•Soy Bambi Henderson, me enamoré perdidamente de Axel Foucande, mi crush. No sabía que iba a dar vuelta mi mundo en cuestión de instantes... prepárense para la intensidad (en todos los sentidos) ahora sólo les queda ver toda la historia.
DERECHOS D...
Volvemos con los chicos a plenas luces nocturnas por las calles de Capital Federal. El clima acompaña un lindo caminar. Aún siguen los días de verano que pronto se esfumarán. El aire fresco es hermoso, todo parece pintarse algo agradable. Admito adorar esta hora.
—Estás muy callada—exclama Mich mientras camina junto a Alex de la mano. Yo me encuentro solo un paso más adelante que ellos.
—Chicos—me detengo—tengo que decirles algo.
—Sabía que algo te pasó... era obvio—agrega Mich.
—Axel—suspiro profundamente.
— ¡Ay Axel, Axel! ¡Podrías darle bola a Bambi!—continúa el novio de mi amiga a la vez que ambos se ríen.
—Igual... él se acercó a hablarme en la fiesta—prosigo reflexiva.
— ¿Qué? ¡¿En serio?!—frena Mich de repente para lanzarme una mirada.
—Y como una estúpida lo dejé... pero igual... es medio tarado—intento justificarme de todas las maneras posibles para no sentirme mal—después de saludarnos me dijo que no sabía cómo seguir la conversación porque no lo saqué o conteste mal como otras veces, algo así—finalizo mirando hacia abajo.
—Bueno sí... medio bobo—acota Mich— ¿Quién los entiende a ustedes?—mira a su novio Alex y le agarra la cara con las manos para apretarlo.
—Cállate pendeja—le devuelve el apretón en la cara seguido con un beso.
¿Cómo hacen para ser tan lindos? ¡Son tan lindos!
Abro la puerta de casa y preparo rápidamente los colchones junto a las sábanas para que mis amigos duerman bien y estén cómodos.
—Si quieren ir al baño a la izquierda del pasillo, si quieren comer algo en la mesada de la cocina abajo dejé y bueno, por último y lo más importante, ojo con lo que hacen—río y acompañan con sus carcajadas.
—Tranquila Bambi, ya estamos dormidos—finaliza Alex para besar a su novia y recostarse.
A los minutos observo que se durmieron plácidamente. Me dirijo a la cocina en fin de tomar del freezer un kilo de helado que pienso comer mucho, por supuesto. Una vez en el balcón miro atentamente como se acerca el amanecer. Mis pensamientos invaden profundamente.
¿Qué va a pasar entre nosotros? ¿Qué debería hacer? ¿Seguir con el carácter que me creé yo misma? ¿Confiar? ¿Y si un nuevo amor me avecina a probar nuevas cosas? ¿Estoy preparada? ¿Y si me usa? ¿Y si no quiere nada conmigo? ¿Y si me lastiman?
Ya tengo demasiado del pasado como para sufrir una vez más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
