Hola, hola princesa―comenzó Lauren poniéndose de rodillas, ante una sombrada Camila― ¿Cómo estas? ―la bebé se movió suavemente en el vientre.

―Creo que le gustas. ―dijo sin pensar Camila a Lauren, nunca la había oído decir nada tan suave a alguien, Lauren se levantó contenta.

Claro, soy irresistible. ―dijo mirando a Camila a los ojos.

―¿Cómo has estado?

―Bien, nada fuera de lo normal, tu padre solo insiste en mi presión.

Bueno, em, claro...―dijo distraídamente mirando hacia otro lado, seguro recordaba que ella era buena en subirle la presión a Camila. Camila se alejo ya que su cercanía aún la mataba, más si estaba embarazada precisamente de ella.

Lauren notó su alejamiento y lo interpretó al revés.

― Bien, ya me voy...em... gracias...ummm, sé que dije que no me metería... pero, en fin también es mi hija...y sí....necesitas algo yo. ―Camila la miro roja, Lauren se alarmó― Solo, solo es una propuesta, si no quieres...está bien...

―Mira Lauren yo... ―El celular de la ojiverde sonó y la chica dio un saltito chistoso― Contesta.

No... Dime.

―Contesta Lauren.

―Pero...―Camila la miró molesta― Diga.... ―Lauren alejó el aparato como si fuera una araña venenosa especialmente aterradora, se podían escuchar los gritos de una chica.

―¿Dónde demonios te has metido?―Camila reconoció la voz de Laura, no sabia que era realmente de Lauren― ¡Te he buscado durante meses! Me has cambiado por esa mugrosa culona... ―¡DIOS! Pensó Camila...ella debía saber lo del óvulo.

Lauren miró fastidiada el aparato y colgó.

―Ella sabe verdad ―dijo molesta Camila.

No...

―Entonces porque... ¿Por qué dijiste que te habían arruinado la vida? ¿Por qué aseguraste que tus noviecitas se te tiraron encima?

Ricitos. ―empezó Lauren tranquila― Eso fue porque estaba por salir con ella esa tarde, le dije que tenía que verte, ella lo interpretó mal...y mis noviecitas... como tú las llamas, son las amigas de ella que están empecinadas en que salga con esa idiota. ―la bebé se movió molesta.

Camila se puso la mano en el vientre adolorida, Lauren se acercó asustada y la llevo a un sofá.

―¿Estas bien? ¿Llamo a tu padre?

No. ―dijo Camila sintiéndose aliviada no sabía de qué.

―¿Segura?

. ―Lauren no dijo nada por unos segundos.

―¿Entonces que dices?

―¿De qué? ―preguntó Camila alejándose otra vez de la cercanía de Lauren.

De, lo...bueno...de que si necesitas...―Lauren se calló al ver como se alejaba― Creo que es mejor que me vaya. ―dijo sin mirarla y fríamente― Me saludas a tu madre ricitos.

―¡Te dije...que no me llames ricitos! ―Lauren no dijo nada y se levantó, Camila le siguió, sintiendo un poco de pena por Lauren― Te llamaré, si algo...si algo pasa.―Lauren se dio la vuelta y en dos zancadas se puso justo frente a ella, Camila quiso retroceder pero Lauren la agarró de la cintura.

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