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Una semana después de estar en recuperación por lo del accidente, aquí estaba visitando por primera vez la tumba donde estaba Alejandro, por cuestiones médicas no pude ir al entierro o velorio, y me lamento por eso, era mi obligación estar ahí y no lo estuve, sentía mucha opresión en el pecho y desde aquella visita al hospital mi perspectiva había cambiado referente a Óscar, ya no lo veía como alguien que me traicionó, si no como la misma persona que me había apoyado con lo de Rodrigo, un amigo, que intentó cuidarme, su juicio iba a ser mañana y lo retrasaron justamente para que yo fuera a declarar y ser testigo, no quería que estuviera en prisión y mucho menos que se juzgará como un asesino, algo que completamentr sabía que no era, solo que fue su borrachera la que causó esto, intentó remediarlo apesar de las consecuencias que él sabría que tendría y eso hacía que el tema del juicio doliera más.

-La vida pasa tan rápido que no le tomamos importancia a los momentos felices que tenemos. - Estaba sentada en aquel sucio piso frente a la tumba, leyendo una y otra vez esa inscripción que estába en la cripta de Alejandro, desde que empece a caminar en dirección hacia el cementerio mis lágrimas no han dejado de salir y dolía igual que cuando me enteré, no supe cuánto tiempo había estado ahí pero ya estaba en mi casa después de caminar por media hora, ayer apenas y pude dormir esperaba que hoy si pudiera, si no mañana no sé cómo le haría para ayudar a Óscar.

Me levante temprano quería no parecer en depresión apesar de que la tenía, la única persona que me veía así era mi madre y ya, me puse un vestido de color negro, el único color que hasta ahora representaba mi humor, maquillaje para corregir mi cara ya que en estos días estaba más pálida de lo normal, mi madre me acompaño hasta la entrada del Tribunal porque teníamos que comer y ella tenía que trabajar, entre con cuidado y ya había varias personas de pié hablando unas con otras, me senté en la primera fila, sentándome en la misma hilera de su familia, hace mucho no las veía, salí del Hospital y me refugiaba en casa sin hablar o relacionarme con la gente, les dedique una débil sonrisa y me senté junto a mi mejor amiga y su pequeño bebé que tenía en la barriga, la señora Copland se veía en el mismo estado o peor qué el mío, claramente ella lo sufrió más pues uno de sus hijos había muerto y el otro estaba apunto de ir preso.

-Como haz estado?. - pregunto mi amiga intentado ocultar su nerviosismo.

-No creo tener una buena respuesta en este momento. - Le dedique una pequeña sonrisa. - Y tu?. -

-He estado mejor pero intento no preocuparme mucho. - Dirigió la mirada hacia adelante y el juez salió de una puerta, con una bata negra sobre su cuerpo.

-Buenos días, nos hemos presentado aquí abogados, testigos y familia para quedar de acuerdo con la sentencia implicada al acusado, en este Tribunal no habrá discriminación de ningún tipo, y se seguirán al pie de la letra los artículos impuestos por la Constitución, sin nada más que agregar creo que podemos hacer pasar al acusado y empezar con el juicio. - El juez se mostraba serio y neutro, en cuanto tomó asiento, una puerta a su izquierda se abrió dos policías al lado de Óscar lo acompañaron a su asiento quede justamente detrás de él, solo veía su cabellera negra que hasta ahora había crecido un poco, no me atrevía a hablarle, sentía nervios de cualquier reacción de su parte, el juicio comenzo con la narración de los hechos y los delitos en los que Óscar estaba implicado, nadie hablaba todos se encontraban en un completo silencio, comenzaron las preguntas a los testigos pues primero fue interrogado Óscar por su abogado,  y mi madre al enterarse de lo que Óscar había hecho, contrato un buen abogado para combatir con él , pues siempre fue algo obvio que mi madre nunca disfrutó de la amistad de Rodrigo y Óscar, contrató el abogado y dejó el juicio en sus manos, pidió que yo estuviera en lugar de ella pero decline completamente la oferta no podría, juzgar o pelear a Óscar, sabiendo ahora la parte de la historia que había estado escondida, Óscar contó la historia tal cuál como me la contó a mi, el juez dijo mi nombre y me levante de mi asiento para dirigirme a la silla a un lado de él, en el trayecto encontré su mirada y fue cálida, y me hizo sentir reconfortada, pasé me hicieron jurar esa típica frase representativa de las películas, y comenzaron las preguntas, dije lo que sabía sin alterar nada, no quería que por mentir terminara afectando más a Óscar, Conte la relación de Óscar con Rodrigo e intente defender los actos de Óscar, diciendo que era muy apegado a nosotros y siempre fue un buen amigo, las preguntas terminaron, quedamos en suspenso por mucho tiempo en lo que el juez decidía la sentencia y volvió a entrar a la Sala, en cuanto tomó asiento mis nervios aumentaron, no sé si se podían sentir mis nervios, pero Óscar volteo y nos miramos por unos pocos momentos antes de sonreirme, esa sonrisa lograba calmarme y lo agradecí en éste momento.

Confusiones (2da parte de El mejor amigo de mi hermano)Where stories live. Discover now