5.-

819 27 2
                                    


–Espero te hayas divertido con Steve Jessica, buenas noches.– Quito el seguro de la puerta y espero a que saliera pero mi curiosidad y el poco alcohol en mi cuerpo reaccionó antes que mi mente, y me subí encima de su regazo esperando llamar su atención.

–Puedes decirme que diablos te pasa? Por favor. – Puse los ojos en blanco esperando su respuesta pero el sólo desvío la mirada. –Claro, ahora te da pena decirme que te pasa no?. – Busque sus ojos, pero el no quería verme.

–Por favor Jessica, como puedes no darte cuenta?. –

–De verdad que no sé a que se debe tu bipolaridad. – Le recargue mis brazos en sus hombros así acercandolo más a mi.

–Recuerdas por que terminamos?. – Dijo ahora sí mirándome.

–Por mi estupidez?. – Ambos soltamos una pequeña risa ante mi comentario.

–No exactamente. – Paso su pulgar de mi mejilla a mis labios mientras nos veíamos fijamente.

–Porque me besé con tu hermano. – Cerré mis ojos aceptando mi vergüenza al recordar esa escena, lo había lastimado a él y poco después me lastimaron a mi.

–Si, pero no terminamos porque dejara de quererte. – Abrí mis ojos y lo miré, él estaba un poco avergonzado pues siento que siempre va a ser algo incómodo exponer tus sentimientos esperando que no jueguen con ellos.– Yo... Pues... Todavía me gustas Jessica, es por eso que me enoja y no soporto verte triste por alguien, o que alguien se acerque a ti, pero menos me gusta que no pueda reclamarte como si fueras mía, no poder partirle la cara a Steve porque beso a mi chica, me enoja no poder hacer eso, pero me duele la posibilidad de que tu no sientas lo mismo que yo... – Sin pensarlo dos veces, me acerqué a él y lo besé, no es que no me gustara, pues siempre se me había hecho un chico muy lindo, solo que tenía miedo de volver a lastimarlo, él siguió mi beso, y fue muy tierno, pude sentir en su boca un poco del sabor a tabaco debido al cigarro de hace un momento pero no me molesto, unas luces hicieron que nos separaramos, pues parecía que una moto acababa de aparcar en la cochera de mi casa. Me baje de su regazo rápidamente volviendo al asiento del copiloto, y ambos bajamos para ver quién era el extraño en moto, pero era obvio que no duraría tanto sin verlo.
Óscar bajo de su moto con mucho trabajo, pues parecía que había estado bebiendo.

–Hasta cuando vas a entender que no te quiero cerca de mi. – Él alcohol en mi sistema se fue rápidamente y en su lugar volvió la ira y decepción.

–Y yo cuantas veces, voy a tener que alejar a mi hermano de ti. – Arrastraba las palabras al hablar. Así que sabía que no estaba un poco borracho sino que estaba demasiado borracho.

–Bueno no tienes que seguirlo haciendolo, tu lo haces por que quieres, no porque ella te lo pida, en cambio ella a mi si me pide que te aleje de ella. – Intervino Alejandro en nuestra pelea de miradas y para no hacer un show en la calle los hice pasar a la Sala de mi casa.

–Los ví cuando se fueron de la fiesta, y los ví en él auto, no esperaba que fueras tan fácil de consolar, te besaste con Steve, Alejandro, a ver cuando me vuelves a besar a mi. – Mi ira respondió rápidamente y le golpee en la cara.

–A mi no me vas a hablar así, y menos en mi casa, Óscar. – Subí a mi cuarto enojada y dejando a mis dos invitados en la Sala me cambié a  mi pijama y desmaquille, estaba acomodando mi cama para dormir cuando alguien tocó la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y esperé que pasará.

–Estas bien?. –Alejandro entró cuidadosamente en mi cuarto y se sentó en la cama conmigo, mientras tomó mi mano.

–Ya se fué?. –Recargue mi cabeza en su hombro y cerré los ojos.

–De hecho se quedó dormido en tu sillón. Lo siento. –Me reí ante su comentario pero aún así no podía sentirme cómoda al saber que Óscar estaba en la misma casa que Alejandro y yo.

–No me dejarás Solá aquí con él, cierto?. –  Dije volteandolo a ver.

–En serio crees que yo dormiría tranquilo sabiendo que la chica que me gusta, está en la misma casa que su ex novio?. – Me miró divertido y sonrió.– espero no te moleste que me quede a dormir. –

–Claro que no, obvio puedes quedarte. – lo abracé y escondí mi cara en su cuello.

–Bueno voy a buscar que sillón se ve más cómodo. – Se levantó de mi cama pero lo Jale del brazo.

–Tu no vas a dormir en un sillón, tu vas a dormir aquí conmigo. – Hice un puchero al final de mi petición,  Alejandro río ante mi acción y asintió con su cabeza, se acercó y beso mi cabeza. –Iré a buscarte un pantalón para dormir– Entré a ese cuarto que hace mucho no visitaba, entré rápidamente y tome el primer pijama que encontré y salí lo más rápido que pude pues no podía estar mucho tiempo ahí.

–Listo! Ten– le entregue el pantalón y mientras él se fue a cambiar yo me acosté, ya me estaba quedando dormida cuando sentí una mano posarse en mi cintura y recorriendome hacía el pecho de Alejandro.

–Buenas noches.– Dijo Alejandro en mi oído antes de darme un beso en la mejilla y recostarse para dormir.

Me desperté por el sueño que había abandonado mi cuerpo, me gire esperando volver a dormirme pero una mano rodeandome no me permitía moverme, ya consiente de que el sueño no iba a volver, moví ligeramente la mano de Alejandro para poder levantarme, salí de mi cuarto para ir directo al baño y lavar mis dientes, cuando salí baje las escaleras para poder hacer algo de desayunar, casi me caigo en el último escalón al ver un bulto en el sofá de la sala, pero cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente, quise correr escalones arriba para no toparmelo, pero mi cuerpo respondió al contrario de mi mente, acercándose al sillón donde estaba Óscar, lo miré dormir no mucho tiempo, se veía tranquilo y relajado, los sentimientos que ya no sentían hace mucho florecieron de nuevo, y sentí ganas de darle un beso en la mejilla, pero me separe al darme cuenta de los pensamientos que cruzaban mi mente, ya me estaba dirigiendo de nuevo a la cocina cuando caí en el sillón, Óscar se subió encima de mi, no apoyando todo su cuerpo pero me miraba fijamente hasta que decidió hablar.

–Extrañaste verme dormir?.– Me había sorprendido viéndolo y al saber que me había descubierto solo desvíe mi mirada de la suya.

–No, sinceramente no, ya puedes levantarte?. –Una sonrisa un tanto egocéntrica adornaba su rostro pero su sonrisa no iba a distraerme.

–Porque te pones tan difícil?– Las palabras de ayer en la noche surgieron en mi mente, en como Óscar me había insultado, al ver que me había quedado callada parecía que su mente recordó lo mismo que yo.– Yo... Lamento lo que dije ayer, estaba borracho, no estaba muy consiente de lo que mi boca decía. –

–No me importa sinceramente, ya puedes levantarte por favor?. – Rendido ante mi cortante respuesta se levantó de mi cuerpo, me tendió la mano para levantarme del sillón, pero lo ignore y me dirigí a la cocina.

–Amm.. Sé que debería alejarme de ti, porque sigues enojada conmigo, pero.... Cuando me darás la oportunidad de explicarte.–

–No necesito una explicación, estoy bien, no me importa lo que hayas hecho y tampoco me importa saberlo, solo dejame en paz eso es todo. – Alejandro bajo sin camisa las escaleras y no supe en que momento se la había quitado, pero tuve que contener mi risa al ver la cara de Óscar dirigida a su hermano y hacía a mí.

–Buenos días. –Alejandro bajaba con una sonrisa triunfal, se acercó a mi y depósito un beso en mi mejilla, pasando sus brazos para abrazarme por la cintura. La pequeña conversación de Óscar y yo se terminó rápidamente con la aparición de su hermano en la cocina, lo cual agradecí para mis adentros.

–A que horas te quitaste la camisa?. – Miré asombrada su torso desnudo, que sinceramente podría ver todo el día ya que estaba no muy marcado, pero se agradecía la vista.

–Amm pues no se me ocurría que más hacer para separarlo de ti. – Rascó su cabeza avergonzado y sonrió de lado.

Confusiones (2da parte de El mejor amigo de mi hermano)Where stories live. Discover now