Capítulo 13

409 19 3
                                    

Snow Patrol — Chasing Cars.

“If I lay here, if I just lay here, would you lie with me and just forget the world? I don't quite know, how to say, how I feel, those three words, are said too much, they're not enough.”

Ariana's POV

— No piensas quitarte la ropa aquí ¿cierto? –pregunté para asegurarme.

— Eemm ¿sí? –se puso nervioso.

— ¿Harry hablas en serio? –fruncí el ceño.

— Es que, no sé –dijo mientras rascaba su cabeza.

— Me puedo salir si gustas, señor –dije mientras me ponía de pie, pero él me tomó de los hombros, y me puso de nuevo en la cama.

— ¡No! Yo terminaré en el baño, tu quedate aquí. Mi madre suele hacer muchas preguntas –reí a su respuesta.

— Bien, pero si rompo algo, no es mi culpa –el sonrió y besó mi frente.

— No tardo –dijo mientras se metía al baño.

Me quedé unos minutos, observando cada lugar de su habitación. No la tenía tan ordenada, como debería estarlo.

Me paré a mirar unas fotos de su escritorio: era él de bebe. No pude evitar sonreír.

Lentamente caminé hacia su tocador. En él, tenía una gran cantidad de perfumes. Olí cada uno de ellos, y lo siento, vale, pero yo no me resistía al olor de hombre.

— Lo sé, soy delicioso –dijo apareciendo justo tenía una de las botellitas bajo mi nariz. Me asusté, así que la puse en el tocador rápidamente.

Lo volteé a ver, notando que él sólo traía una toalla en la cadera y estaba alborotando su cabello.

Por. Dios. Gracias al cielo no me sale baba. Vamos Ariana, mira a otro lado, no lo mires tan fijamente. Pero era inevitable no ver cómo las gotas caían por sus hombros, hacia su pecho y espalda.

— Creo que iré con tu mamá –mencioné, sino, me pondría como loca, y eso no puede pasar.

— ¡No! Necesito tu ayuda –dijo mientras se acercaba a mi.

Ariana.. Inhala, exhala, inhala, exhala.

— ¿A qué? ¿A cambiarte? –reí–. No señor –dije separándome de él.

— No, claro que no –giró los ojos–. Es que necesito ayuda con qué ponerme.

—Es lo mismo pero, ¿a qué te refieres? –pregunté, y reí.

— ¿Cuáles me pongo? ¿Los blancos o los verdes? –dijo sosteniendo unos bóxer.

Yo me reí a su pregunta.

— ¡Sólo pontelos!

— Pero necesito ir presentable a tu casa.

— Los verde, convinan con tus ojos. Aunque, promete no mostrarlos –dije.

Él rió.

— Lo pensaré –murmuró mientras se sentaba en cama y se los ponía bajo la toalla. Yo me giré para darle algo de privacidad–. Mantén la vista arriba.

— ¿Por qué? –pregunté.

Volteé, dándome cuenta de que él solo andaba con el bóxer pegado al cuerpo.

Levanté la mirada y sentí que me ardían las mejillas.

— Por eso...

— Ah –susurré y planté mis ojos en su cabello mojado.

— Procura no acercarte mucho –dije.

— ¿Por qué? –dijo acercándose.

— ¡Dije que no lo hicieras, caray! –el río.

— Está bien mamá –sonreí a su comentario sarcástico.

— Oye, me gusta tu cabello –reí.

— El tuyo es liso...–dijo mientras trataba de retirar mi gorro.

Me estremecí y lo tomé mientras me alejaba.

— Em, sí. Te espero allá abajo ¿si? Te dejaré cambiarte – no le di tiempo de contestar, cuando ya había salido del cuarto.

Me encontré con Anne sentada en la sala.

— ¿Se divertían? –dijo volteándome a ver.

Yo no supe que responder, solo sonreí tímidamente.

— Tomaré eso como un sí –mencionó y me hizo un campo al lado de ella–. Se llevan muy bien, por lo que veo –dijo. Yo asentí.

— Es un buen amigo –respondí.

— Te quiere –dijo su mamá, a lo que yo me sonrojé y me sorprendí a la vez.

— Yo también –susurré demasiado bajito –, pero no se lo diga.

— No lo haré pequeña –respondió. Yo estaba cada vez más sonrojada.

— Su hijo es un gran chico –sonreí. En ese momento Harry iba saliendo de su cuarto, pero se quedó escuchando lo que decíamos.

— Sí, sé que no te hará ningún mal.

— Yo también lo sé, él es distinto –dije sonriendo.

— Y tú también lo eres Ari, lo puedo notar por la forma en que me hablas de él –me miró dulcemente.

— Soy más distinta de lo que usted cree, señora –informé y ella me miró curiosa–. No le puedo decir por qué, pero lo soy –respondí y ella medio sonrió.

— Cualquiera que sea la razón, eres importante. Recuérdalo –dijo tomando mi mano.

— Gracias. ¿Le puedo dar un abrazo?

— Claro que sí, mi niña –estiró los brazos.

Le di un abrazo.

Harry sonrío y bajó.

— ¿Interrumpí algo?

The Only Exception ✔→《Editando a Hariana》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora