Trabajo

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El trabajo siempre era monótono, estresante y tedioso, desde que tuvo que asumir el papel del líder de secta siempre había sido así, no tenia personas que fueran de su entera confianza y eso acrecentaba sus obligaciones ya que si no confiaba en nadie solo seria una estupidez y perdida de tiempo el que delegue responsabilidades y después tener que volver a inspeccionar para ver si se hizo de forma apropiada, hay cosas en las que un líder de secta no podía cometer errores, esa era una verdad que le costo aprender de la peor manera.

Jiang Cheng se enorgullecía de su secta, de lo duro que tuvo que trabajar para volver al lugar donde estaba en un comienzo, aun cuando nadie creía que ese milagro pudiera ocurrir, lo logro, su secta se alzaba hermosamente de entre sus cenizas, igual que sus característicos lotos que se mantenían erguidos entre ríos de sangre, conservando esa belleza tan mística que no todos sabían reconocer y al igual que las flores de su secta Jiang Cheng había heredado una belleza natural que ninguna desdichada persona había sido capaz de entender, desde que empezó su trabajo como líder de secta dejo de lado cualquier frivolidad que le pudiera robar un poco de tiempo mismo que podría ser mejor dirigido a su hogar en ruinas, dejo de prestar tanta atención en su apariencia, solo hacia lo básico para mantenerse presentable, todo debía ser practico, en ocasiones daba gracias a los dioses de que el uniforme de su secta fuera de cierta manera simple y que fuera fácil de moverse en el, la mayoría de las sectas tenían enormes túnicas que en su caso hubieran limitado sus movimientos e incluso causado un accidente ya que al comienzo se le veía enérgicamente corriendo de un lado para otro, con el tiempo la dignidad se hizo mas presente al igual que su tan característico orgullo, mismo que no era solo prentencion, que un joven de su edad haya podido reconstruir una secta devastada era algo digno de presumir, aun que jamas lo hizo ya que no necesitaba demostrar nada a nadie.

Pero no solo la falta de tiempo hizo que se mantuviera su belleza  en segundo plano, su carácter fue algo que la opaco completamente, su sed de sangre y su búsqueda de venganza lo convirtió mas en un monstruo que en una persona, su solo nombre era suficiente para hacer temer al mas valiente, su reputación fue oscureciéndose mas y mas, se temía de igual manera que a lo que estaban combatiendo, afortunadamente estaba del lado de los "justos" quienes agradecían tener aquella bestia de su lado y planeando la manera de poder terminar con el en caso de que su locura se desborde, en muchos momento estuvo a punto de terminar en el bando contrario pero en el ultimo momento se las arreglaba para regresar, aun cuando no lo dice, su única ancla a este mundo es Jin Ling, ese niño se ha convertido en su único motivo para seguir viviendo, tan parecido a su madre en algunas ocasiones que desearía correr para acurrucarse en sus brazos y llorar, pero en otras tan parecido a su padre, deseando romperle las malditas piernas.

Hay días como hoy en las que después de un momento difícil tiene que trabajar, en donde su cabeza se llenas de mil cosas algunas lógicas otras no tanto, en ocasiones recordando algún fragmento del pasado o reviviendo infiernos, para el casi siempre da lo mismo, siempre lo dejan incompleto, decide que ya es suficiente ademas la comida no tarda en servirse así que sale de su estudio aun cuando sabe que deberá reunirse con parte de su pasado.

"Bien, los ayudare pero antes quiero saber toda la historia" Dijo el hombre de túnicas moradas, ambos esposos se miraban entre si, era verdad que estaban pidiendo ayuda a una secta contraria por lo tanto como prueba de sinceridad debían revelar algo de información, pero al mismo tiempo mantenerse precavidos, ninguno de los presentes seguía siendo el mismo que hace mas de 13 años, todos cambiaron para bien o para mal, Wei Yin soltó un suspiro.

"¿Prometes no decir a nadie lo que te contaremos? No es que sean del todo secreto pero involucra al hermano mayor y su reputación podría verse involucrada si el rumor se confirmara" Por primera vez en mucho tiempo veía a un Wei wu xian solemne, eso debería ser importante.

"Sabes que jamas he sido de los que divulgan información privada, no necesitas saberlo pero Zewu-jun me ayudo anteriormente, podría devolverle el favor con esto, así que habla de una maldita vez antes de que pierda la paciencia" Fue lo que dijo el de ojos violetas antes de que a su alrededor comenzaran a crepitar pequeños rayos, de verdad estaba perdiendo la paciencia.

"Esta bien, no te enojes te lo contare desde el principio, veras...

LA MALDICION DEL JADEWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu