Nineteen 💙

151 27 5
                                    

💙 🌙 💙 🌙 💙

Llamada entrante.

-Jeonghan ¿Dónde estás?... ¿En tu casa?... Bueno, es que quería que me prestáras tu libreta de... Sí, esa. ¿Voy a tu casa y me la prestas?... Gracias Hannie, voy para allá... ¿Que dónde estoy? Estoy en la escuela, sigo aquí porque necesitaba hablar con mi equipo de trabajo, e iba a ir a tu salón, pero no estaba nadie, entonces apenas me entero que saliste temprano... -JiHoon echó una risa al escuchar lo que dijo su amigo en la otra línea -Sí, sí, nada de refuerzos de amistad, lo prometo... Bueno Han, te dejo... Iugh yo no te quiero, adiós.

La llamada finalizó, y el chico guardó su celular en su bolsillo. Colocó la mochila por sus hombros y con sus manos de forma cóncava, tomó algo de agua para refrescar su rostro, y cuando estaba por salir, escuchó un sollozo en el interior del baño.
Consternado por aquel llanto, decidió acercarse al cubículo de donde provenía. Se inclinó un poco para cerciorarse de que en verdad había alguien ahí, y al ver los pies de una persona, procedió a tocar levemente la puerta.
A JiHoon no le gustaba que alguien sufriera, y aunque no conociera a las personas, no impedía que las aconsejara o le diera su hombro para que lloraran y sacaran todo lo malo que sentían; y ese chico no sería la excepción.

-¿Te encuentras bien? Te escuché llorar.

-Eso a ti que te importa... Déjame sólo. -Dijo entre sollozos.

-Solo quería ayudarte, lo siento.

-Como sea.

Se escuchó como corto un pedazo de papel higiénico y luego limpió su nariz de manera sonora.

-Tal vez pueda ayudarte. Digo, no me conoces, ni yo a ti, seguramente, pero te puedo ayudar si ese es el caso.

-¿Te crees alguna especie de psicólogo que me va a dar terapia? Déjalo así, no quiero a alguien que me diga qué hacer.

-No soy ningún psicólogo, y tampoco te diré lo que vas a hacer, pero puedo escucharte, cosa que muchos no saben hacer.

-¡Ja! ¿Y tú sí?

-Si abres la puerta y me dejas ayudarte, tal vez sí.

5 segundos después y la puerta se abrió. JiHoon esperaba ver a cualquier estudiante de la escuela, pero del cubículo salió Seungcheol, el chico que le gustaba, con la nariz enrojecida y las mejillas a la par del mismo tono. Su rostro estaba húmedo, y en algunas partes se miraban rastros de lágrimas secas. Los hermosas bolsitas que decoraba los ojos oscuros que tanto le gustaban a JiHoon del otro estaban hinchados.

-¿Seungcheol?

-Sí, soy yo. ¿Me vas a ayudar o te vas a quedar ahí viéndome como lloró y me humillo ante ti? Porque duh, da igual una segunda humillación en el día.

-No, lo siento, es que jamás te había visto llorar.

Incluso así se veía radiante y hermoso para el menor, como una pieza frágil que quisiera cuidar.

-¿Qué te pasó? -Habló nuevamente JiHoon.

-Suena ridículo, pero es por Joshua, mi novio... Digo, mi ex novio -Una sonrisa, o mejor dicho, una mueca de tristeza salió de sus labios. -No debería estar contando éstas cosas a un extraño.

-Oh, no te sientas forzado a contarme cosas íntimas, yo comprendo que no es tu deber.

-No te conozco, pero me transmites algo muy raro que me hace confiar en ti. No te ves mala persona.

-Ah... Gracias. Sólo hago lo mejor que puedo.

-Tienes buenas intenciones. -Sonrió, y esa sonrisa se veía sincera y tranquila. Un gesto que derritió el corazón del menor. -Oye, tu rostro se me hace algo familiar.

Hechizo de amor - JiHanWhere stories live. Discover now