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Un plan perfecto, igual de perfecto que la persona que lo ideó. Nada podía fallar, pues Kim SeokJin nunca hacía nada mal. Todo iba a salir perfecto y estaba seguro de eso.

Todo surgió cuando estaba en sus muchas noches de insomnio, el estar embarazado era más difícil cada día. Ya cumplió los cuatro meses y cada vez se sentía más sensible. Debido a eso no ha podido dormir bien, y aunque se sentía cansado y frustrado de no lograr conciliar el sueño, estaba agradecido con su inteligente mente por poder haber pensado en ese maravilloso plan.

Una cena.

Le había comentado la idea a NamJoon y el moreno estuvo de acuerdo. Mataría a dos pájaros de un tiro, pues ansiaba ver a los lindos hermanos omega y juntaría a YoonGi con JiMin.

—¡Muy bien, los espero en la noche! —colgó la llamada con TaeHyung y caminó hasta la cocina para comenzar a hacer su magia.

Estaba tan emocionado, su lindo primo JungKook también iría y estaba ansioso porque todos los presentes son considerados de su familia y estarían todos reunidos. Además de que también había invitado a HoSeok, ya que su terroncito le ha contado mucho de él y quería conocerlo.

Sacó la carne de res del refrigerador y puso una olla con agua a calentar. Prendió su reproductor y puso algo de música para comenzar con su trabajo. Tomó las verduras y empezó a picarlas mientras tarareaba con su hermosa y suave voz la canción de fondo. Sintió unas manos colocarse en su cintura por detrás y el aroma a chocolate y tierra húmeda de su alfa.

—Hace mucho no te escuchaba cantar. —ronrroneó en el cuello de el pelirosa y después plantó un beso en la zona. —Sabes que amo tu voz ¿Hmm? —su voz salió roca y acarició el cuello con su nariz.

La piel de el omega se erizó y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

—Joonie, sabes que no me concentro cuando haces eso. —dejó el cuchillo a un lado y se dió la vuelta para quedar frente a el castaño.

—Justo por eso lo hago. —se acercó a los labios de su pareja y los besó con la máxima dulzura del mundo. SeokJin correspondió gustoso el beso y pasó sus brazos por detrás del cuello de NamJoon, acercándolo más a su cuerpo teniendo cuidado con su pancita.

Se separaron para tomar aire sin romper el contacto visual. NamJoon sonrió al ver lo precioso que era su omega, inflando su pecho con orgullo de tener a alguien tan maravilloso con Kim SeokJin. Acarició la mejilla de el pelirosa, quien sonrió ante tal acción.

—Nam, tengo que cocinar. —cerró sus ojos ante el suave tacto de la mano de el castaño en su cachete.

—Podemos pedir comida a domicilio.

—Tendremos visitas ¿Lo olvidas?

—No creo que les moleste la comida a domicilio.

—NamJoon... —pronunció con voz desaprobatoría.

El moreno hizo un puchero y dió un beso rápido en los carnosos labios de SeokJin.

—Solo un rato más ¿Sí? Porfavor... —pidió con voz tierna, el pelirosa sonrió y dió un último besito en los belfos de NamJoon, se dió vuelta para seguir picando las verduras. —¿Eso es un no?

—Los chicos llegan a las ocho, tengo que terminar esto y luego prepararme. —pusó las verduras picadas en un bowl y camino hasta la estufa para echarlos en la olla.

—Sí, eso es un no. —afirmó a su propia pregunta.

Se recargó en la barra de la cocina mientras veía con carita su desanimada a SeokJin ir de aquí a allá preparando todo para la cena. Solo quería darle muchos besitos y mimos a los dos amores de su vida y no podía.

Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora