◆CAPITULO 16◆

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Cleo

A pesar de que el día se encuentra genial, pero me veo tan agobiada con todo que relacione salir a fuera que me quedo dentro de la casa. No era mi mejor plan, pero todos a mi alrededor tienen pensado ciertas actividades que no me convencen del todo y realmente no deseo tener que fingir una sonrisa constante para luego encerrarme en mi habitación y llorar todo lo que no hecho en el día.

Cada vez que me centro en lo que me rodea no puedo notar las cosas buenas, siempre me centro en lo negativo. Me silencio porque le temo a las opiniones de los demás, no estoy lista para que juzguen mis sentimientos ya que esa sería la forma de destruirme definitivamente.

Los años hacen lo suyo conmigo y no me atrevo a negarlo porque sería algo sin sentido. Dichos años me apresuran a elegir una carrera que estudiare por el resto de mi vida y la cual me dará el dinero suficiente como para subsistir en esta maldita vida. El estrés es mucho más del cual estoy acostumbrada a manejar y siendo sincera veo como todos a mi alrededor la vida los trata de maravillas mientras a mi prácticamente me invita a pelear cada vez que sonrió por algún motivo.

En las noches se me dificulta demasiado dormir, no basta con mirar al techo en busca de alguna divina señal o escuchar todas las playlist creadas para dormir rápido. Mis pensamientos me agobian hasta cuando debo descansar, pienso mucho en el futuro. Dicho futuro el cual ni cerca esta y me duele la cabeza de tan solo pensar en lo que podría pasar mañana o los días siguientes. Me molesta no tener un objetivo y si lo tengo ver solo piedras en mi camino que me prohíben avanzar.

Veo como la gente intenta ayudarme mientras yo me hundo cada vez más en este pozo negro de depresión e inutilidad absoluta. En ciertos momento odio mi pasado, pero en cuanto lo analizo llego a la conclusión de que si no me hubiera pasado aquello no tendría este presente que a pesar de lastimarme de vez en cuando tengo a las personas que amo a mi lado.

El timbre de la casa me saca completamente de mi agonía, quito todo tipo de atención que se suponía que tenía en mi lectura para dejarlo de lado y dirigirme hacia la puerta. Al abrirla me encuentro con Christian vestido con una remera negra junto a un jean azul oscuro y su campera bordo, cabello con su propio estilo de remolino y una sonrisa intacta en sus labios.

—Hola — Saludo inevitablemente sonriendo.

—¿Estás sola? — Consultando mirando dentro de la casa por encima mío.

—Si, pero ¿A qué viene la pregunta? — Cuestiono confundida.

—Necesito que te vistas — Me comunica observando que aun llevo puesto mi pijama a pesar de que son como las cinco de la tarde.

—¿Para?

—Sube a tu habitación, ponte lo que más te guste y baja — Me ordena entrando en la casa —Te esperare aquí abajo, tengo planes para esta noche y ya le he avisado a Cata que llegaras tarde.

Extrañamente subo a mi habitación y cinco segundos comienza mi dilema con que ponerme, pero mientras más observo mi armario más indecisa me encuentro hasta que mi vista se centra en aquel vestido que Cata insistió en comprarme. Este es básicamente un vestido con un largo hasta por encima de mis rodillas, con una tela entre todo ni tan fina ni tan gruesa, tiene un estampado de flores de color azul, magnas cortas y un escote en forma de corazón.

Me coloco unos borceguís negros con un poco de altura y dejo mi cabello suelto luego de cepillarlo ya que no lo había hecho en días. No se cuanto tiempo me lleva, pero intento hacer lo mejor que puedo con el maquillaje que tengo gracias a Lydia. Pero cuando me observo en el espejo por ultima vez logro darme cuenta que me encuentro aceptable así que salgo de la habitación para dirigirme a las escaleras.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2022 ⏰

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