The Only Exception ✔→《Editando a Hariana》

Capítulo 9

Bruno Mars - Just The Way You Are.

“When I see your face, theres not a thing that I would change, cuz ur amazing, just the way you are, and when you smile, the whole world stops and stares for a while, cuz girl ur amazing, just the way you are.”

Ariana's POV:

— ¿Qué pretendes con esto? —pregunté torciendo la boca.

Bajé mi sándwich y suspiré.

— ¿Qué supones tú? —dijo levantando una ceja. Levemente lo golpeé un su brazo.

— Styles no te pases de listo —dije dándole un sorbo a mi jugo.

— No lo hago —sonrió—, lo digo en serio...

— Pues, que yo sepa, sólo somos amigos. Sin embargo, tú me besaste ayer, dos veces —respondí escondiendo mi rostro y mi sonrisita traviesa.

— ¿Te besé? Quizás trataste de decir: «Beso a Harry y después salgo corriendo» —no pude evitar ponerme roja y reír de nuevo.

— Tú fuiste quien me besó la segunda vez —le contesté mientras quitaba un poco de migajas de pan de su boca.

Tomó mi mano y me detuvo de limpiarle.

— De cualquier forma que pasara, pasó —dijo y puso mi mano en su pecho.

Yo no sabía ni qué pensar.

Recordé la forma en que su corazón latía anoche y sonreí.

— Ya, para —le dije riendo y alejando mi mano de ahí.

— ¿Acaso te pongo nerviosa? —preguntó acercándose.

— No. Lo que pasa es que lo feo se pega —empecé a reír y bajé corriendo las gradas, mientras él me perseguía.

Corrimos por toda la cancha, hasta que logró tomarme de la cintura y cargarme. Yo no podía con mi risa. Él me cargó en su hombro, dejando mi cabeza contra su espalda baja y mis piernas frente su pecho. Me llevó a cuestas hasta que fuimos al pasto. Me tiró ahí y empezó a hacerme cosquillas. Estaba segura que me haría pipí si no paraba.

— Oye. ¿Alguna vez has estado cubierto de un líquido amarillento? —pregunté en medio de mi risa. Él me miró extrañado mientras seguía haciéndome cosquillas.

— No, ¿por qué?  —preguntó. Yo seguí riendo.

— Porque si sigues haciéndome cosquillas, lo estarás —dije.

Él se detuvo inmediatamente. Ambos reímos y luego él me abrazó. Después de unos segundos, nos tumbamos en el pasto, y comenzamos a ver las nubes.

— Eres un misterio —susurró Harry luego de unos minutos de silencio.

— ¿Perdón? —pregunté al no estar segura de lo que dijo.

— Que eres un misterio —dijo repitiendo lo dicho.

— ¿Por qué? —me preocupé. ¿Sabría mi secreto?

— No tengo la menor idea, eres tan... —Él estaba viendo las nubes, mientras pensaba una palabra.

— ¿Rara? —dije yo, ayudándole con una.

— No, para nada —hizo una pausa—. Especial — concluyó mientras me volteó a ver, rápidamente aún acostados. Me giré para verlo bien. Él sonreía. Los pequeños rayos del sol se posaban en su rostro, y cabello, destellando ciertos mechones rubios que tiene.

—Gracias —susurré. Él sonrió aún más—. Eres diferente.

— Soy igual a cualquier chico, Ariana
—dijo mientras me volteaba a ver nuevamente.

— No es verdad. Para mí eres el mejor, en serio —, y es verdad; es el único nunca se burló de mi.

— ¿Mejor que todos? —preguntó viendo hacia el cielo nuevamente.

— Sí —respondí muy segura.

— ¿Por qué lo piensas así? —susurró tomando mi mano. La alzó y luego la dejó caer.

— Porque tú eres el único, que al verme, no se burló de mí, o le causé gracia o cosas así. Tú quisiste tener una amistad conmigo, y créeme, que eso es algo de lo que estoy muy agradecida —lo abracé, y besé su mejilla —. Te quiero Hazza.

— Es extraño que lo digas, porque comúnmente, soy un chico al que no le interesa la demás gente —pronunció, no obstante, me tenía muy cerca de él—. Pero eres tan misteriosa y tan buena chica, que me es muy difícil comportarme así contigo. Eres especial, diferente, e interesante. Me agradas y siempre estaré para apoyarte —comentó.

— ¿Me prometes algo? —pedí, mientras me sentaba y lo miraba.

— Lo que quieras pequeña —asintió sentándose también. Me tomó de la cintura y me jaló, para quedar sobre sus piernas.

— Prométeme que nunca te alejaras de mí —lo miré a los ojos. Él solo sonrió.

— Escucha —señaló su pecho. Puse mi cabeza sobre él—. ¿Qué crees que está diciendo? —preguntó.

—No lo sé. No hablo ese idioma, discúlpame —reí.

— Dice que: pase lo que pase, siempre estará ahí para ti y, que nunca te dejará sola —no pude evitar sonreír ante sus palabras, y terminé lanzándome sobre él. Harry me apretó en sus brazos.

No podía creer que lo conociera desde ayer y ya estuviera así de cerca de él. Lo quiero, no tenía dudas, pero me da miedo encariñarme demasiado. ¿Y si esto no dura tanto como él me prometía?

Cerré los ojos y traté de no pensar en eso.

— Quién diría que serías tan cercano a mí... —susurré.

— El destino fue el que se encargó de ponerme en este camino contigo, Ariana —dijo muy tranquilo.

— Y será él que te aleje de mí... —pensé.

— ¿Qué? — preguntó confundido.

¿Lo dije en voz alta?

— No, no fue nada, olvídalo —dije tratando de remediarlo.

— ¿Qué sucede, Ariana? —insistió.

—- Es algo que no entenderás, Harry.

— Lo entenderé si me explicas, así que dime —me miró preocupado.

— No, no puedo —agaché la cabeza.

— Sí, sí puedes. Anda dímelo —siguió insistiendo

— Esto es algo que se tiene que tomar mucho tiempo Harry. Primero cumple tu promesa, y después te lo diré.

— Ya la estoy cumpliendo —frunció el ceño.

— Te prometo que te lo diré después ¿sí? —lo tomé de la cara para que me mirara.

— Mmm, está bien —dijo algo seco.

— No quiero que por esto te portes distante conmigo —dije suavemente mientras me sentaba a su lado y me cruzaba de piernas—, es solo que me cuesta trabajo asincerarme con la gente, y a ti, aunque te quiera y te tenga confianza, sigue siendo difícil de contar.

— Lo sé, no te presionaré. Pero sabes que cuentas conmigo —aseguró. Yo asentí—. Sonríe —pidió e instantáneamente lo hice —. Así me gusta —dijo y me abrazó.