Capítulo 24

5K 639 111
                                    

11:46am Lisa
Quiero verte.

12:01pm Jennie
Puedo ir a verte a las ocho y media.

12:03pm Lisa
Es muy tarde! Ya me estas engañando??

12:05pm Jennie
Oh si, ella es sensual, no pude resistirme.

12:06pm Lisa
Mientras me ames más a mi.

12:06pm Jennie
Por siempre, no lo dudes.

12:07pm Lisa
Nos vemos pronto.

12:07pm Jennie
Esta Bien.

{}

Fue una extraña especie de Deja Vu subir a su habitación, había nervios y emociones retorciéndose en mi estómago cuando tome el ascensor para ir hasta su piso, me balanceaba de un lado a otro con la punta de mis pies. Llevaba mis pantalones favoritos, tenía mis manos adentro de los bolsillos de mi sudadera de color azul marino mientras caminaba por el pasillo sonriendo como idiota.

Podía sentir rápidos y fuertes los latidos de mi corazón en mi pecho, recordé su llamada y me dio más nervios dejándome ansiosa. Vagamente me pregunte si todos alguna vez se habían sentido así, si habían sentido que sus órganos se saldrían de su piel o algo parecido a eso. Cuando era pequeña solía pensar en la persona de quien me enamoraría, como sería, como hablaría, pero en ninguna de mis fantasías infantiles hubiera pensado en como se sentiría estar enamorada, sentirse intoxicada al estar unida con otra persona.

Si pensara en eso, estar enamorada de alguien que te ame de vuelta era un extraño tipo de seguridad, aunque a veces se sintiera todo lo contrario. En un mundo donde todos parecen estar tan solos, amar a alguien era como asegurar un ancla en el mar mas bravo. Era tener a alguien a quien podías aferrarte mientras caías y ya no estabas sola.

Entre por la puerta, encontrándola envuelta entre sus sabanas y profundamente dormida, un suave ronquido salía de sus labios entre abiertos. Mi pecho se contrajo con una especie de cariño doloroso. En ese momento, quería más que nada abrazarla y susurrarle promesas en sus parpados.

Me quite mis zapatos, estire las sabanas y me subí a su lado detrás de ella, coloque mi mano en su cintura presionando mi nariz contra el algodón de su camisa.

Ella se movió perezosamente debajo de las sabanas hasta que quedamos rostro con rostro, nuestras narices casi rosaban mientras Lisa parpadeaba para despertar. Su cabello era un desastre, un mechón caía hasta sus ojos y en su rostro. Con mi mano le coloque su cabello hacia atrás y le deje un beso en su frente. Pensé que tal vez había cruzado la línea pero no podía contenerme.

Ella solo sonrió y froto su nariz contra la mía– Hola.

–Buenos días solesito –le conteste colocando mi mano en su cadera, una sonrisa se hizo presente en mi rostro. Los lugares en donde su cuerpo estaba aprisionado contra el mío se sentían cálidos y confortantes, también se me hacía un poco difícil de respirar pero no estaba del todo relacionado con el cáncer.

–¿Te puedo pedir un favor? –me pregunto, prácticamente hablo en mi boca, sentí su cálida respiración en mis labios. Me pregunte brevemente si alguna vez ella me dejaría besarla.

–Si tenemos que movernos, entonces no –le conteste casi cruzando mis ojos al tratar de mantener su mirada con la mía.

Movía su mano lentamente por mi hombro como si no se estuviera dando cuenta de que lo estaba haciendo.

–Uhhh.. bueno, algo así yo- –hizo una pausa, sus mirada se fijó hacia abajo– quiero pasar la noche en tu apartamento. Si está bien.

–Te sientes un poco audaz esta noche ¿No?

Ella se sonrojo y escondió su rostro en mi hombro mientras me reía de ella– Solo quiero pasar una noche en una cama de verdad –dijo contra el tejido de la capucha de mi sudadera.

–¿No tienes una casa para hacer ese tipo de cosas? –le dije aun riendo.

Ella hundió suavemente sus dientes en mi hombro riendo al sentir como me ericé por su contacto– Pero en mi casa está mi mamá y mi hermana y en la tuya estas solo tu.

–Bueno creo que no puedo discutir con ese tipo de lógica –dije finalmente cediendo, como si no hiciera cualquier cosa que ella me pediría– ¿Vas a estar bien esta noche? –le pregunte tratando de no poner demasiada preocupación en mi tono de voz. Una de las peores cosas acerca del cáncer es ver a todos preocuparse por ti, como si fueras algo que fuera a romperse con el aire. Otra de las cosas peores acerca del cáncer es que es imposible no preocuparte por las personas que amas, porque bueno.. tú las amas.

Ella se separó un poco mirándome– Sabes, si vas a comenzar a preocuparte como mi madre, tengo que decirte que haces un mejor trabajo cuando no te preocupas por mí, pero hay que hablar.

Mordí mi labio al saber que tarde o temprano tendríamos que tener ese tipo de conversación– No ahora, no quiero arruinar esto.

–Vamos a tener que hablar de ello con tiempo –dijo suavemente frunciendo sus labios.

Ahora yo escondí mi rostro en su hombro– Lo sé ¿Mas tarde en la noche?

–¿No podemos hablar simplemente de ello ahora? –me pregunto, el tono en su voz ahora era serio– sé que no quieres pero... –hizo una pausa y froto su pulgar en mi mejilla– me siento algo hipócrita.

–¿Es una mierda preocuparse verdad? –le dije observándola con una pequeña sonrisa en mis labios.

–Diría que vale demasiado la pena –me respondió mirándome a los ojos con una intensidad que me dejaba intranquila– ¿Eres encantadora lo sabias?

Cerre mis ojos ante el cumplido y presione mi barbilla contra su pecho sintiendo como mis mejillas quedaban de color rosa– ¿Realmente piensas eso?

Ella sonrió– Claro que si.

Creo que el beso que vino después de eso fue inevitable.

Mis labios se unieron con los suyos, ella sonrió en mi boca mientras yo rodeaba sus hombros con mis brazos, nos pegamos más mientras ella colocaba sus manos en mi cintura. Sus labios eran tal y como los recordaba, suaves y dulces, pero esta vez ella no se separó, sus labios se movían lentamente contra los míos.

Mis manos se deslizaron por su cuello, mis dedos pasaban por su cabello acariciando su cabeza. Abrí mis ojos rápidamente solo para mirarla un poco, pero me encontré con sus ojos fijados en mí, un pequeño jadeo de aire se escapó de mis labios antes de que pudiera detenerlo.

–Lo siento –murmuro separándose muy ligeramente, no había ningún tono de remordimiento en su voz– es solo que no puedo dejar de mirarte.

–¿Qué te parece quedarte en mi apartamento? –le sugerí, pensando en su petición anterior y en salir de la cama pero no quería dejar los brazos de Lisa.

Ella sonrió dándome un pequeño beso en mis labios– Me gusta la forma en que piensas.

Tome sus manos entrelazándolas con las mías y así nos levantamos de la cama, no quería separarme de ella por ningún segundo. Pasamos por la enfermera de cabello negro quien frecuentemente chequeaba a Lisa, le hicimos saber que saldríamos por la noche, ella soltó una pequeña risa y levanto una ceja mientras le decíamos que no se preocupara.

Decidimos no llevar la silla de ruedas esta vez. Lisa insistió en que se estaba sintiendo especialmente estable hoy y no iba a protestar si ella iría apoyada en mi cintura durante todo el camino.

Fuimos todo el camino hacia mi edificio sin ningún incidente, no tuvimos tiempo de calentar nuestras manos por el pasillo, de inmediato coloque mis dedos helados en las llaves.

–¿Así que crees que se enoje tu compañera de cuarto por nuestra presencia? –me pregunto colocando la punta helada de su nariz en mi cuello haciendo que fallara en abrir la puerta.

–No está, probablemente vendrá hasta tarde. A Rosé le gusta llevar a Jisoo a bailar –le respondí dándome cuenta de lo que implicaba estar con Lisa en un apartamento vacío.

–¿Tenemos todo el lugar para nosotras solas entonces?

Catch Me, I'm Falling (Jenlisa G!P)Where stories live. Discover now