2. Changement de plans

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     //CAMBIO DE PLANES//

2 AÑOS DESPUÉS...

—¿Y tú quién te crees para darme órdenes, pecosa?

—La representante de la clase y tu mejor amiga. —respondió la azabache y le dió un empujón. —¡Anda! Préstame tu cuaderno de cálculo.

Su apodo y actitud no le habían molestado tanto, después de todo ya estaba acostumbrada a los sobre nombres inesperados de su compañero de clases.
Adrien soltó una carcajada al momento de abrir su mochila y sacar la libreta. Ésto hizo que la chica girara los ojos y volviera a hacer lo que tenía pendiente en la otra materia...
Una serie de trabajos que se había perdido por estár a cargo de la vigilancia en la ciudad, algo típico de ella, pero no le molestaba ser super heroína, lo que en realidad la cansaba era tener que soportar a Adrien mientras copiaba tareas o trabajos, pero no tenía opción, sorpresivamente era el único chico que contaba con absolutamente todos los apuntes, algo de verdad extraño, pues últimamente él no era un chico que se preocupara por sus estudios, sino uno que le daba igual si seguía en esa escuela o no; rebelde, conformista, alejándose de problemas en todo momento, sin preocupaciones.

Vah” una expresión interpretada por sí mismo como “Me da igual”.

Adrien y Marinette se encontraban en el piso de la biblioteca a causa de que las mesas estaban ocupadas; ella con los pies cruzados, apoyando su libreta en su pierna, transcribiendo los apuntes de Agreste, y Adrien recostado a un lado de la muchacha con sus brazos bajo la nuca y un libro abierto sobre su cara, impidiendo el paso de la luz a sus ojos.

—¿De verdad te preocupan esas cosas? —preguntó el ojiverde sin quitarse el libro de encima. —No puedo creer que me hayas obligado a  venir aquí.

—Tu no tienes preocupación alguna con nada. Además no entiendo cómo pero tienes todos los trabajos, en orden y con letra impecable. —pasó su mano por una hoja completa del cuadernillo del rubio, para luego voltear a verlo de la forma en la que estaba. —Confiesa, ¿le pagas a alguien para que haga ésto? —como respuesta, Adrien retiró el cuaderno de su cara y la observó con los ojos entre cerrados.

—¿A caso piensas que un chico tan guapo como yo no puede tener todos sus apuntes? —se señaló así mismo con jactancia y vanidad, como todo un barbian, sacando a la Diva interna que había en él.
Marinette rodó los ojos.

—Pues, juzgándote por tu actitud y disciplina personal es difícil de creer. —la chica volvió a escribir sobre su cuaderno después de mencionar lo anterior. Adrien se acomodó en su lugar.

—Quizá el Adrien exterior ha cambiado. Pero intelectualmente sigo siendo el mismo. —dijo con su dedo índice señalando su cabeza. Marinette rió levemente. —Oye, que sea tan fantástico y perfecto no quiere decir que no sea inteligente. Además tu misma dijiste que los cambios eran buenos.

—Dije que los cambios eran buenos. Eso no significa que tengas que pasar de ser amable y gentil a egocéntrico y presumido. —lo observó de pies a cabeza, causando una pequeña incomodidad en Adrien, pues lo vió como un insulto, pero debía admitir que era la verdad y no por tratar de ser diferente NO, eso solamente era una excusa que usaba para no tener que explicarles a todos lo que en realidad pasó. La verdad es que se había acostumbrado a esa actitud tan libre que tenía como super héroe, vaya, cuatro años de serlo le dejarían esa tradición sin darse cuenta.

—Yo no he dejado de ser amable. Por ejemplo ayer que fuimos en transporte al museo de Louvre le ofrecí mi asiento a Mendeleiev.

—Si, por que te amenazó con reprobarte si no mejorabas tu comportamiento. —contestó sin quitar la mirada de su cuaderno.
El chico hizo un gesto de fastidio.

Bajo Mi Mando (Miraculous ladybug)Where stories live. Discover now