la mitad de su rostro.

—Pensaba en que sería buena idea salir a dar un paseo —dijo Eun Bi, cambiando repentinamente de tema—, ¿qué te parece?

Eun Ha la observó con algo de preocupación, sin embargo, no podía hacer mucho por convencerla de no sacarla de la casa.

Entonces, Eun Bi la ayudó a sentarse, y posteriormente a ponerse de pie por unos segundos, para luego hacer que deje caer su peso en la silla de ruedas.

Hecho esto, con ayuda del señor Jung, sacó a la de cabello corto fuera de la casa, para comenzar a dirigirse tranquilamente hacia algún lugar para pasar el rato.

En su camino, se cruzaron con un pequeño y vacío parque, pues nadie estaría ahí a esas horas de la mañana.

Eun Bi acomodó la silla junto a un gran árbol, y cuando se dispuso a sentarse en el piso, el brazo de la mayor la detuvo, haciendo que, en lugar de eso, se sentara en sus piernas, a lo que Hwang accedió.

—Unnie —llamó, con una suave voz, llevando su mirada hacia una bella mariposa, sus alas de un color rosado, casi único, que jamás había visto, dirigiéndose hacia algún lugar lejos de allí—, ¿me prometes que te esforzarás por recuperarte?

La mayor se mantuvo en silencio, a lo que Eun Bi soltó un pesado suspiro.

(( Años antes. ))

" [...] Tienes que ser fuerte, por mí.

Realmente no quiero dejarte sola sabiendo lo crueles que pueden llegar a ser mamá y papá.

Pero, no te pongas triste, hermanita, sé que muy pronto llegará una persona maravillosa a tu vida, antes de lo que crees.

No dejes de luchar, la tormenta acabará en algún momento. "

Las lágrimas continuaban mojando el papel y corriendo la tinta en éste.

No podía evitarlo, el dolor la invadía con solo recordar ese momento en que su hermana se quedó dormida a su lado, abrazándola, en la cama de hospital, para luego jamás volver a despertar.

Desde entonces, su padres se habían vuelto aún más fríos e insensibles con ella, haciéndola sentir que se lo merecía.

❝ nosey ❞ 2eunbi g!pTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon