◟¹³◝

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No disfrutaba en lo absoluto viendo cómo aquel afilado objeto dejaba un rastro de líquido rojo en su piel, sin embargo, era lo que lograba hacer que se sintiera mejor.

Entonces, el sonido de su teléfono robó completamente su atención, con un pequeño sobresalto.

Rápidamente escondió el objeto en una pequeña caja color blanco, junto a su cama.

⟨Estoy bien, unnie. Gracias por preguntar ^^⟩ Decía la sencilla respuesta de Eun Bi.

Sin nada para responder, Eun Ha dejó caer el teléfono en su cama.

Pocos segundos después, la puerta de su habitación se abrió, violentamente.

—Wow, qué fácil es ser túhabló, con sarcasmo, la mujer—. Ve a hacer las compras, ¿quieres? Parece que tu vida se resume en ese maldito teléfono.

Con un pesado suspiro, la de cabello corto se puso de pie, tomando su abrigo.

No hacía frío, no había viento, pero había cosas que prefería ocultar.

( . . . )

Eun Ha apenas podía soportar con el peso de su cuerpo, y debía cargar todas aquellas bolsas hasta su casa, donde tampoco tendría la oportunidad de descansar.

Entonces, un pequeño choque, insignificante para cualquier otra persona, provocó que soltara todas las bolsas.

—¡Lo siento! —exclamó la voz de Eun Bi, ya arrodillándose para arreglar lo que su teléfono le había ocasionado hacer.

—No te preocupes —habló la de cabello corto, agradeciéndole internamente por aquel corto descanso que le había dado a sus brazos.

En pocos minutos, ya todas las compras se encontraban dentro de una bolsa.

—¿Mal día? —preguntó la menor, una vez pudo ver directamente el rostro de la contraria.

—Puede ser —respondió Eun Ha, con un pesado suspiro, encaminándose hacia su casa.

—Déjame ayudarte.

Sin esperar una respuesta positiva, Eun Bi le quitó algunas de las bolsas.

—Está bien, no es necesario —insistió la baja, extendiendo sus brazos, con la intención de tener nuevamente las bolsas.

—Pero quiero hacerlo.

Con una pequeña sonrisa, Eun Ha aceptó su ayuda, y ambas comenzaron con el corto recorrido.

—Por cierto, ¿cómo estás? ¿Qué fue lo que te sucedió?

—Nada, nada —aseguró Hwang, con su mirada fija en el frente—. Tal vez fue algo que comí.

Pocos minutos después, ya se encontraban frente a la casa de la familia Jung, es decir, en donde Eun Ha menos quería estar en ese momento.

—Gracias por ayudarme; no sé si habría llegado hasta aquí sola.

—Para eso están las amigas, supongo. —Eun Bi rió un poco—. Nos vemos mañana.

Sin más, Eun Ha ingresó.

Con clara dificultad, corrió hacia la cocina.

—¿Estas son horas de llegar, Eun Ha? —interrogó la mujer, caminando justo detrás de ella—. ¿En dónde estabas?

—Ya déjame en paz. —La de cabello corto dejó las bolsas sobre una pequeña mesa—. No tardé más de media hora.

Con una fuerza impresionante, la mujer tomó su brazo.

—Que no se vuelva a repetir, ¿te queda claro?

❝ nosey ❞ 2eunbi g!pTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon