Young Father |Min YoonGi|

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Y una vez mas la niñera les había echo lo mismo. Tan pronto como YoonGi llegaba esta se iba, incluso YoonGi se sentía tan rechazado cuando este intentaba entablar una conversación con ella en las mañanas, Yoo Hee parecía evitar a toda costa un acercamiento hacia él. Min se sentía bastante confundido y en cierta forma dolido, antes por lo menos tenían conversaciones normales de adultos, pero desde hace diez días que la cobriza solo se disponía a hablar de los niños cuando mucho.

Hoy tenía el día libre del trabajo, por lo cual aún no se levantaba de la cama, aún eran las 7:02 a.m., si era muy extraño que YoonGi se despertara a esas horas de la mañana cuando tenía el día libre, pero algo le hacía sentir un inútil bajo ese techo desde que Yoo Hee lo trataba de esa forma.

Se dispuso a cerrar sus ojos para dormir nuevamente.

El timbre de la casa sonó y escuchó los escandalosos pasos de Jung Dul.

—¡Yoo Hee!—Se escuchó gritar a el niño desde el primer piso.

Eso bastó para que Min saliera disparado de la cama para salir de su cuarto y correr escaleras abajo.

Se encontró con la chica cargando aún a Jung Dul en brazos.

Sus ojos se encontraron, algo hizo que un cosquilleo recorriera la espina dorsal de YoonGi al ver aquellos ojos marrones que hace mucho tiempo no veía fijamente.

La cobriza corrió la mirada y YoonGi con el ceño fruncido vio las mejillas de la chica que se tornaban rojizas poco a poco. ¿Que estaba enferma?

—Hola Yoo Hee –Saludó YoonGi.

—Hola –La cobriza sonrió de labios algo nerviosa aún sin ver a YoonGi.

Con Jung Dul en brazos caminó hasta la sala.

YoonGi frunció el ceño y siguió a los dos hasta que Yoo Hee sentó a el niño en el sillón y lo miró con una sonrisa. Por un momento YoonGi se sintió celoso de su propio hijo por tener toda la atención de la chica que desde hace diez días no plantaba una conversación con él. Porque eso era lo que mas le daba, que ella trataba y seguía siendo muy buena con sus hijos cuando con él era cortante y evitaba a toda costa al parecer acercarse a él.

—Iré a cocinar algo para los niños –Dijo la niñera caminando hasta la cocina.

Sus hijos hacia ya cuatro días que habían salido de vacaciones de la escuela, YoonGi no podía ser un padre mas orgulloso, Josang con notas impecables, y Jung Dul... Bueno, Jung Dul tenía que seguir trabajando en la materia de matemáticas.

YoonGi se sentó a un lado de su hijo.
El niño puso en el televisor a Bob Esponja y su padre solo se acomodó en el sillón para ver el odioso televisor cuando se suponía que debía estar con cierta chica en cierta cocina hablando como solían hacerlo. Entonces algo llegó a la mente de YoonGi... ¿Por qué le tomaba tanta importancia?
Sería una mentira decir que Min dejó de pensar en Yoo Hee esos diez días enteros. Joder, si la chica abarcaba su mente incluso cuando estaba en la oficina o veía a Ji Eun, tenía que tener la imagen de Yoo Hee y su extraño comportamiento que recientemente había tomado con él.

Josang caminó hasta el sillón donde estaban su padre y Jung Dul para sentarse de forma perezosa al igual que los otros dos.
El niño se acababa de levantar, eso era obvio por la cara que gritaba: 'tengo flojera'.

La puerta de la casa fue tocada varias veces y YoonGi rodó los ojos imaginando quien era.
Se levantó de mala gana y con total desgano fue a abrir la puerta.

—YoonGi~ —Habló su amigo entre lloriqueos abrazándose a el pelinegro.

HoSeok vestía un pijama de Pikachu y sus cabellos estaban desordenados.