◆CAPITULO 13◆

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Cleo.

De todos los dias este era el que mas odiaba, uno año mas en el que el simple recuerdo de mis cumpleaños me traía dolor de cabeza y recuerdos que duelen en el alma.

Lydia junto a Cata siempre se las arreglaban para que, aunque sea pueda disfrutar una pequeña parte de aquel supuesto glorioso día. En este cumpleaños ambas habían organizado una gran fiesta, era algo un poco complicado de cumplir ya que no me consideraba muy buen relacionándome con las personas.

Tras el beso de Christian en su auto lo que resto de la noche no pude dejar de pensar en aquel instante, le conté a Lydia lo que habia sucedido y casi puso el grito en el cielo diciéndome que ella sabia que entre ambos ocurría algo, hasta habia hecho una apuesta con Zac para ver quien de los dos daba el primer paso.

 La malvada de mi amiga habia apostado por Christian mientras que Zac lo habia por mí, obviamente gano Lydia, pero de igual forma ella se sentía realmente contenta por mí. Era la primera vez que me daba el lujo de amar a alguien.

[......]

El día comenzó super normal hasta que llegue a la planta baja de la casa, el desayuno que se encontraba encima de la enorme mesa era mas que espectacular. Cata y Lydia se encontraban junto a este con unas hermosas sonrisas. 

―Feliz cumpleaños hermosura ― Exclamo emocionada Lydia para luego abrazarme con fuerza.

―Muchas gracias Lydia ― Sonreí nerviosa.

Cata me miro fijamente para luego abrir sus brazos permitiéndome correr hacia ella, de alguna manera un tanto extraña ella sabia que esta fecha nunca significo nada bueno para mí, aunque ellas siempre intentaban que fuera único y especial. La que se suponía que era mi madre únicamente lo arruinaba todo. 

Procedimos a disfrutar del desayuno que teníamos enfrente, las tres reíamos por algunos comentarios y suposiciones que Lydia hacía. Sin darnos cuenta la hora corrió, mientras Cata corría con las llaves del auto Lydia y yo íbamos por nuestras cosas.

El viaje en el auto fue bastante divertido, pusieron música y por mas que intentaba estar seria ellas siempre encontraban la manera de sacarme, aunque sea una pequeña sonrisa. En el momento en el que llegamos a la universidad Zac apareció inmediatamente en mi campo visual con una enorme sonrisa.

Este se lanzo a mi con los brazos estirados, correspondí su abrazo para luego recibir una pequeña bolsa que este sostenía en sus manos.

―No debiste molestarte Zac ― Dije apenada.

No estaba acostumbrada a los regalos que no sean parte de Lydia o de Cata, en cuando abrí el regalo me encontré con pequeño espejo decorado con detalles antiguos.

―Es hermoso ― Sonreí.

―Se que hay ocasiones en las que te miras al espejo y no te gusta lo que ves ― Comento mirándome fijamente ―La culpa es del espejo, no tuya Cleo. 

―Muchas gracias.

Con eso los tres nos fuimos cada uno a su aula, durante la clase me sentí totalmente perdida en mis malditos pensamientos. Mis cumpleaños nunca empezaban ni terminaban bien, ellos siempre tenia una manera demasiado especial de hacerme sentir miserable. 

[.........]

Las horas en la maldita universidad pasaron como normalmente lo hacían, de la manera más lenta posible volviéndome la persona más inútil de todo el planeta.

Cuando llego la hora de ir a la cafetería con la mirada busque por todos lados a Christian, pero este no apareció en ningún momento. Intenté llenar mi cabeza con pensamientos positivos, pero aquello se volvió imposible cuando comencé a pensar en que tal vez se habia arrepentido de aquel beso y ahora no sabia como decirme que realmente no deseaba nada. 

MI BAJA AUTOESTIMA Y EL #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora