16-Los dados han sido lanzados, la suerte está echada

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-Ha pasado tiempo, discípulo idiota...

Allen se quedó congelado en el suelo, con Crown Clown cubriéndolo, no podía creer que su maestro seguía con vida.

Road no perdió ni un segundo y levantó su brazo hacia el general, haciendo que la punta de tres de sus velas quedara a escasos milímetros del cuello de Cross.
Un mínimo movimiento de sus dedos, y le cortarían la garganta.

-Le doy diez segundos para que guarde su arma y se largue de aquí.

El general río por lo bajo, sin inmutarse.

-Que arisca...

Road frunció el ceño, casi podría jurar que una vena se le saltaba en la sien por el coraje.

-¿Perdón? Usted ha llegado a nuestra casa, ha roto la puerta y ha golpeado a mi novio, ¿¡y dice que yo soy arisca!? ¡Que poca vergüenza tiene la orden!
-Road...

Allen se levantó y la tomó del brazo, tratando de calmarla.

El general miró con detenimiento a la joven pareja, escondiendo su sorpresa, había escuchado rumores de que su estudiante se había escapado con la menor de los Noah, y que tenían una relación... Curiosa.
Pero no había imaginado que se tratara de algo amoroso.

Las miradas afiladas y completamente alertas de los cinco se clavaban sobre él, sobre su máscara, así que al final decidió ceder un poco, y suspiró con cansancio.
Después de todo, era un invitado.

-Vale, vale...

Guardó a Juicio dentro de su abrigo, tomando por sorpresa a Road, que ya se imaginaba atravesando a ese sujeto con sus velas.
El general se inclinó, tomó la puerta del suelo y la volvió a acomodar en su lugar.

-Contrario a lo que ustedes creen, no he venido para pelear.
-¿¡Entonces por qué mierda ha tirado nuestra puerta!?
-Quería ver que tan preparados estaban ante un ataque sorpresa, como reaccionarían, como se organizarían para enfrentarse a los invasores y escapar sin ninguna baja... Y vaya decepción que me llevé.

Se quitó su sombrero y lo dejó sobre el perchero.

-En fin... Algo huele bien, ¿qué vamos a cenar?

Sin que lo invitaran, caminó al comedor y se sentó a la cabeza, y peor aún, subió las botas a la mesa ensuciando todo de nieve.

-A propósito, cuando venía para acá pude ver una oleada de akumas que se acercaban por el lado oeste del bosque, no hay ninguno de nivel tres o mayor, no debería ser problema para ninguna de las personas en esta habitación.

-Oh Dios...

Inconscientemente, Allen tomó de la mano a la chica, gesto que no pasó desapercibido para Cross.

Tyki corrió a la ventana del comedor, para mirar hacia el bosque, llegando a una conclusión poco tranquilizadora.
"Los dos akumas que encontré en el bosque esta tarde eran sólo exploradores"
El verdadero ataque apenas iniciaba.

-Mierda... ¿Cómo supieron donde estábamos?
-Eso no importa, si no acabamos con ellos antes de que envíen nuestra ubicación al Conde, estamos perdidos.

Kanda guardó a Mugen, y Alma adquirió su forma de akuma.

-Nosotros iremos.

Afirmó con convicción.

-Kanda, es una horda completa...

Tyki encendió un cigarrillo, y caminó hasta la puerta para tomar su abrigo y su sombrero.

Come Along With MeWhere stories live. Discover now