Capítulo 11: Sementales.

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Sorpresivamente en la granja Apple un poni había llegado con los ojos llorosos y triste, ese poni según Big Macintosh se llamaba Caramel y aparentemente era un amigo del semental rojo.

- Me paso algo horrible, mi novia me dejó. – dijo el semental de las herraduras en su flanco.

- Pues créeme que esta historia me parecería nueva si no fuera porque ya la he escuchado varias veces antes. – dijo el gran Big Macintosh.

- Pero ahora fue la más devastadora de todas, esta vez parece que ya no hay esperanza para mí, y no sabía si lo mejor era desahogarme con mi buen amigo o tirarme del rio. – dijo triste y desolado el semental de las herraduras en su flanco.

- O-Oye no es necesario que te suicides, no todo es tan malo. – dijo Blade tratando de calmarlo.

- Lo sé amigo, pero ya sin ella nada tiene sentido para mí, ¡NADAAAA! – en ese instante el semental rompe en llanto.

- Bueno, lo siento por ti, si te quieres suicidar puedes hacerlo, pero mejor ve a dormir, que mañana será otro día y nosotros tenemos que trabajar. – dijo Big Macintosh tratando de cerrar la puerta, pero este sorpresivamente entra a la casa, haciendo que Big Macintosh no tuviera otra opción que llevarlo al salón.

- ¡MI VIDA SIN ELLA YA NO VALE NADA! – dice rompiendo en llanto el semental de las herraduras en el flanco cuando Big Macintosh pone un rostro serio y le dirige la palabra.

- ¡Si te vas a quedar a llorar aquí, al menos no grites, que los demás en casa están durmiendo! – dijo molesto Big Macintosh.

- P-Perdón. – responde el semental de las herraduras bajando la voz.

Blade al ver a aquel semental tan desolado decide tratar de animarlo.

- Mira, se que a veces las cosas no son como uno espera, pero no debes pensar que todo a terminado, eres joven y aunque ahora no hayas tenido un buen final con tu novia, eso no quiere decir que en el futuro la vida no te de otra sorpresa, al fin y al cabo, como dice el dicho, hay muchos peces en el mar. – le dijo Blade tratando de animar a aquel triste semental.

- ¡Gracias amigo sea quien seas! ¡Tu si me entiendes! – responde el semental de las herraduras abrazando a Blade al punto de casi dejarlo sin aire.

- Me llamo Blade, por si acaso. – le dice el semental unicornio casi asfixiado por el abrazo de Caramel entre sus escandalosos llantos.

- ¡Ya déjalo tranquilo! El hace poco que llego al pueblo, y lo que menos necesita es llevarse una mala impresión de su gente. – dice en un tono molesto el gran Big Macintosh lo que causa que este deje de abrazar a Blade.

- Big Mac tiene razón, siento que te veas esta triste faceta de mí, siendo que apenas nos conocemos. – dijo Caramel.

- Tranquilo, entiendo que no todos los días pueden ser buenos, a veces yo también he tenido días en los que preferiría estar muerto. – dijo el semental dando un suspiro algo melancólico.

Ya algo más calmado, el semental procede a contar el motivo de aquel terrible problema que aparentemente le destruyo su vida sentimental.

- Bueno, que paso esta vez. – dijo Big Macintosh, siempre de forma seria.

- Mi novia encontró mi diario personal secreto. – dijo Caramel.

- ¿Un diario? ¿Tú? Es algo que conociéndote me cuesta mucho imaginar. – dijo el gran semental rojo.

- En ese diario, confesé un problema muy personal, que, al ella leerlo, decidió terminar conmigo en el acto. – responde Caramel.

- ¿Problema muy personal? ¡No me digas que eres adicto al opio! – dijo Big Macintosh.

My Little Pony "Las cronicas de la amistad"Where stories live. Discover now