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Pero a pesar de esto, las hermanas Jauregui se mantenían al margen de lo que decían sus compañeros o bien la prensa. Lo que Sophia realmente quería no era fama era a Anielka Hansen la hija de Dinah Hansen la mejor amiga de Lauren Jauregui desde la infancia, desde que la había visto ese día que regresaron a Miami no dejaba de verla ante sí como algo más que su amiga.

En cuanto a Lauren y a Camila, ellas tenían muy al tanto los sentimientos de la mayor, pero mucho no podían hacer más que apoyarla si ella se los pedía, pero la testaruda de Sophia era tan solitaria en esas cosas y orgullosa como lo era Lauren de joven, lo único que había cambiado era la prepotencia por esa sonrisa de Lauren un tanto complaciente.

La menor de las hermanas era un poco más abierta que la mayor en cuanto a eso y estaba segura que podía ayudar a la mayor con su plan infalible.

Así que esa mañana muy temprano mientras Lauren desayunaba con ellas junto a Camila como era costumbre la vieron bajar con su uniforme bien planchado con el cabello muy al estilo de Lauren de joven y unos cuadernos que ojeaba antes de saludar y sentarse, Lauren vestía su usual traje de ejecutiva al cual luego revestía de su gabacha blanca en su antigua oficina (Con una secretaria NUEVA), y Camila con su hermoso traje rojo listo para irse a la clínica donde daba sus consultas, Camila miró de reojo a Sophia que parecía muy interesada en los anuncios de pececitos de sus cuadernos.

Los ojos verdes de esta rehuían de los de su madre castaña desde hace mucho, ya que sabía que ella conocía su alma con demasiada exactitud y no quería que se diera cuenta de sus sentimientos era muy orgullosa para eso.

Kris, se nos hace tarde...vamos. ―dijo Sophia mirando a su hermanita, ella asintió y beso a Camila y a su madre ojiverde dándole un exagerado abrazo.

―¡Te amoooo mami!―le dijo colgándose literalmente de su cuello. Lauren la sostuvo con algo de dificultad pero sonrió.

―Yo igual, cuidado con el trafico Sophia, no manejes rápido.

―Claro que no mamá. ―dijo ella besando a su castaña madre antes de besar a Lauren mirando a su hermanita con una risita de complicidad con Camila que le pareció un poco sospechosa. Ambas hermanas salieron a buscar el auto, carro ultimo modelo de la Mercedes, regalo de su abuelo Mike a sus 16, con un color negro iridiscente que cambiaba a plateado en dependencia de la concentración de rayos ultra violeta al que se encontraba expuesto― Y dime hermanita ¿Qué fue esa ricita tuya con mamá?

―Nada. ―dijo la menor― Ya sabes, ya le dije que soy pésima en biología y le pareció chistoso, al ver mis notas...

Humm, ya veo hermanita, si fueras de mi edad, pero eres mucho menor que yo, ―dijo mientras manejaba al colegio mirando a su hermanita― así que no te creo, te conozco algo tramas y espero que yo no tenga nada que ver ―dijo con una sonrisa, la otra acomodo su ondulado cabello con sensualidad detrás de su oreja y sonrió.

Ay ¡ay! Hermanita, si supieras. ―dijo ella saliendo cuando ya habían llegado, Sophia miraba con una ceja levantada a su hermanita, la verdad ella también era muy hermosa y lo de hermosa tenía de inventora.

La preciosa chica aseguró su coche y salió a toda velocidad hacia su aula, mientras que Kristina Jauregui la miraba de lejos y sonrió, tomo sus cosas y fue en busca de Anielka.

Bueno, ya Kristina sabía que Anielka no le era del todo indiferente a su hermana, así que solo tenía que sacar del camino a Alexa que al parecer no quería que la famosa hija de Lauren se acercara mucho a su amiga.

La encontró leyendo algo en el tablón de anuncios por fin sola, la saludó amablemente y la preciosa joven respondió de igual forma. Anielka intentaba no preguntar mucho por Victoria ya que no quería parecer muy obvia, así que acompaño a la pequeña de las Jauregui al pasillo.

Getenic - Camren© Where stories live. Discover now