FLORES PARA KATE | LIBRO #2.5 |

II.

Pasado

Kate Michigan jamás pensó que se encontraría escuchando una canción de Kid Rock acostada en su cama y posiblemente ahuyentando a los vecinos. Nunca pensó estar escuchando uno de los CDs de su hermana y realmente estaba comenzando a pensar que en cualquier momento llegara la policía.

Pero en cuanto escucho la canción "Picture" con Sheryl Crow, tuvo que subir el volumen al máximo y cerrar los ojos mientras la cantaba con pasión pues era una de sus canciones favoritas en secreto. Y a menos que su hermana se enterase, no lo diría jamás en voz alta.

Sus hermanas y ella eran grandes admiradoras de la música Country, no era un secreto para nadie. Era algo que habían adquirido de su madre, quien en su juventud fue corista de un cantante de ese estilo de música, nadie conocía al cantante, solo su padre y ella misma. En algunas ocasiones las tres hermanas pensaban que a lo mejor el cantante se trataba de su padre, pero él no cantaba tan bien como ese susodicho del que siempre cuentan historias.

La chica se levantó rápidamente de la cama antes de tomar su cepillo del cabello y tomarlo como micrófono al llegar el coro. Se miró frente al espejo antes de comenzar a cantar, luego presto atención a la letra y por alguna razón Michael Jones se le vino a la mente y la cara de su madre también.

Recordó las palabras de la mujer y miro a su alrededor. No era pobre, tenía todo lo que necesitaba, una cama, ropa, libros. Tenía un lugar donde dormir y un increíble y precioso jardín, además estaba viva y feliz, no se sentía como una chica pobre como la señora Kent le había llamado. A su mente llegaron millones de recuerdos de ese día, fue un poco vergonzoso para ella, para el chico y para su padre que no hacía más que excusarse.

No pudo evitar traer a su mente la reprimenda que su padre le dio ese día al llegar a casa y la prohibición de volver a ese lugar. La verdad es que ella no podía negar lo mucho que le gustaba ir allí, no por Michael, le agradaba tenerlo ahí, pero no era por él; le gustaba ir porque el jardín era gigante y precioso, porque le recordaba a esos que veía en las películas.

Toco sus labios y no pudo evitar sonreír. El beso tampoco había estado nada mal. Para ser su segundo primer beso no estuvo nada mal. Aunque no sintió mariposas o esas cosas que narraban en los libros y contaban sus amigas. No era una niña, sabía todo lo que un beso podía causar, pero era el primero para ella, así que era importante y le causaba bastante emoción el solo recordarlo. En especial porque el beso que había recibido primero por ese tonto de su clase no se compara nada con el beso que Michael le había dado. Bueno, ese beso que ella le había robado.

Pensó en él, era un gran chico. Un poco callado, bastante reservado a decir verdad y un poco "nerd" pero de los buenos. De no haber sido por su madre y el padre de la chica. Posiblemente habrían sido buenos amigos, en medio de la música y mirándose al espejo Kate pensó que a lo mejor hubiesen sido buenos amigos antes y después de aquello. Pero ahora lo sabría, ni ahora ni nunca.

La puerta de la habitación se abrió de repente y su hermana mayor, Kemira le miro rabiosa y apago el equipo de sonido. Sí, su hermana cuidaba mucho su CD de Kid Rock y Kate lo había tomado sin permiso.