Mis reacciones son algo deprimentes pero lo más común de lo común es que haya un reacciona de engaño entonces aquí tienen.
Lo sabías.
No hay mensajes ocultos en su teléfono, no llegaba tarde a casa, pasaba la mañana a mi lado prometiendo un para siempre que esperaba durara un poco más pero podía notar el disminuyente brillo en sus ojos, no eran tan intensos como en un principio, ya no existía el amor que una vez hubo.
Aquí la engañada tal vez no era yo, era él tratando desesperadamente amarme cuando sabe perfectamente que la persona que aparece en sus sueños es otra persona.
Era mi refugio y mi protector. Por eso soportaba todo, trate de cubrir una hemorragia con una bandita. Pero era injusto ver su rostro todos los días de mi vida y saber que no es feliz, era injusto amarlo de la manera en la que lo hago.
Por eso decidí dejarlo ser infiel, decidí dejarlo quedarse en el "estudio" hasta tarde, decidí no llamarle, decidí que me hiciera dejar de amarlo, tratandome como cualquier otro hombre infiel en esta tierra pero el siempre fue diferente, jamás profano el cariño de nuestro hogar, jamás miraba su teléfono cuando estaba conmigo. Jamás algo fue común con el.
Hasta ese dia.
Kim Namjoon
Trataba de mantener mi mente distraída.
Por eso mismo tome la repentina decisión de regresar a la universidad. Ya que al comienzo de mi relación con Nam mi trabajo de medio tiempo era siendo maquillista de Big Hit Entertainment pero poco tiempo después tomamos la decisión de cerrar contrato con normas ya que la idea que teníamos era que nuestra relación mejoraría si pudiéramos vernos seguido en vez de cada 3 meses por cortos periodos, gracias a los tours y eventos que lo tenían ocupado la mayor parte del año.
Pero conforme las cosas fueron cambiando dentro de su mente y de nuestra relación, lentamente no notaba mi ausencia en los camerinos gracias a el debut de TXT, entonces no me preocupe más. Y renuncie.
Deje mis libros sobre la barra mientras tomaba un poco agua disùesta a subir a la habitación para tratar de dormir un poco mientras esperaba a Nam para preparar la cena juntos.
Pero al inicio de las escaleras un par de sonidos hicieron que me detuviera en seco.
Pensé que tal vez los imaginaba, pero mientras mas me acercaba a la habitación, más se hicieron presentes, hasta que abrí la puerta.
Ahí estaba el hombre que ya no me amaba.
El agudo grito de la chica se quedó en el aire, al abrupto silencio que se extendió por toda la casa era horrible. No gritaste, no te moviste un solo centímetro, solo te quedaste parada en la entrada de la habitación esperando que la chica terminara de vestirse para poder terminar con todo eso, mereces mucho más que eso y lo sabías.
- Lo lamen-.
- Por favor - Susurre con mi voz entrecortada gracias al gran nudo que estaba atrapado en mi garganta, en el se encontraban todos los insultos y maldiciones que estaban dirigidos hacia aquel par, pero decidiste que no serias ese tipo de mujer. El amor es algo natural, no lo puedes evitar o negar. Y sabias por un hecho que el amaba a la mujer que había salido por esa puerta. - Por favor - Sollocé levemente mientras cubría mi rostro para que no pudiera ver las lagrimas que avanzaban lentamente por mi rostro. Carajo que dolía, claro que dolía.
Solo regrese a la realidad cuando escuche la puerta ser azotada.
- Amor, por favor escucham-
Me prendí a su torso desnudo.
Podía sentir la tensión de su cuerpo, ya que obviamente ni en un millón de años se hubiera imaginado esto. Pero pude sentir sus nervios esparciéndose mientras los minutos pasaban y sus manos finalmente se aferraron a los lados de mi camisa, mientras lloraba desconsoladamente en mi hombro.
Pero no estaba dando un perdón, estaba regalandole un Adiós que no merecía.
- Jamas crei que alguien pudiera amarme. - Hable con una voz rasposa y fria - Y ahora sé que nadie lo hará.
- Yo te amo, te amo demasiado.
- Pero no en la manera en la que yo lo hago, ¿Cierto?.
Silencio, venenoso y tortuoso silencio.
- Sé que ninguna persona en este mundo será capaz de amarme la mitad de lo que sé que soy capaz de amar, por eso no te sientas culpable... Sé que era mucho con lo que lidiar. Daba demasiado de mi aún sin saber si lo querías.
Le di un suave beso en la frente. Aun lo amaba y sé que no era un mal hombre, era de las únicas almas en este mundo que sé nunca se iran al infierno. Nunca trato de lastimarme y por eso.
