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Yoo Hee solo veía como un enfermero curaba el labio partido de YoonGi y su nariz sangrante, y su mejilla ya tenía una curita por como Chanyeol la golpeó hasta abrir una herida, mientras JiMin ponía una pomada en el hematoma que dejó Min en el ojo y barbilla de Chanyeol. Además que estaba vendado del brazo y YoonGi tenía una bolsa de hielo en la cabeza al igual que Chanyeol.
Porque si, Yoo Hee les lanzó la silla cuando Chanyeol volvió a golpear a YoonGi. Y púes YoonGi no se dejó esta vez.

—Aún no puedo creer como es como a pesar de que te acabas de despertar de un buen accidente automovilístico, tus hematomas en espalda baja y brazos es que allás podido lanzar y más sorprendente aún, que no les Rompiste la cabeza o algún hueso del cuerpo con la silla –Habló el enfermero.

Los menores Park solo rieron. Si supiera...

—Experiencia... Creo –La castaña se encogió de hombros.

Cabe recalcar que Min y Park estaban separados por metros.

—JiMin, dejame untarle la pomada a tú hermano –Pidió el señor Park extendiendo su mano para que su hijo le diera la pomada. JiMin le dio el pequeño ungüento y se levantó de la silla para ofrecérsela a su padre. Ji Hyon se sentó en esta y echó con cuidado en sobré su dedo índice. —Pídele disculpas a el joven Min. –Le ordenó su padre a Chanyeol.

Este negó y miró al otro pelinegro que lo miraba con el mismo enojo.

—Antes traigo el maldito betabel y- ¡Auch! –Se quejó cuando su padre tocó con rudeza y sin piedad alguna la herida en su ceja.

—Pidele una disculpa  –Volvió a ordenar como si nada retirando su dedo pulgar de la herida.

—Ni loco. ¡Ahhh!

Esta vez el señor Park tomó su brazo adolorido y lo apretó fuertemente, Chanyeol se retorcía de dolor en aquella silla.

—No seas terco, yo no te eduqué así –Le dijo su padre mientras apretaba mas fuerte su agarre.

—¡Esta bien, esta bien, esta bien! ¡Lo siento! –Dijo Chanyeol mientras seguía retorciéndose por los rudo y nada piadoso que estaba siendo su padre.

El señor Park lo soltó y sonrió hacia su hijo.

YoonGi solo asintió con arrogancia para reír, y después quejarse del dolor, pues una almohada había aterrizado justo en si cara sin nada de delicadeza.

—No te rías de mi hermano. –La castaña hizo un puchero y Min solo ahí, idiota o no, ese gesto de la castaña era uno de sus favoritos.

—¡Ja! ¡Me quiere mas a mi! –Se burló Chanyeol. –¡Au!

Y otra almohada con la misma fuerza estampó contra su rostro.

—Tampoco estoy muy feliz contigo. –Habló con molestia la castaña. –Mira como le dejaste el rostro a YoonGi~ –Su voz sonó angustiada.

—Yah, a mi me irá peor si mi mánager me ve, o peor aún... SuHo –Abrió los ojos aterrado. –El fantasma ese no tiene que cuidar de ese horrible rostro que se carga.

—Para tú información cuñadito –Dijo con sorna. Chanyeol tensó la mandíbula e hizo puños que picaban por querer golpear de nuevo aquél pálido rostro que se cargaba el pelinegro. –Tengo a tres niños en casa que se preguntaran como mierda fue que acabé así.

—Ohh~ Mis niños~ –Yoo Hee se dejó caer sobre la camilla.

Mala idea, su cabeza dolió. Soltó un quejido de dolo y miró al techo.

¿Como estarían sus pequeños?
Ayer a Hanna la darían de alta en el Hospital, Josang tenía su competencia de natación, y Jung Dul, bueno, Jung Dul le podría mostrar un nuevo dibujo.
Extrañaba con su vida a esos pequeños. Diablos si tan solo pudiera salir de la cama.

Young Father |Min YoonGi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora