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Una última ronda.

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Veía a través de las ventanas la cantidad de gente que había a mi alrededor en el partió, listos para irse. Me sentía vaporada y no era la calor, sentía pánico en lo que podía pasar o en lo que podíamos perder. Aislada, así estaba, me encontraba a centímetros de las personas que se prepararían para salir al encuentro con los salvadores. Iríamos cara a cara, un encuentro que quizás muchos lo llevarían personal, esto era personal, esto era guerra. Suspire mirándome al espejo, peinando mi cabello en una ajustaba coleta alta, mi cabello nuevamente empezaba a crecer pero dejaría que se alargara; no lo cortaría. Me quede mirándome en el espejo, era normal que luciera así, procesaba aún lo que sucedía; procesaba que Carl se había ido. Pensaba que con el pasar de los días empezaría a sanar, pero se complicaba cada vez más. Sentía que estaba aquí, sentía que me cuidaba pero lo veía, era lo más lunático de todo esto. Desearía preguntar cómo era procesar la muerte de alguien a quien amaste en vida, desearía preguntar cómo poder olvidar. Suspire nuevamente, buscaba respirar hondo y relajarme, hoy no era un día en donde quería sentarme y llorar, llorar. Me sentía vacía, sentí que ni siquiera tenía lágrimas, estaba tan débil que llorar me dolía.

Me dirigí a la cama, donde estaba mi cinturón con mi arma, con mi navaja la cual habían encontrado anteriormente luego del ataque de caminantes. Esa navaja me la había dado mi tía, la mujer quien me crió y a quien supere su muerte a través de los días. Muchas veces la extrañaba, la pensaba y recordaba esos tiempos en donde no conocía a nadie que estuviera en esta comunidad pero perderla a ella y perder lo que tenía, me hizo encontrar lo que tengo; o lo que tenía. Me ajustaba mi cinturón, caminando por la habitación cuando tropecé con mi mochila la cual estaba colocada encima de la gaveta y se cayó. Mire la mochila cuando se escuchó un estruendo de cristales, algo se había roto, yo ni siquiera había abierto esa mochila desde que llegamos. La había preparado en Alexandria para un caso de emergencia, así la dejaría; como emergencia. Me acerqué a la mochila cuando vi solo dos trozos grandes de cristales estar sueltos y para mi impresión, era un pequeño video de fotografía. Mi mente se fue en blanco cuando sostuve en mis manos aquel cuadro que veía muchas veces al día, mi aliento se había ido y mi dolor empezó a salir a flote. Carl, metiste esta fotografía aquí porque sabias que te irías.

—Oh mi amor... —susurre cuando observe aquella fotografía que fue tomada días después de su accidente en el ojo, después que los caminantes invadieron Alexandria. Acaricie la foto, acaricie a Carl, bese a Carl. Apreté la foto contra mi pecho, la saqué del cuadro y suspire, escuchando pasos afuera de la habitación pero mi tristeza se había derramado, otra vez.

—¿Estás preparada?—fue lo que me dijo ella cuando se asomó por la puerta pero su rostro cambió al verme sentada en aquella cama con mi semblante de tristeza, mientras sostenía aquella fotografía.—Oh cariño, debemos irnos pronto, puedes quedarte.—mira a mi hermana, quien trataba de tratarme de una manera pasiva aunque quisiera comérmela por la boca.

—Solo dama unos momentos, sólo eso.—le pedí, ella se acercó, dejando la puerta abierta y vi como puso sus ojos en la fotografía.—Estoy lista, sólo quiero relajarme.—le aclaré, pero detrás de ella pude ver la silueta de Rick Grimes asomarse, mirándonos y cachándome con la fotografía en la cual él presenció cuando fue tomada.

—¿Están listas?—pregunto él, Natasha a su lado asintió ella entristecida le dio pasó a entrar y pude ver como ella se marchó, dejándome sola con el hombre a quien respetaba, a quien sentía como una figura paterna.—¿Vas a evadirme?—me pregunto.

—Estás muy cerca como para poder irme corriendo.—sonreí, mientras la primera lágrima se derramó, cayendo encima de lo fotografía no tarde en moverla para que le diera aire. Sentí como Rick se sentó a mi lado, el colchón se hundió y pude ver como su mano agarró la fotografía con delicadeza.

𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 ─𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora