Capítulo Diez

6.3K 607 186
                                    

Han pasado dos semanas desde la visita de mamá, ella volvió a Busan tres días después, luego de terminar sus compromisos aquí. Antes de eso quiso verme de nuevo, pero yo le inventé una excusa de que no podía verla y le deseé un buen viaje de regreso.

Mi papá esa misma semana me llamó un tanto molesto, porque no me estaba comportando de la manera adecuada con ellos, otra vez resultaba yo la culpable, me limité a escuchar y callar.

En los últimos días había salido con Jimin y Alanna, me gustaba pasar el tiempo con ambos a pesar de que les gustaba molestarme y sacarme de quicio, aunque también hacían que soltara carcajadas. Y cuando hablaban de tener una relación poliamorosa los tres, ya podía contener las ganas de dejarlos solos en su locura e irme corriendo a casa.

Así de acostumbrada estaba a esos dos, de cierta manera me ayudaban a distraerme de mis problemas, me hacían reír y lo agradecía enormemente.

Jungkook últimamente estaba ocupado con cosas de la universidad, por lo que, no habían hecho busking en estas dos semanas.

No nos habíamos visto mucho.

Yo había comenzado una dieta, pensé mucho sobre ello y a lo mejor mamá tenía razón, quizás así llegaba a sentirme bien con mi cuerpo al mirarme al espejo. No se lo había dicho a nadie.

Mi dieta constaba de comer frutas y ensaladas en pequeñas porciones, en el desayuno sólo llenaba mi estómago con un vaso de jugo o fruta y me iba a trabajar. La mayoría de las veces no cenaba.

Dejé de comer pollo frito y dulces, me costaba pero me decía a mi misma que era para mejor. Veía a las chicas por la calle, con sus cuerpos esbeltos y yo quería ser así.
Lo que no había podido dejar era el cigarrillo, lo cual era absurdo si quería cambiar, pero me atacaba la ansiedad y esa era la única manera de calmarme.

Estaba terminando de cambiarme en el vestuario, ya había terminado mi turno en la cafetería. Al salir me encontré con Minho, pero me tropecé y lo empujé sin querer.

–Soo, ¿estás bien? –asentí– Estás un poco pálida. ¿Estás segura?.

–Si, tranquilo. –Asentí varias veces. –Discúlpame.

–No pasa nada. –hizo un gesto restándole importancia– Puedo acompañarte a tu casa, si quieres. No tengo problema, Soo.

–No, estoy bien, en serio. No te preocupes, además tu vives lejos. –Le sonreí para que se tranquilizara. Este no quedó muy convencido pero asintió, nos despedimos del supervisor y salimos de nuestro sitio de trabajo.

Me despedí de él y me pidió que tuviese cuidado, yo le reiteré que se quedara tranquilo, antes de comenzar a caminar hacia casa. La verdad no me sentía muy bien, no había desayunado esta mañana, solo tomé una taza de café porque la noche anterior no pude dormir y en el almuerzo sólo comí una ensalada de lechuga y tomate, pero se me pasaría, estaba segura. Al llegar a casa comería una manzana o una barrita de granola.

Tardé más de lo normal en llegar al edificio, porque me sentía exhausta y caminaba más lento. Al entrar al apartamento noté el olor a comida, Jungkook estaba haciendo la cena, no lo había visto desde ayer en la mañana.

Su cabeza se asomó detrás de la pared que daba hacia la cocina y me sonrió, yo hice lo mismo disimulando mi malestar y me acerqué hasta la cocina.

Sunny, llegaste justo a tiempo. Estoy terminando de hacer jjanjangmyeon y hay un poco de kimchi. –Me daba la espalda, mientras me decía aquello. Yo me senté apoyándome en la barra y respiré profundamente.

–No tengo mucha hambre Jeon, sólo comeré algo ligero–.
Si la tenía y lo que había preparado el pelinegro se veía delicioso, pero debía hacer un esfuerzo, con la manzana estaría bien. Mi amigo al escucharme volteó a verme y frunció el ceño.

Love Yourself... If YOU Can. | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora