| Epílogo |

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Miro por última vez a sus hermanas que estaban entre lágrimas, de todas las personas que pensó que vería llorar en ese momento, Kate, sus hermanas eran las ultimas de la lista

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Miro por última vez a sus hermanas que estaban entre lágrimas, de todas las personas que pensó que vería llorar en ese momento, Kate, sus hermanas eran las ultimas de la lista. Normalmente no eran tan lloronas, pero al parecer ver a la chica vestida de blanco les causaba muchísimas lágrimas. Ambas se tomaron de las manos por última vez y Kira dijo unas cuantas palabras llenas de sentimentalismo antes de hacer una pequeña oración antes de salir.

El lugar donde se encontraban le era cálido y familiar, cuando Kate Michigan estaba pequeña y pensaba en su matrimonio, nunca se imaginó a sus veinte, en Nashville y rodeada de tantas personas. Pensó que se casaría con un vestido corto en una notaría, no con uno largo, con detalles tan minimalistas como el que llevaba. Cuando dio el primer paso fuera de la habitación, Charlotte y Delphine su madre se encontraban esperándola. A ambas se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Luces bellísima—dijo su madre mirando a su hija de la cabeza a los pies. Kate se encontraba nerviosa, alisaba su vestido una y otra vez. No se había podido ver aun, sabia del vestido porque lo vio antes, pero en el momento que Charlotte se puso detrás de ella y la guio hasta un espejo gigante, pudo ver como lucia.

La chica se miró una y otra vez, no lucia como alguien ajeno a ella, en realidad lucia como quería verse el día de su boda. Llevaba el cabello recogido y trenzado, además le adornaban muchas flores en la cabeza. Miro nuevamente el vestido toco sus mangas largas y volteo un poco para ver el escote que llevaba.

En ese momento sus nervios estaban a flor de piel. Sabía que había mucha gente esperándola al otro lado, que su futuro esposo estaba también allí. Se imaginó por un momento a Michael, quien debía estar tan ansioso como ella, rio por ello y se dio una última pasada, sus mejillas estaban con un poco de colorete.

Charlotte se encontraba aun detrás de ellas.

—Parece que hubiese sido ayer cuando hablamos por primera vez de flores. Y no es casualidad que lleves muchas de ellas en tu cabeza, cada flor tiene un significado especial, Katelyn. Cada una es perfecta a su modo y tú pequeña, eres como una de ellas—dijo mirando a la chica en el reflejo del espejo—. No todos supieron apreciar tu belleza, más allá de lo físico, pero hubo alguien que lo vi y decidió hacerte la favorita de su jardín.

>> Estoy tan feliz de que mi nieto te haya encontrado, no solo le recuerdas lo que es real, si no que le haces ver una y otra vez que amar vale la pena y que, a pesar de todo, porque realmente han pasado mucho, siempre se tendrán el uno al otro. Bienvenida a la familia Jones, Kate—las palabras de la abuela hicieron un nudo gigante en la garganta, se soltaron algunas lágrimas y por ello la chica se ganó una reprimenda de la abuela y luego un beso sonoro en la mejilla.

Ralph Michigan apareció en la escena avisando que la boda estaba por comenzar. En cuanto vio a su hija se emocionó mucho y este también se encontraba llorando, al parecer iba a ser una boda demasiado emotiva.

En cuanto la chica salió de la casa y se dirigió al increíble patio trasero de la gigante e increíble granja de la familia Jones quedo enamoradísima del chico que la esperaba en el altar. Lucia apuesto, feliz, y muy suyo en ese momento. Al verse ambos sintieron paz y la sonrisa creció mucho más.

FLORES PARA KATE | LIBRO #2.5 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora