NUEVE

3.5K 378 14
                                    


No supo en qué momento se quedó dormida, ni cuanto tiempo había pasado así pero al despertar, seguía en la misma posición que recordaba antes de perder la conciencia, con sus brazos alrededor de Valentina, sintiendo su respiración sobre su pecho y con su cabello cosquilleando su cuello.

Poco a poco fue despertando un poco más y empezó a sentir los largos dedos de Valentina recorriendo su brazo izquierdo, al poner un poco más atención, se dio cuenta que la respiración de su ex novia no era tan profunda como hace rato, lo que indicaba que estaba despierta, sintió su cuerpo tensarse en automático y trató de soltarse.

"Por favor, solo un ratito más." Suplicó Valentina aferrándose a Juliana.

"Val."

"Perdón." Susurró antes de levantarse lentamente de la cama hasta sentarse frente a Juliana. Por primera vez en mucho tiempo se miraron fijamente a los ojos y fue como si no hubiera pasado nada de tiempo, la conexión que habían sentido desde el primer momento que se vieron seguía ahí. ¿Cómo era posible que después de todo lo que había pasado entre ellas pudieran decirse tantas cosas con solo verse a los ojos?

Valentina mordió su labio inferior y comenzó a parpadear rápidamente tratando de no llorar pero fue imposible, sus ojos se enrojecieron y lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. "Creí que nunca volvería a tenerte tan cerca."

"Yo creí lo mismo, Val." Respondió Juliana con los ojos humedecidos. "¿Te sientes bien? ¿Quieres agua o algo así?"

"Creo que estoy bien, ¿puedo preguntarte qué haces aquí?"

"¿Preferirías que me fuera?" Preguntó confundida.

"¡No!" Exclamó Valentina. "No te vayas, es que... no sé, estoy como en shock por tenerte aquí."

"Eva me pidió que viniera. Me dijo que has estado muy triste."

"Triste es el understatement del siglo." Respondió volteando los ojos y con tono sarcástico. "To be honest, me sorprende mucho que te haya llamado a ti para venir a salvarme."

"Está muy preocupada, creo que no tiene idea de qué más hacer."

"Qué ironía, ¿no?" Suspiró Valentina. "Después de todo lo que hizo por no vernos juntas ahora te pide ayuda." Fijó su mirada en los ojos de Juliana antes de continuar. "¿Puedo preguntarte por qué aceptaste? La última vez que hablamos me dijiste que no querías volver a saber nada de mí, ¿qué cambió?"

"Nunca había escuchado a Eva tan asustada, en algún momento de mi vida fuiste la persona más importante para mí y te amé como nunca imaginé llegar a amar a alguien, a pesar de todo lo que pasó y de todo lo que te dije, no quiero que estés mal."

"Muchas veces ensayé este momento, ¿sabes?" Bajó la mirada al mismo y tomó aire antes de seguir. "Deseaba tanto poder volver a tenerte frente a mí y quería estar preparada por si alguna vez tenía la oportunidad de hablar contigo, quería decirte tantas cosas. Quiero decirte tantas cosas." Suspiró y llevo su mano derecha a sus mejillas limpiando las lagrimas que seguían cayendo. "Pero ahorita que estás aquí es como si hubiera olvidado todo. Juls, tengo tantas, tantas cosas por decirte y tan pocas salen de mi boca. Que fácil sería si pudieras leer mis ojos cuando te miro. Antes podíamos decirnos todo con solo vernos, ¿te acuerdas?"

Juliana cerró los ojos y dejó caer las primeras lágrimas. "Si me acuerdo," le dedicó una pequeña sonrisa. "Pero somos personas completamente diferentes ahora."

"¿Realmente lo crees?" Preguntó Valentina. "¿No sientes nada por mi en estos momentos?"

"No dije eso, Valentina." Respondió molesta por la pregunta. "¿Sabes qué? Creo que esto fue una mala idea, sinceramente no sé cómo platicar conmigo podría ayudarte en algo," Se levantó de la cama. "Espero puedas sentirte mejor."

Valentina tomó la mano de Juliana antes de que pudiera alejarse y la jaló hacia la cama. "¡Por favor no te vayas, perdóname!" Exclamó. "No estaba pensando cuando te pregunté eso, sé que no tengo ningún derecho-"

"Exactamente." Interrumpió Juliana. "No tienes el derecho de hacerme ese tipo de preguntas, acepto tu disculpa pero Valentina, realmente no sé qué bien puede hacer que yo esté aquí. ¿Tú realmente crees que hablar conmigo pueda ayudarte a sentirte mejor? No hemos hablado en muchísimo tiempo, como te dije, eres diferente y yo también lo soy, ni siquiera nos conocemos."

"No sé, Juls." Respondió en voz baja y agachó la cabeza. "No sé si hablar contigo y contarte lo que pasó podría arreglar algo. Lo único que sé es que cada día me siento peor."

"Yo no sé si quiero escucharte, Val."

"Por favor dame la oportunidad de explicarte solo una vez, si después de escucharme decides no volver a verme, lo aceptaré. Tal vez las dos lo único que necesitamos es platicar una vez más para darnos cuenta de lo que sentimos, si no sientes absolutamente nada por mí después de hoy, te juro que no volveré a buscarte. Y ni Eva ni nadie de mi familia volverá a molestarte tampoco."

Juliana sintió su corazón acelerarse, no sabía si estaba preparada para escuchar todo, una parte de ella también había rogado por años poder tener una explicación de todo para poder ponerle punto final a esta historia. El final de su relación había sido demasiado abrupto y ni siquiera había podido procesar todo lo que pasó, tal vez este era el momento en el que por fin podrían soltar todo y seguir adelante. "Te escucho."

____________________________________

Abrió la puerta del cuarto que, desgraciadamente, desde hace meses se había vuelto como una extensión de su casa, había pasado tantas tardes en este lugar que debería estar acostumbrada ya, pero lo cierto es que era imposible acostumbrarse a la enfermedad y a la muerte. Por más que intentaba mantenerse positiva, con cada visita que hacía al lugar donde su papá se encontraba internado, las esperanzas se le iban acabando.

Al entrar al cuarto vio a Eva sentada a la orilla de la cama mandando mensajes con su celular mientras que su papá estaba durmiendo en la cama. "Hola, Eva. ¿Algo nuevo con papá?" Dejó su bolsa en uno de los sillones y se acercó a León para darle un beso en la mejilla.

Eva guardó su teléfono y lo metió a su bolsa, se levantó de la cama y caminó hacia su hermana para darle un corto abrazo. "Vale, que bueno que llegas. No, todo sigue igual pero necesito hablar contigo."

"¿De qué o qué? Qué pasa?" Preguntó confundida.

"¿Vienes sola?" Miró hacia la puerta esperando no ver a Juliana.

"Si, Juls viene al rato, ¿por?"

El sonido de la puerta abriéndose los interrumpió.

"Que bueno que llegas, te estábamos esperando." Dijo Eva.

"¿Lucho? ¿Qué onda?" Preguntó Valentina un poco confundida al mismo que caminaba hacia él para saludarlo. Lo cierto es que siempre habían sido amigos, su relación había terminado hace bastante tiempo y aunque al principio había sido complicado retomar su amistad, después de todo, el cariño que ambos sentían hacia el otro había ganado y ahora llevaban una buena relación.

"Hola, Val. ¿Y Juliana?"

"Está terminando unos dibujos que le pidieron, va a pasar por mí al ratito para irnos a comer. ¿Pero tú qué haces aquí?"

"Eva me llamó, creí que había pasado algo" Respondió mirando a Eva curioso.

Eva caminó hacia ellos y después de saludar a Lucho continuó. "Vamos a la cafetería, necesito hablar con ustedes y no quiero molestar a papá."

"¿Hablar de qué o que? Eva, yo vine aquí a pasar tiempo con papá, si quieres podemos ir por un café o algo algún otro día."

"Es urgente, Valentina, tiene que ser ahorita." Concluyó seriamente

____________________________________

"Me acuerdo que ese día estabas muy rara cuando fui por ti al hospital, te pregunté si habías peleado con Eva y me dijiste que no."

"No peleamos ese día, pero si fue ahí cuando empezó todo este infierno." 

Te cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora