◆CAPITULO 11◆

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Cleo.

Al salir de la sesión caminé lentamente para luego ser sorprendida por el sonido de una bocina detrás mío, en cuanto me di media vuelta me encontré con el auto de Christian acercándose hacia mí. En cuanto estaciono se bajo de este mostrando al mundo que el siempre sería el chico mejor vestido del mundo.

Llevaba puesto una remera negra un poco ajustada al cuerpo junto a un jean color blanco, sus lentes de sol cubriendo cualquier rayo de sol que pudiera dar en sus ojos, las llaves en sus manos, su sonrisa intacta y mi corazón latiendo a mil por segundo.

Aquello se me hacia lo mas normal posible.

 ―Hola Cleo ― Saludo sonriendo abiertamente mientras caminaba hacia mí.

―Hola Christian ― Le sonreí.

― ¿Qué haces aquí? No es que no me agrade verte es que me tomas por sorpresa.

Me miro confundido por varios segundos para luego sonreír de lado observándome con absoluta atención.

―Eres bastante olvidadiza Cleo ― Determino riendo ―Te dije que te vendría a buscar después de tu sesión con el psicólogo ― Me recordó.

Los nervios en ese momento se reflejaron en mi cara inmediatamente, pude sentir como esta ardía dando señal de que estaba mas que sonrojada ante sus palabras.

―Lo lamento, lo había olvidado.

― ¿Entonces esta lista señorita? ― Pregunto mirándome de arriba abajo para luego sonreír.

―Si, estoy lista.

Con eso Christian me abrió la puerta del copiloto de su auto, cuando ambos ya estábamos adentro este me miro fijamente para luego entregarme unos lentes de sol los cuales me coloque con rapidez. En cuanto comenzó a conducir a una velocidad creo que no aceptable para ningún control vehicular, presiono un botón a su lado el cual permitió que el techo del auto se desplazara hacia atrás volviéndolo descapotable.

Estaba asombrada, el aire que recibíamos de nuestro alrededor era increíble sin mencionar que ambos no podíamos dejar de mirarnos. Christian puso música inevitablemente cantable, ambos comenzamos a cantar mientras el aire pegaba en nuestros rostros.

Segundos después sentí como las manos de este subían por mi cabello soltando la liga que lo mantenía atado provocando que mi cabello castaño cayera por mis hombros de manera rápida. El viento comenzó a moverlo en varias direcciones.

―El cabello suelto te queda mucho mejor ― Comento Christian.

Rei ante su comentario, no podía evitarlo, mi corazón siempre tendía a latir con rapidez cuando este se encontraba a mi lado.

― ¿A dónde me llevas? ― Pregunte curiosa.

―A un hermoso lugar ― Contesto clavando su vista en el camino.

Condujo por algunos cuantos minutos mas para luego estacionar el auto en un lugar totalmente desconocido para mí. Christian bajo del auto rodeándolo para después abrir mi puerta y permitirme salir. 

Me tomo de la mano para luego conducirme hasta llegar a un restaurante bastante hermoso, no era de esos elegantes que te dan la pobreza en la cara si no una mas tranquilo con varias butacas fuera de este con sombrillas sobre estas.

Nos sentamos en una de las mesas, yo no podía dejar de observar todo a mi alrededor como si fuera algún tipo de museo. En cambio, Christian no dejaba de mirarme a mí, tal vez por que parecía tonta por como miraba a mi alrededor, pero es que no estaba acostumbrada a salir a estos tipos de lugares. 

MI BAJA AUTOESTIMA Y EL #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora