CINCO

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Sergio bajó el teléfono de su oreja y lo colocó nuevamente en la mesa.

"¡¿Qué paso?! ¿Qué te dijo? ¡¿Le pasó algo a Valentina?!" Juliana preguntó frenética. Nadie de la familia Carvajal había tenido contacto con ella desde que se fue de México. La posibilidad de que algo lo suficientemente grave como para que Eva estuviera buscándola le hubiera pasado a Valentina la llenaba de pánico.

"Juliana, tranquilízate. ¡Respira! Tienes que calmarte primero." Sergio se dio cuenta que Juliana estaba realmente exaltada y trató de calmarla poniendo sus manos sobre sus hombros y ayudándole a respirar más despacio.

Después de varios minutos que parecieron eternos, Juliana se calmó lo suficiente para poder hablar. "Dime por favor qué te dijo."

"Me dijo que necesitaba hablar contigo y que Valentina no estaba bien, no pude preguntarle nada más. Tú viste cómo me colgó."

"Márcale otra vez, ¡tenías que habérmela pasado!" Exclamó nerviosa.

Juliana tomó el teléfono de su amigo y se dispuso a marcarle a Eva. Las cinco veces que marcó antes de que Sergio le arrebatara el teléfono se fueron a buzón. "No va a contestar si piensa que soy yo, Juli. Vas a tener que marcarle tú."

"No tiene mi número. Si no te contesta a ti, mucho menos va a contestar un número desconocido." Dijo agitándose otra vez.

"Justo por eso es más probable que conteste. Va a pensar que eres tú."

Sergio tomó el teléfono de Juliana que estaba sobre la mesa y después de tomar el dedo de su amiga para poder desbloquearlo, se dispuso a marcar el número de Eva. Sonó tres veces antes de que alguien respondiera la llamada.

"¿Juliana?"

Sergio le pasó el teléfono rápidamente y Juliana respiró profundamente antes de contestar. "Hola, Eva."

"Bastante rápido tu amiguito."

"Dime qué pasa con Valentina." Exigió seriamente.

"Necesito que vengas a la casa, no sé qué hacer con ella."

"¿Qué le pasó?"

"No puedo hablar ahorita, Juliana. Te espero en la casa."

Juliana escuchó el sonido de vidrio rompiéndose del otro lado del teléfono. "¡Valentina!" Gritó Eva. "Juliana, de verdad tengo que irme. ¡Chivis, ven a ayudarme!" Exclamó preocupada.

"¡Eva, ¿qué está pasando?!"

"Aquí hablamos, bye."

"Fuck!" Dijo Juliana al darse cuenta que Eva había colgado la llamada. Se llevó las manos al rostro dejando salir un suspiró. Todo el esfuerzo por estar bien, por no pensar y por seguir con su vida se había ido a la mierda con esta llamada. Por más que hubiera preferido que no le importara, su corazón le exigía que fuera a verla. No tenía idea de lo que estaba pasando pero sabía que si Eva la había buscado era porque algo no estaba bien.

"¿Qué es lo que quiere?" Preguntó Sergio preocupado cuando Juliana aventó el teléfono a la mesa.

"Que vaya a su casa."

"¿Está loca? ¿Cómo se le ocurre pedirte eso después de todo? Obviamente no vas a ir, ¿verdad?" Sergio quería a Valentina, habían vivido muchas cosas juntos y se habían convertido en grandes amigos. Aún después del rompimiento con Juliana, se habían hablado en varias ocasiones. Sin embargo, no tenían derecho de pedirle a Juliana que fuera a verla después de todo lo que había pasado entre ellas.

Te cieloWhere stories live. Discover now