E A S T S I D E-Jjk-

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El peso en su espalda era debido a su mochila, la cual indicaba que hace unos minutos había salido de la escuela.

Uno de sus auriculares se encontraba en su oído derecho reproduciendo Photograph de Ed Sheeran. Su cabello comenzó a ser una molestia debido a que el viento jugaba con el, tomó una liguilla de su muñeca y amarró su cabello en una coleta alta.

Miraba sus pies dar un paso tras otro paso y tarareaba la canción mientras movía su cabeza al ritmo de la música. El frío no era mucho por lo que llevaba solo una bufanda y su abrigo.

Su día no había sido el mejor de todos pues digamos que a su profesor de química le encantaba joderle la vida a los estudiantes llenándolos de proyectos para entregar a fin de mes, sumándole los caprichos de EunYeong diciendo que tenía una cita y debía ir preparada.

Cuando la canción acabó su móvil comenzó a vibrar en su bolsillo trasero, llevó su mano al bolsillo sacando el celular y leyendo el nombre, una sonrisa apareció en su rostro.

- Hola mamá.

- Hija, que bueno es escuchar tu voz- se escuchaban voces de fondo, Yang frunció su ceño.

- Igual- hizo una pausa al escuchar como su madre hablaba con otra persona- Mamá, ¿sigues en el trabajo?

- Si- afirmó- saldré a las siete, tu padre tampoco tiene turno de noche así que...

- !Noche de películas!- Yang chilló de emoción y de inmediato colocó una mano en su boca mientras todas las personas a su alrededor la veían, comenzó a acelerar su paso.

Su madre comenzó a reír- Si, pero necesito un favor tuyo-

- Ajá ¿que se le ofrece?- la emoción se notaba en su voz.

- ¿Puedes traer huevos para el desayuno?

- Claro- giró sobre sus talones y comenzó a caminar hacia el supermercado.

- Gracias Yang- en el fondo se escuchó como llamaban a su madre- debo irme te llamo luego, ten cuidado en el camino a casa-

- Si claro, mam- y antes de que dijera otra cosa su madre cortó la llamada.

Siguió caminando con emoción en cada paso que daba, hacía tiempo que sus padres y ella no tenían una noche de películas y que la fueran a tener esa noche la llenaba de emoción y felicidad. Quería compartir con sus padres, quería hablar con ellos y quería disfrutar.

Saltando de felicidad llegó a la tienda y buscó lo pedido, añadiéndole una caja de palomitas.

[...]

Su cabeza era un lío en ese momento, si pensaba que era un genio en perder cosas importantes ahora no tenía duda en serlo. Su padre le había pedido los dichosos papeles hace unos veinte minutos y el castaño no recordaba donde los había dejado, la reunión iniciaría en aproximadamente trece minutos y si no avanzaba de seguro su padre le daría un buen sermón al llegar a casa.

Abrió el cajón que situaba en una esquina de su oficina provisional, encontrándose con una gran cantidad de portafolios y documentos repletos de información importante. Frunció su ceño en forma de desagrado y suspiró antes de comenzar a rebuscar entre ellos y de hacer un desastre.

Unos toques en su puerta se hicieron presentes.

- Adelante- encontró un portafolio parecido y cuando pensó que era el que buscaba no lo era.