🏳️‍🌈dieciséis 🏳️‍🌈

Start from the beginning
                                    

Aoyama hizo una gran reverencia hacia el público antes de retirarse del escenario para dar paso a los actores. Aparte de saber que de la música se encargaron los de la banda componiendo ciertas melodías para el ambiente y eligiendo otras populares para los números musicales, en lo que era la historia nunca se enteró bien de cual se trataba, solo sabía que había una princesa, un villano y un héroe, interpretados por Kendō, Monoma y Tetsu... Ah, explicándolo así podría ser cualquiera. Kirishima, deberías comenzar a prestar más atención en las cosas en las que trabajas.

La obra fue progresando de muy buena manera en la primera mitad, sin percances y todo bastante fluido. Hasta se sintió orgulloso, eh. Y es que, mínimo que saliera bien, después de tantos días de ensayos, de trabajo, martillazos en el dedo por su parte y de gritos de furia desde la habitación de Bakugō porque "¡¿A QUIÉN MIERDA SE LE OCURRIÓ HACER ESTE RITMO DE PORQUERÍA?!".

Suspiró, no era muy fan de eso de estar trepado en uno de los rieles sobre el escenario, pero es lo que le tocó y aunque la maldita cosa se tambaleara como terremoto con apenas dar un paso, al menos no tenía que moverse mucho, además de que seguía siendo una ventaja poder ver a Bakugō desde su lugar...O, bueno, la silueta de su cabeza; el rubio estaba atrás de la escenografía, así que la tenue luz que le llegaba al chico no lo hacía tan fácil de observar.

—Psst, Kirishima. —El nombrado miró a su lado algo asustado tras ser interrumpido de imprevisto, incluso si nada más se trataba de Satō—. Se les rompió el trípode de una luz abajo, y están pidiendo que tú lo sostengas.

—¿Y yo por qué?

—Esas luces queman, hombre, ¿lo olvidaste? Con tu quirk vas a aguantar un poco más que nosotros. Anda, rápido, que ya viene la escena del solo de Monoma y necesitamos esa luz.

Ah, mierda, esa escena.

¿Cuáles eran las probabilidades de que pasara algo así justo ahora? ¡EN LA PEOR ESCENA POSIBLE!

Lo habían ensayado un montón de veces, y, aun así, nunca estaba lo suficientemente preparado, comenzando por el hecho de que el ruidoso rubio de la clase B parecía siempre encontrar algo de lo cual quejarse. Tenían que mover los focos como si fuera festival de música electrónica prácticamente, ya que seguir a Monoma durante toda la enérgica y movida coreografía era más que un arduo trabajo. Y por si fuera poco, perdería su lugar para poder ver a la banda justo cuando pasarían a estar delante de la escenografía durante esa escena.

Bueno, no es como si tuviera otra opción. Así que, rendido, no le dio más vueltas a la situación e inmediatamente comenzó a bajar por la escalera. Lo único malo de andar tras bambalinas es que tenían poco y nada de luz, al menos en la parte más pegada al escenario. Y él no era el mejor viendo a oscuras. Ah, mierda, casi se cae con un cable.

No fue hasta el retumbar de la batería que se dio cuenta que debía llegar a donde lo estaban esperando en ese instante. Y es ahí cuando comete un error garrafal.

Decidió mirar a donde estaba Bakugō.

A Kirishima le cayó como balde de agua fría el que, quizás, no había notado tan precisamente bien cuánto había crecido el rubio en tan solo un año. Va, que sí, que los adolescentes a esa edad con la pubertad y todo se pegaban estirones y lo que sea, pero Katsuki más que en estatura se le notaba en su físico y su cara; era evidente que estaba más fornido, su espalda más ancha y que su rostro había comenzado el proceso de dejar atrás esa redondez algo infantil.

El año anterior también lo vio tocando la batería, pero en circunstancias sentimentales muy diferentes, y si bien en ese entonces igual tenía buen físico, por alguna razón el recuerdo de esa vez no le provocaba nada parecido a la escena que sus ojos observaban en esos momentos. Diablos, no podía dejar de mirar al chico, había sido hipnotizado por sus descubiertos brazos sudorosos y sus fuertes manos sosteniendo con vigor las baquetas, golpeando con estas los bombos y tambores incansablemente, marcándose así aún más los músculos en sus brazos.

¡Sí, soy gay! 🌈kiribaku/bakushimaWhere stories live. Discover now