Amor infernal ( terminado) sasusaku

Capítulo:4

🍁 Sasuke 🍁

Imbécil.

Soy un completo imbécil. Claramente me dijo que ella no vendría hasta la noche de mañana. Y yo aquí haciendo el ridículo.

Y para poner aun peor mi imagen de futuro Rey del infierno. Decido esperar a la pequeña pelirrosa en su coche hasta que termine su trabajo. Dejo mis últimos billetes en la mesa y salgo al estacionamiento. Mientras espero juego con mis ojos, quiero decir, los pongo en rojos y luego negros, estoy así durante un rato, hasta que me aburro de eso y me dejo llevar por el demonio que soy, mantengo mis ojos sentellantes, rojos, para hacer que el pequeño murciélago que me observa, venga a mí. El pequeño está por venir cuando escucho unos pasos algo acelerados venir hacia mí. Detengo al pequeño murciélago y giro mi rostro para ver quién es, y cuando veo que es la pelirrosa, recuerdo el color de mis ojos y giro rápidamente mi cara a otro lado para volverlos negros nuevamente.

Ella se detiene, espera unos segundos. Siento su miedo.

Sé que su cuerpo quiere huir.

Pero por alguna razón, no lo hace.

Viene hacia mí. con esa carita de niña buena.

- que diablos haces aquí - eso me hace sonreír mucho por dentro. Está claro que su angelical aspecto a veces no cuadra con esa boquita que tiene.

- bueno, solo quería pedirte ayuda para conseguir a la pelirroja de tu amiga - digo yendo al grano. Después de todo en algún momento ella también sabrá quien soy. Porque quiera o no, ella me ayudara con mi objetivo.

- estas.... Ok, escucha.... 1*. Estás loco ,2*. Ella no es mi amiga y 3*. Porque te ayudaría - termina de hablar con las manos metidas en las bolsas de su abrigo, que a pesar de estar abrigada, parece tener frío.

- sí, puede que esté un poco loco y se que me ayudarás por que no toleras ver a un chico sufrir por amor - le digo sonriendo con triunfo

- pues que pena, porque ella no es mi amiga y por lo tanto no sabría como ayudarte, si tuviera intención de hacerlo claro  - dice sacando una mano de su abrigo y señalandome con su delgado dedo.

- bueno, pues podrías fingir ser su amiga para ayudarme - digo regalandole un guiño y una sonrisa. Lo que me confunde por dentro.

- encerio?,...Estás loco si crees que haría algo así - niega con la cabeza y camina a la puerta de su coche, bajo del capó y cuando ella intenta abrir la puerta, yo la detengo agarrando su mano. lo que me da escalofríos, ambos alejamos nuestras manos.

Dos segundos de silencio. Y luego carraspeo mi garganta. Me siento incómodo. Y es una estupidez, solo toqué su mano. Joder.

- de verdad, necesito que me ayudes - digo mirando ese par de ojos verdes

Estamos en la oscuridad del estacionamiento, que me hace sentir un poco mejor a lo que estoy haciendo aquí. A lo que el príncipe del infierno a llegado a caer.

Ella me observa, me pone inquieto, pero no desvío la mirada, siento que ve a través de mí.

- me dirás porque estás tán desesperado por ella? - pregunta con una voz muy sutil, con la guardia en alto.

- es perfecta para mí, por eso - digo desviando la mirada. No puedo confesarle aún lo que soy y a que vine, no hasta que me ayude.

Se queda pensativa por unos segundos.

Largos segundos.

- te creo,pero sólo es una parte de lo que ocultas - lo dice con una voz que me hace sentir por primera vez en toda mi vida, que mentir es malo. Irónico. Estúpido.