Capítulo 37 - Tu punto de vista

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Jackson estaba en el sofá viendo la televisión cuando escuchó el timbre de la puerta sonar. Esperó a que bajara su hermana para abrir y así no tener que moverse del sitio pero no tuvo mucha suerte. Pasó un rato y volvieron a llamar por lo que a regañadientes fue a abrir. 

- ¿Está Nayeon?

- Lo siento, esta castigada, ahora no puede bajar a jugar con sus amiguitas.

- Tenemos que ir a trabajar. -Mina habló seria, ignorando por completo su comentario.

Jackson se apartó de la puerta dejándola pasar.

- Desde luego no fue tu sentido del humor lo que enamoró a mi hermana.

Volvió a tumbarse en el sofá mientras la japonesa cerraba la puerta de la entrada.

- Está en su habitación.

Mina asintió y se dirigió hacia allí, volviendo a escuchar la voz de Jackson gritar antes de llegar a su destino.

- ¡Que no escuche ningún sonido extraño!

La japonesa rodó los ojos por la tonta advertencia mientras llegaba a la puerta de la habitación de su novia. Llamó a la puerta varias veces pero no contestaba por lo que terminó entreabriendo la para ver el interior de la habitación. Divisó a Nayeon sentada enfrente del escritorio, con la vista fija en un libro y los cascos puestos. Iba con ropa cómoda para estar por la casa, llevaba moño y las gafas puestas. Para Mina, simplemente preciosa. Después de ese pequeño trance admirándola, recordó que tenía un poco de prisa por lo que se acercó por detrás lentamente, intentando no hacer ruido. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le apretó a cada lado de las costillas causando que la mayor pegara un salto levantándose del asiento.

- ¡AAAAAAH! -Incluso cayeron los cascos.

Miró hacia atrás asustada, viendo cómo su novia se reía, burlándose de ella.

- Myoui Mina eres una idiota.

Dijo malhumorada a la vez que recogía los cascos del suelo. Mina se acercó y cuando su novia volvió a levantarse le dio un corto beso en los labios.

- Hola a ti también linda.

La mayor no pudo evitar ruborizarse y simplemente bajó la cabeza, intentando que la japonesa no se percatara.

- Aunque me encantaría que nos quedáramos aquí tenemos que ir a trabajar. 

- Ah, es verdad. -Nayeon miró la hora sorprendiéndose. ¿En qué momento se había hecho tan tarde? -Me cambio la ropa y nos vamos. En diez minutos estoy.

- De acuerdo.

Mina se sentó en la silla del escritorio y empezó a ojear el libro que había estado estudiando Nayeon mientras esta le lanzaba una mirada inquisidora.  

- Mina, he dicho que tengo que cambiarme.

Esta la miró extrañada.

- Te he escuchado.

Nayeon abrió los ojos exasperada y le señaló la puerta, cansada de mandar indirectas que no iban a ningún sitio con esa chica.

- ¿En serio? 

Mina reía incrédula, pero Nayeon la agarró del brazo y la arrastró hasta fuera.

- ¿Te da vergüenza que te vea cambiarte después de haber hecho-

No le dejó terminar la frase ya que cerró la puerta bruscamente, prácticamente dándole en la cara. Con un suspiro, dio media vuelta y fue hasta el salón sentándose al lado de Jackson en el sofá.

IronyWhere stories live. Discover now