Cuando la clase por fin terminó y llegó la hora del descanso todos los alumnos se acercaron a conocer a las tres japonesas. Cuando Nayeon se giró pudo ver como estaban haciendo un interrogatorio a las nuevas, las cuales solo podían intentar responder a algunas de las preguntas. Sana y Momo claro, ya que Mina no abría la boca. Nayeon la vio con cara de desaprovación y recogió para irse pero antes de salir por la puerta Jeongyeon la detuvo.
- ¿No deberíamos enseñarles la escuela? Están todos agobiándolas y ni siquiera saben donde tienen que ir a comer.
La que estava dispuesta a marcharse simplemente se paró y se giró para mirar a su amiga.
- Venga, eres la delegada.
- Soy la perfecta y preciosa delegada a la que todos deberían adorar. Incluídas esas tres.
- Esa chica de verdad te ha herido, ¿eh? -Recibió una mirada fulminante por ese comentario. -Si te sirve de consuelo aunque lo ha dicho mirándote a ti se refería a todos. Todos le caemos mal.
Mientras estas dos discutían si ir a rescatarlas o no, fueron las dos japonesas que salieron del círculo que habían formado sus compañeros para pedir auxilio a la delegada.
- Perdonad, nos llevaríais a la cafetería? -Dijo la japonesa pelinegra. -Momo necesita comer o se me desmayará. -Vieron como la llamada Momo estaba como un zombie, manteniéndose de pie solamente porque Sana la estava agarrando.
- Claro.¿Avisáis a vuestra amiga y nos vamos? -Jeongyeon contestó antes de que la otra pudiera.
- Sí. -Sana miró hacia atrás con la intención de ir hacia Mina, la cual seguía rodeada de gente, pero volvió la vista a las dos chicas. -No os toméis lo que la ha dicho muy a pecho, es que de vez en cuando la posee Satán. -Sin esperar respuesta y cargando a Momo se fue hacia el final de la clase.
Nayeon y Jeongyeon se quedaron con los ojos abiertos mirando a Sana marchar para luego mirarse entre sí.
- Acaba de decir que tiene al diablo dentro,¿verdad? -La de pelo corto quería asegurarse de haber escuchado bien.
- Eso explicaría como se ha atrevido a hablarme así. Si vuelve a faltarme al respeto pienso llamar a un exorcista.
Cuando las tres chicas nuevas fueron capaces de abrirse paso entre la gente y llegar hasta el par que todavía estaba esperando en la puerta,marcharon hacia la cafetería. Mientras caminaban Nayeon les iba indicando donde se encontraban otros sitios de interés, como los baños o algunos laboratorios.
- Y si por aquí giraséis a la izquierda os encontraríais con el-
- Gimnasio. -Completó Mina.
- Uah. ¿Cómo lo sabías? -Preguntó Jeongyeon.
- He visto un mapa del insituto antes. Para llegar a la cafetería seguiremos recto y luego giraremos a la derecha.
- ¿¡Te sabes todo el instituto por haber visto un mapa?! Yo estuve todo el primer año perdiéndome por los pasillos.
- ¿Entonces por qué me tienes aquí como un mono de feria enseñándotelo todo?- Nayeon más que sorprendida estava molesta.
- Mina se sabe el camino pero nosotras dos no, si algún día ella se pone malita, ¿cómo llegaríamos a los sitios? -Sana respondió como si fuera obvio. -Podríamos morirnos mientras los buscamos.
- ¡Yo me voy a morir de hambre como no lleguemos ya a la cafetería! -Momo habló por primera vez en todo el trayecto.
Siguieron andando hasta que entraron por fin en la cafetería donde Nayeon se giró para hablar a las japonesas.
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Irony
FanfictionLa vida de Im Nayeon es aparentemente perfecta, está en el último año de instituto y es la chica más popular y con mejores notas de escuela. Pretende terminar de la misma forma el instituto pero tres japonesas irrumpen en su camino, especialmente My...