—Bueno antes eso era diversión... ahora ya me aburrí, conozco casi todas las ciudades más hermosas de todo el mundo...

Que suerte, pensé.

—Pero esto no es la manera correcta...

—Si eres mi novio falso vas a tener que aceptarlo...

—De hecho yo no quiero serlo...

Ella bostezo y me miro con sus ojos brillantes y su maquillaje corrido. Realmente parecía cansada o mejor dicho agotada...

—Lo vas a hacer...

—Sí, lo sé.

Y no quise decir más nada porque quizás la angustiaba más de lo que estaba y lo menos que quiero es que pasara eso, porque estaba aquí por una razón. Por Larry que querían que las cosas fueran de esa manera.

Mire hacia abajo y estaba la piscina que había visto cuando vine a la fiesta, vacía pero el agua se movía como si hubiera viento que la empujara.

—Veo que te has puesto la ropa que te mande.

Me sobresalte y la mire rápidamente y sentí como mis mejillas ardían.

— ¿Tú la has mandado?

— ¡Claro!

—No me gusta...

—Te queda muy ridícula...

— ¿Si? Gracias no usare más esta ropa...

Dije mientras cruzaba los brazos y un poco enojado porque creí que la ropa la había elegido Larry, no ella. Si sabía que ella la había elegido, ni siquiera me la había probado, vendría la fiesta con la ropa que me gusta usar...

Fui un tonto que seguí las reglas de la princesa.

No sabía nada y me enoje porque mi ignorancia.

—Que lastima... —Dijo Serena mientras se limpiaba el maquillaje desprolijo, tenía las mejillas sonrojadas pero sabía que era porque estaba acalorada por la fiesta, y no por mí —Algo de eso te hace ver bien...

Creo que ella ya no se pondría colorada por ningún chico, ella ya tenía la suficiente experiencia para enfrentarse a cualquier chico.

No era como yo, principiante que no sabía nada de las relaciones amorosas porque apenas había tenido una novia.

Serena ha salido como con cinco chicos famosos que veían fotos que salían en las distintas revistas pero no creo que solo haya salido con ellos, sino que ha tenido muchos amores fugaces de un día o de 3 días como me acababa de confesar.

Estoy tan mal por ella...

Necesitaba ayudarla.

Necesitaba que alguien la abrazara y le digiera que iba a estar a su lado pase lo que pase. Pase todo lo que pase si era bueno o malo... alguien tenía que apoyarla, pero no confió en ella todavía, no sé cómo es en realidad.

—Lo siento por todo.

Le dije sin pensar.

Ella me miro rápidamente y luego su boca se torció en forma de una sonrisa.

—Tú no tienes que pedir perdón Yannick yo soy la que tengo que pedirte perdón... por hacerte que vengas a esa fiesta por nuestros productores... yo acepte la idea antes que nada ¿No?

Me miro con ansias y con curiosidad para ver lo que le respondía.

—Te perdono.

—Gracias.

Mentiroso (Segunda Parte De Los Demonios Mentales)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن