XX

685 34 2
                                    

—Necesito ir al baño.—Le susurro a Pico y este me mira mal sobre los anteojos de sol.

—No podes ahora, sabes como es.

Roland Garros había empezado, era uno de los torneos favoritos de la gran mayoría y Diego estaba jugando contra Márton Fucsovics. Ya habían jugado 4 sets, en los cuales el Peque ganó el último empatando el partido y dándose una oportunidad para ganarlo ya que el 5to set estaba superando a Márton con ventaja.

—Game Schwartzman.—Se escuchó la voz del juez de silla y mi compañía se levantó para aplaudir y gritarle a Diego.

—Ahora si.—Me dice Chela y yo me levanto rápido, paso por al lado de Zabaleta y el Gato Gaudio quienes me cargan.

—Cuando vuelva, salís de ahí.—Le digo a Chela que se había corrido al lado del tio Pico.

Al tener la credencial de invitada de Diego, podía ir a los baños donde iban los familiares o amigos invitados de los jugadores, por lo que pasaba nerviosa por los pasillos mirando a los jugadores como si fueran gigantes. Nunca voy a superar ese nerviosismo al verlos.

—Dale —Gritaba Pico—. Otro —Yo me siento rápido al lado de él y lo veo mordiéndose las uñas—, ¡Bienn!—Grita con Chela y chocan las manos.

—Game Schwartzman.

—Si se distraía porque no te veía en la tribuna, te mataba.—Me dice Pico y yo me río.

—Yo ni te cuento.—Me codea Chela.

—Ya estoy acá, muchachos, no desesperen—Les digo haciéndome la agrandada—. Hay Calia para todos.

—Calita tendría que haber sido sobrina del Gato, no tuya, Juan.—Zabala mira a Pico riéndose y todos lo hacemos.

—Ahora sos mi sobrina, te adopto, Calia Gaudio.—Se ríe el Gato haciéndome una señal de la cruz en la frente como un bautismo. Amo la locura de este tipo.

Diego terminó ganando el último set en 6-2 y con su típico grito de "Vamos", haciendo que varios fotógrafos lo capturen para, seguramente, después subirlo a redes sociales y asociarlo con un león debido a Peugeot, la marca de autos que lo sponsorea. Amo cuando hacen eso. Después mira para acá, sonríe, los chicos le gritan y yo le tiro un beso de lejos.

Le tira sus muñequeras y la toalla a la gente de la tribuna, después saluda en general para salir finalmente de la cancha y nosotros salimos para ir a reencontrarnos.

—Bueno, llegó el momento glorioso.—Dice el Gato.

—Ahora bajamos un poco, hacemos ice y salís.—Escucho que le dice Chela a Diego, él solo asentía.

Cuando están por girar en un pasillo distinto al nuestro, él me aprieta y acaricia la mano para después separarnos.

—Voy a tener que acostumbrarme a eso, me parece.—Pico pasa un brazo por mis hombros y yo me río, asintiendo.

—El momento glorioso de comer.—Le contesto al Gato, haciéndolos reír.

—Ves por qué digo que tiene que ser tu sobrina, boludo.

calita.m vía instastories.

m vía instastories

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El menos pensado |Where stories live. Discover now