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Y deje que los pensamientos de la noche anterior llegarán a mi, salí del cuarto de Rodrigo con cuidado de no hacer ruido y me dirigí al mío para tomar una ducha y ver que tan mal había quedado mi cara, y como iba a ocultarlo. Entre a la ducha rápidamente sin parar en el espejo, y en cuanto las gotas de agua cayeron en mi cara sentí el dolor en mi pómulo derecho, vaya que había sido un buen golpe, saliendo de bañar fue cuando forzosamente tuve que mirar mi reflejo, mi mejilla se veía entre colores morados y rojos y no puedo explicar cuanto dolía cuando lo tocabas, para poner maquillaje encima de eso fue complicado pero se logró, esperaba que nadie mirará detenidamente muy cara si no debería dar una explicación términe de arreglar mi cara y una llamada término por asustarme.

-Si?. - Dije pegando mi oído al teléfono.

-Estoy fuera de tu casa.- Alejandro habló a través de la línea y el pánico de que pudiera ver el golpe me consumió.

-Salgo en un minuto. - salí del baño con las manos sudurosas y me dirigí a la primera planta esperando que mi padre no estuviera, así que sin comer ni tomar nada, agarre rápido mi mochila y salí.

-Porque tanta prisa. - Dijo Alejandro cuando me vió salir de la cochera a la puerta y cerrandola rápidamente.

-Por nada, amm podemos irnos?. - Me Miró confusamente y subió a la moto yo detrás de él, comenzó a conducir pero justo al doblar la esquina para llegar a la escuela se detuvo.

- Cuentame que pasó Jessica. - Volteo su rostro para intentar mirarme pero yo me escondí en su espalda.

-No quiero hablar de eso. - Alejandro hizo que ambos bajaramos de la moto, y quedando uno enfrente del otro tomó mi cara para que lo volteara a ver pero lo que consiguió fue un quejido ya que había lastimado mi ya herido pómulo.

-Debes contarme, por qué te duele la cara?. - Pasó su pulgar por mi pómulo y removió una parte del maquillaje de la mañana, al ver que se asomaban unas manchas amoratadas, su respiración se puso pesada y se alejo de mi.

-Yo... Me golpee con la puerta esta mañana. - Si claro, se ve muy creíble, dijo mi subconsciente.

-Quieres no mentirme, por favor, estoy haciendo un esfuerzo para no salir a golpear a quien te haya hecho eso. - Me dedicó una mirada de enojo y preocupación pero lo único que hice fue bajar la cabeza. -Por favor dime. -

-Fue mi padre... Ayer cuando entre a mi casa él estaba borracho, y discutimos, se salieron de control las cosas y bueno...- Junto su frente con la mía y tomó cuidadosamente mi cara.

-Que sea tu padre y que éste borracho no le da ninguna justificación de que te haya golpeado. - Me habló tiernamente, y de mis labios se escapo un sollozo, no quería llorar pero algunas lágrimas ya se habían colado por mi cara, y dejando caer las primeras lágrimas, las demás siguen el mismo recorrido sin siquiera pensarlo.

- Lo sé, es solo que me siento muy estúpida, y necesito volver a cubrir ésto. - Dije refiriéndome al golpe.

-Dejame buscar algo. - Se dirigió a su mochila y sacó un Cubrebocas de color negro. - Ten ponte esto.-

- Por qué traes esto en tu mochila?.- Le pregunte mientras tomaba el cubre bocas y poniendomelo.

- Porque a veces tenemos prácticas en laboratorios y por seguridad tenemos que usar, guantes, cubre bocas, cofia, y muchas cosas más. - Lo que Alejandro estudiaba era para ser médico y a veces tenía algunas prácticas, mientras que Oscar se dedicaba a la administración de empresas.

-Bueno, podemos  irnos a la escuela? Ya perdí mi primera clase. - Dije tímidamente,  Alejandro asintió y subio a su moto, yo detrás de él, me dejó frente a la escuela, baje de su moto acomode nuevamente el cubrebocas en mi rostro antes de entrar, pero Alejandro me sostuvo del brazo antes de entrar, retiro el elástico que estaba detrás de mi oreja lo que básicamente aseguraba que no se movería y me dió un pequeño beso en los labios, para después acomodar el elástico donde estaba.

-Te veré después. - Cerré mis ojos y me dirigí a la entrada de la escuela, obviamente todos me observaban con disimulo, pues con esta cosa sobre mi cara parecía muy sospechosa pero el punto era que nadie viera mi pómulo, llegué a la segunda hora un poco tarde y él maestro ni preguntó y me dejó entrar, gané miradas de mis dos amigas pero ninguna quiso preguntar, fue hasta el final cuando decidieron hablar.

-Jessica, estas bien?. - Fue Laura la primera en preguntar.

-Si, no se preocupen todo está bien. - Salí de la escuela y busque rápido la moto de Alejandro pero no estaba, sin embargo mientras sacaba mi teléfono para llamarlo, alguién gritó mi nombre.

-Jessica, cariño. - Era mi madre bajando de su auto acercándose hacia mi, que al ver la máscara negra sobre mi cara me miro extrañada. - Que te ha pasado por que usas eso?. -

- Porque ayer me dejaste sola en casa, con un padre alcohólico que no dudó ni un momento en desquitarse conmigo por sus problemas. - Le solté a mi madre que solo pudo bajar la cabeza.

-Yo, lo siento cariño, es solo que las cosas como  tu padre no han ido muy bien y ayer simplemente no lo soporte más y salí de la casa. - Sabía que mi madre se había arrepentido de dejarme sola con mi padre pero no podía evitar sentir algo de enojo por ver que no pensó en las consecuencias que eso me traería a mi.

-Pudiste decírmelo, yo hubiera... No sé, hubiera pasado la noche fuera de casa de ser necesario. - Estábamos platicando mi madre y yo fuera de la escuela, pero asegurándonos de no llamar la atención de los demás estudiantes.

- Vine a recogerte porque tu padre quería que los tres fuéramos a comer para así explicarte las cosas y que entiendas todo en lugar de solo sufrir las consecuencias.- Dijo mi madre limpiando el agua que amenazaba con salir de sus ojos.

- Esta bien, supongo que no tengo ninguna otra opción. - Las dos nos dirigimos a su auto y mientras mi madre conducía a donde sería la comida le envié un texto a Alejandro, para que no fuera por mi, y explicándole la situación.

"Esta bien, suerte con tus padres, si necesitas algo solo necesitas llamar e iré por ti, si? "

Su texto me dió algo de calma y le agradecí en respuesta, en serio esperaba que Alejandro no tuviera que involucrarse en mis problemas familiares ni que tuviera que preocuparse por mi pero yo siempre era la culpable de involucrarlo y no podía estar más agradecida con él por siempre estar para mi. Salimos mi madre y yo del carro, y nos dirigimos a un restaurante muy lindo, me sentia fuera de lugar al ver a todas las mujeres con vestido y tacones, mientras yo sólamente usaba unos jeans y unas Converse, mi madre le dijo el nombre a a que estaba la reservación a la señorita y nos dirigió a una mesa donde mi padre ya estaba sentado esperandonos, al verlo miré al piso y seguí a mi madre hasta la mesa pero sin mirarlo a él.

-Por qué tu hija decidió ponerse esa cosa en la cara, no sabe que estamos en un restaurante. - Con su comentario logró hacerme enojar e inmediatamente conteste al estar sentada frente a él.

-Tal vez si no tuviera una marca Roja y morada en mi pómulo derecho, no tendría que usar esta cosa, pero claro ayer no te importo como era que me iba a ver al día siguiente. - Mi padre no se inmutó, lo que quería decir que no se arrepentía de hacerlo.

- Basta los dos, Ronald hemos venido aquí para que le explicarle a Jessica, sobre nuestro divorcio. - Oh eso no me lo esperaba, sabía que las cosas no estaban bien pero no pensé que llegará al divorcio mucho menos después de 25 años de matrimonio.

-Pues no es muy complicado de entender, tu madre a decidido separarse de mi y esto es nada más para que decidas con quién deseas vivir, lo que pasó ayer no es necesario que influya en tu desición de ahora, pues tal vez aquél golpe fue necesario para que recobraras la compostura. - Odiaba lo cínico que podia llegar a ser mi Padre, mi mamá continuamente me contaba lo machista que era, pero debido a que casi no compartía palabra  con él, si machismo no se había hecho presente, hasta ahora.

Confusiones (2da parte de El mejor amigo de mi hermano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora