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Habían pasado un par de horas desde aquella conversación.

Eun Bi había despertado no mucho tiempo después.

—Estás molesta, supongo —habló, con una suave voz, al notar a la de cabello corto debajo del umbral de la puerta.

—Supones bien —respondió ella, acercándose lentamente, para sentarse en su cama—. No fuiste capaz siquiera de confirmar si estabas bien.

—Estoy perfectamente, Eun Ha —insistió Eun Bi.

—Claro, por eso estás en el hospital, qué tonta soy —la mayor rió sarcásticamente—. Tienes que aceptar que tienes un problema.

—El único problema es lo gorda que estoy —ella habló por lo bajo, sin embargo, no lo suficiente como para no ser escuchada.

—Acaso, ¿no te ves en el espejo? —cuestionó Eun Ha—. Estás mal, y yo no pienso perderte por esto.

La chica en la cama puso los ojos en blanco, y volvió a acostarse, dándole la espalda.

—Tu hermana quiere hablar contigo —volvió a hablar, colocando una mano cuidadosamente sobre su hombro.

—Pero, yo no quiero verla.

La menor giró un poco, y le sonrió, de manera sarcástica.

—Vas a verla, porque de todas maneras hablarás con ella —dijo la mayor, como última palabra, antes de salir del cuarto.

Entonces, unos lentos pasos comenzaron a acercarse a su cama.

—Eun Bi —llamó la suave voz de su hermana mayor, quien se detuvo a pocos pasos de distancia—. ¿Cómo te sientes?

—¿Te importa? —respondió Eun Bi, con otra pregunta.

No era por molestarla, o por armar una pelea, sino que era una duda real.

—Claro que me importa, insecto tonto —insistió Ye Rin, sentándose detrás de ella, intentando ganarse al menos una mirada de su parte—. Fui una mala hermana...

—¿En qué parte? —interrumpió Eun Bi, nuevamente, en una duda real.

—En todas; no te respeté, te dije cosas horribles, y no te cuidé como debía.

—¿Cuidarme de qué? Estoy perfectamente bien.

La alta soltó un frustrado suspiro, y se limitó a solo acariciar su cabeza.

❝ nosey ❞ 2eunbi g!pOù les histoires vivent. Découvrez maintenant