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Narra T/N.

Cuando salí de trabajar, sentí mi celular vibrar en mi bolso. Lo saqué y Nay me había mandado un mensaje, supongo que será para ver cuando podemos practicar.

Nayra:

T/N! Tenemos que practicar para las audiciones de BlackPink.

Sí! Esta tarde no tengo nada para hacer, puedes hoy?


Si, esta bien.

A las 3:00p.m esta bien?

Si, bueno, nos vemos mas tarde.


Adioooos!

Volví a guardar mi celular en mi celular y seguí mi camino a casa.

Cuando llegué a casa, tiré mi bolso al suelo y corrí a mi habitación porque me tenía que cambiar, además ya quería sacarme los tacones que me estaban matando los pies. También tengo que ordenar la casa y, principalmente, almorzar.

Me cambié el uniforme por ropa más cómoda. Salí de mi habitación y bajé trotando hacia la cocina para almorzar, mi estómago no paraba de pedir comida. Preparé ramen, salió rico, jeje. Almorcé rapido, pero traté de no atragantarme.

Los trastes que había usado para almorzar, los dejé en la pileta de la cocina para después lavarlos, y seguí caminando hasta la sala. Había un poco de desordenden, pero tenía que quedar todo limpio, así que me puse manos a la obra.

2:30p.m.

Esa era la hora que marcaba el reloj de la cocina, faltaba un rato para que Nayra venga, así que empecé a caminar por la casa con la cabeza para atrás, a veces soltaba unos suspiros.

Sonó mi celular en mi mano, así que pensé que era Nay diciendo que estaba por acá cerca o algo por el estilo, pero no, me había confundido, era un mensaje de Jin.

Mensaje.

Jin.

T/N, HERMOSA DE MI CORAZÓN.

─ Mañana iré a buscarte a las 11:00 a.m., te tengo un sorpresa~~

Está bien. Espero que no sea tirarnos de un paracaídas.

No, cariño, relájate. Estoy seguro de que te encantará.

Está bien -.-

Te veo mañana~.

Adiós.

Adiós, belleza.

Decir que estaba sonrojada era muy poco. ¡Mi cara parecía un tomate! Jin y sus palabras... me hacen sonrojar, ¡demasiado! Y mi corazón... ¿donde está? Probablemente de tanto latir ya habrá salido de mi pecho.

Apagué el celular y seguí caminando por la casa, pero ésta vez con la cabeza mirando al frente, no quería chocarme con nada.

Dindong, dingdon.

Corrí hacia la puerta, pero había olvidado agarrar las llaves, así que retrocedí hasta la mesa del comedor, las agarré y volví hacia la puerta. Nay estaba frente a esta con una sonrisa en el rostro y una mochila colgando de su hombro.

— Hola — me saludó con un corto abrazo, que correspondí.

— Hola — la saludé — Pasa — dije haciéndome a un lado para que ella pasara a la casa.

Jin y Tu→#1 [✓]Where stories live. Discover now